"En el cine, los americanos tienen el dinero y nosotros la Historia"
El director participa en las Jornadas de Cine Histórico de CajaGranada contando los secretos del rodaje de 'La conjura de El Escorial', donde muestra los entresijos de la corte de Felipe II
Una película acaba cuando termina el montaje. Eso dicen. Pero, si además se es el productor, termina cuando se ha recuperado la inversión. En este sentido, La conjura de El Escorial está inconclusa hasta que Antonio del Real, director y productor de la cinta, recupere los 12 millones de euros que costó. Ayer habló junto a la actriz Blanca Jara de los entresijos de la película en las Jornadas de Cine Histórico de CajaGranada.
-Dicen que si el cine fuera rentable lo harían los bancos. Usted ejemplifica esta máxima...
-La película se estrenó en septiembre de 2008. Son las rosas y las espinas de rodar una película histórica siendo una producción independiente producida por mí y sin tener detrás a Telecinco o Antena 3. Ahora, el cine está en manos de las televisiones.
-No hay más que ver la publicidad con la que ha contado 'Celda 211'...
-Celda 211, Ágora, Alatriste... Quisiera ver a mis compañeros haciendo esta película produciéndola ellos, asumiendo los riesgos.
-No le habrá dejado 'La conjura del Escorial' en la miseria...
-Un poco sí, al menos no he terminado en la cárcel, pero deteriorado económicamente un poco sí, porque a la película, pese a que se ha vendido en los países del Este y en Asia, le queda mucho recorrido hasta recuperar la inversión.
-A nivel editorial, la novela histórica es el género más rentable. ¿No pasa lo mismo en el mundo del cine?
-Es que nos pilló el principio de la crisis y fue terrible aunque estábamos en el cuarto lugar en recaudación detrás de Vicky Cristina Barcelona.
-¿Le resultó muy difícil obtener el permiso de Patrimonio Nacional para rodar en El Escorial?
-Fue muy duro. Lo he podido comprobar en mis carnes porque hace poco me llamaron unos japoneses que han hecho un documental sobre Felipe II y sobre La conjura de El Escorial. Yo hacía una especie de mezcla entre Antonio del Real y Felipe II, incluso hablaba con Carlos V y me decía que tenía que construir un panteón para los reyes. Vi las dificultades que les ponía Patrimonio para rodar. En mi caso, si bien no me dejaron hacer lo que a Sofía Coppola en Versalles, al menos pude rodar en la biblioteca, donde nunca antes de había rodado. Fue una manera de mostrar El Escorial menos conocido al mundo.
-Junto a Ana Aznar -que se casó en El Escorial- puede considerarse un privilegiado...
-No tengo nada que ver con la hija de Aznar, yo invertí mi dinero y ella no ha rodado en la biblioteca, su película es de lujo y tronío. Yo no tengo nada que ver con eso, me casé por el juzgado.
-La ganadora de la primera edición del Premio CajaGranada de Novela Histórica, Mari Pau Domínguez, también eligió a Felipe II como protagonista. ¿Qué tiene de literario o de cinematográfico este personaje?
-Bastante poco se ha hecho sobre Felipe II. Yo creo que junto con Shakespeare y Cervantes es el personaje más importante del siglo XVI. Es un rey con sus luces y sus sombras al que se le da poca importancia, aunque muchos historiadores sí se han preocupado por su figura como Manuel Fernández Álvarez. Lo que pasa es que ahora es más importante Belén Esteban que Antonio Pérez o la Princesa de Éboli.
-¿Los historiadores quedaron contentos con el resultado?
-De hecho la revista Barcarola le dedicó un número entero a la película y escribió gente como Fernández Álvarez, García de Cortázar... Y porque no estaba Gregorio Marañón...
-¿Es casi inviable hacer cine histórico que no tenga como trasfondo la Guerra Civil?
-Bueno, Alatriste abrió la brecha pero nosotros teníamos el proyecto desde antes. Si no tienes a Telecinco detrás, que ha financiado el noventa por ciento de Ágora, es imposible. Pero te van copiando, porque ahora Telecinco va a hacer una serie de dos capítulos con Belén Rueda sobre la Princesa de Éboli. Unos abren la brecha y otros entran por ese túnel.
-¿Una de sus pesadillas al rodar cine histórico es que salga un personaje con un Rolex de oro como en 'Ben-Hur'?
-Nosotros llevábamos esto a rajatabla. Incluso luego tuvimos que hacer una labor de zapa muy grande borrando cosas hasta que no hubiese un solo fallo. Se han hecho tres exposiciones sobre la ropa y las espadas que llevaban los personajes. En el cine, los americanos tienen el dinero y nosotros la Historia.
-¿Dónde hay más intrigas, en la corte de Felipe II o en el Congreso de los Diputados?
-Por el estilo, lo único es que antes no había democracia y ahora que sí la hay seguimos igual.
-¿Algún otro personaje histórico le llama especialmente la atención para gestar un proyecto?
-Sí, un personaje maravilloso, el doctor Bálmis, que salvó un montón de vidas con su vacuna sobre la viruela. Incluso había hablado con Richard Gere pero con esto de la crisis está paralizado el proyecto. De momento, mi próxima película es un thriller de crímenes en Semana Santa que rodaremos en Cazorla, en mi pueblo.
-¿Sorprendió en el mundo del cine que se embarcara en 'La conjura de El Escorial' tras filmar la comedia 'Desde que amanece apetece', con Arturo Fernández y Gabino Diego?
-Lo único que no me gusta de este película es que el Enrique Cerezo, productor y presidente del Atlético de Madrid, se empeñó en poner este título con el apoyo de Gabino Diego. Arturo Fernández y yo queríamos Los buscavidas. Me cuenta Arturo que lo paran muchos jóvenes para contarle lo que se han reído.
-Dirigió a Fernando Fernán Gómez en 'El río que nos lleva', un actor que hubiera sido imprescindible en 'La conjura' de haber vivido..
-Por supuesto, hubiese sido feliz. La pena es que como la rodamos en inglés tuvimos que hacer un casting muy particular. Pero Fernán Gómez, con esa presencia, hubiese estado impagable sin ningún género de duda.
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