Literatura

La carta a Juan Sebastián Elcano de un estudiante granadino, primera finalista del concurso nacional de Defensa

Un estudiante granadino, el colegio El Carmelo, Héctor Marcos Rodríguez, ha quedado primer finalista del concurso nacional literario organizado por el Ministerio de Defensa para incrementar el conocimiento de las Fuerzas Armadas y su valores en el entorno docente. Con su misiva a Juan Sebastián Elcano, que ya ganó la fase provincial de este certamen, el escolar granadino ha sido uno de los más valorados por el jurado de la novena edición en toda España. La carta ganadora ha sido la correspondiente a Claudia Mayoral del colegio San Vicente de Paúl, de Barbastro (Huesca).

Las cartas de los alumnos participantes han aportado visiones muy variadas e interesantes sobre la temática de la 9ª edición “Expediciones militares, contribución al conocimiento”. En su carta, Héctor dirige una misiva a Juan Sebastián Elcano tras su determinación de embarcarse para participar en la odisea de viajar a las islas de las Especias.

Esa 9ª edición, perteneciente al año 2022, ha contado con la inscripción de más de 11.000 alumnos y 505 centros escolares de todo el territorio nacional, de los cuales 9 fueron granadinos. La carta del alumno Héctor resultó la ganadora provincial tras el fallo del jurado presidido por el subdelegado de Defensa en Granada, Cor. Federico González-Vico Santiago y compuesto por Lola Quero Terrón, directora del periódico Granada Hoy; Encarna Ximénez De Cisneros, periodista del diario Ideal; Dª Elisa Contreras Serrano, jefa de servicios y ordenación educativa de la Delegación territorial de Educación y Deporte de Granada; y Aurelio Cappa de la Chica, director territorial de Granada de Canal Sur.

El jurado nacional ha estado compuesto por los vocales de reconocido prestigio Ángel Expósito Mora, director del programa La Linterna en Cope; Javier Santamaría del Pozo, escritor y politólogo, María García Pinacho, periodista y profesora en la Universidad CEU San Pablo; Yolanda Rodríguez Vidales, directora de Comunicación Institucional de la Defensa; el director general de Reclutamiento y Enseñanza Militar, Teniente General Pedro José García Cifo y el vicealmirante Manuel Rosamanta Pavón, subdirector general de Reclutamiento y Desarrollo Profesional.

Al igual que en el resto de ediciones, el concurso ha estado destinado a los alumnos de 4º de ESO, 1º y 2º de Bachillerato y ciclos de Formación Profesional de grado medio, de todos los centros docentes a nivel nacional y centros educativos de titularidad española en el extranjero. Los premios serán entregados próximamente en el Ministerio de Defensa a cuyo acto será invitado Héctor, su padres y el director del Colegio El Carmelo.

Héctor Marcos Rodríguez Héctor Marcos Rodríguez

Héctor Marcos Rodríguez / Antonio L. Juárez / Photographerssports

El trabajo premiado es éste: 

Carta a mi buen amigo Juan Sebastián Elcano

Antes que nada debo deciros que espero que esta carta os llegue a tiempo. Sabido tengo que pensáis embarcaros en breve con Magallanes en un viaje largo y peligroso. Tiene encomendada el navegante portugués la tarea de hallar un nuevo camino a las islas de las especias por una ruta distinta a la de los portugueses. Si esta misiva no llegara a tiempo, no tendría yo ocasión de demostraros mi respeto y admiración por la aventura que a punto estáis de emprender y cuyo fin todos esperamos que redunde en beneficio del reino.

Es sin duda esta una gran oportunidad para demostrar que nuestro imperio jamás estuvo tan en alza, pues no está camino de conquistar únicamente el nuevo mundo sino también toda tierra plus ultra de la mar Océana llevando hasta allí nuestra cultura y nuestra fe. Su Real y Católica Majestad vio en vos la misma determinación que décadas ha había visto su abuela, Isabel I de Castilla, en el marinero genovés Cristóbal Colón.

En su tierra natal guipuzcoana de Guetaria, sus paisanos alaban su próxima travesía, dándole apoyos y rezando por vos. Recordará Vuestra Merced las veces que con su padre, Domingo Sebastián Elcano, surcó y conoció las inclemencias del mar, en aquellos días en que se dedicaba a la pesca de la ballena. Lástima que vuestro padre muriese tan joven dejando viuda y nueve hijos, pues sacarlos todos adelante no debió ser cosa fácil para vuestra madre, Catalina del Puerto. Afortunadamente era mujer de talento y notable coraje, pues sólo así puede entenderse que dejase a un lado lo de la pesca ballenera y decidiera dedicarse con mucho mayor provecho a las tareas del contrabando, que si bien no estaban bien vistas e incluso perseguidas, no es menos cierto que gracias a ellas pudo amparar a todos sus hijos y sacarlos adelante.Sus hermanos, con los que ha compartido viajes y expediciones como la de García Jofre de Loaísa, también se muestran orgullosos de compartir parentesco con el que, confío, será recordado como uno de los más grandes expedicionarios de la historia.

Su arrojo y experiencia naval le sirvieron también cuando en el año 1509 de nuestro Señor dirigió una nave en la expedición militar de Argel, encabezada por el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros y al momento de tomar parte en la campaña de Italia, bajo órdenes de Gonzalo Fernández de Córdoba, también conocido como el Gran Capitán. Lástima que este último no cumpliese con lo prometido en lo que atañe a los pagos. Enteréme en su momento de los apuros que pasó Vuestra Merced a la hora de armar por su cuenta una nave para afrontar dicha aventura en Orán. No siendo suficiente sus propios ahorros tuvo que tomar dinero a préstamo de unos banqueros saboyanos, con prenda de la propia nave. El hecho de que las arcas reales no le abonasen lo convenido así como que el botín correspondiente en los saqueos tampoco le fuese pagado, supúsole gran pérdida, pues tuvo que hacer frente al préstamo dejándose rematar la nave. Doloroso trance este para un marino, ahora, bien mirado, más vale perder la nave que exponerse a la cárcel por una deuda, aunque a punto estuvo de entrar en ella cuando la Corona pidióle explicaciones por haber consentido que una nave de pabellón español pasase a manos extranjeras, cuestión penada con prisión de por vida, que ya sabemos cómo se las gastan los más grandes y poderosos cuando pueden, pues grandeza y misericordia no siempre van de la mano.

Yo, que bien puedo entender lo que cabezas más altas no alcanzan a hacer, disculpo por ello que haya decidido darse a la fuga, pues de los pleitos uno siempre ha de procurar huir y si no queda más solución que hacerlo poniendo tierra de por medio, aunque en este caso mejor sería decir agua de por medio, pues hágase. Y es esta fuga de Vuestra Merced la que en un primer momento me impulsó a escribirle esta carta, aunque no me fue fácil hacerme con su paradero para poder enviársela, cuestión que debo agradecer a Fray Ceferino, nuestro amigo común.

Así pues supongo que vuestra determinación de embarcaros con Magallanes es firme. Ya no hay vuelta atrás, puesto que si os quedáis, la ley, con todo su peso (y hasta podría decirse sobrepeso, habida cuenta de todo ese cuerpo de escribanos, jueces y leguleyos que la justicia componen), caerá sobre Vuestra Merced. La suerte pues está echada, y yo deséosla tan grande que acierte al menos a compensar el rosario de calamidades pasadas. Que Dios guarde a Vuestra Merced muchos años y le depare la mayor de las fortunas, haciéndose con la victoria.

Se despide su leal servidor y siempre fiel amigo, Héctor Marcos Rodríguez.

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