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El rock combativo de Maniática resurge después de 20 años

Maniática fue un grupo difícil de adscribir a ningún movimiento fundamentalmente porque fueron una especie de anomalía espacio-temporal. De haber surgido en otra época es probable que hubiesen sido una especie de The Clash a la levantina. Por su punk-rock combativo y reivindicativo, por su posicionamiento político, por sus coqueteos con las músicas que venían de Jamaica… Y fundamentalmente por aquel disco de versiones libres en castellano de los londinenses. Pero Maniática se formaron en la localidad alicantina de Villena, una zona más inclinada en general hacia los sonidos sintéticos y tecnificados, y en fecha tan tardía para el fenómeno punk como 1986, cuando, antes de que se produjera ninguno de los consecutivos revival que viviría el movimiento, todo parecía indicar que se trataba de un género cuyos mejores días habían pasado a la historia. Entre 1987, cuando publicaron su primer single, y 1995, cuando anunciaron su disolución y, posteriormente, uno de sus miembros, Javi Chipes, encabezara Banda Jachís, el grupo publicó cuatro álbumes y se convirtió en pionero del rock urbano y de vocación punk del que tantas manifestaciones brotarían más tarde. Con un fugaz regreso en 2003, con participación en el Viña Rock de ese año incluida, Maniática se han mantenido disueltos hasta este mismo año cuando sorprendentemente su formación original ha decidido volver a los escenarios, quién sabe para cuanto tiempo. Dicen que la situación política y social de 2015 hace que sus letras estén de absoluta actualidad. El sábado noche estarán actuando en la sala el Tren con los locales Borriqueros ejerciendo de anfitriones teloneros.

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