Crítica musical

Músicas para un aniversario

  • La Orquesta Ciudad de Granada, bajo la dirección de Andra Marcon, ofrece un concierto para conmemorar el decimoquinto aniversario del diario Granada Hoy

  • Fue una noche llena de buenas sensaciones y bellos momentos musicales

Andrea Marcon dirige a la OCG en el concierto del decimoquinto aniversario de Granada Hoy.

Andrea Marcon dirige a la OCG en el concierto del decimoquinto aniversario de Granada Hoy. / Álex Cámara

Granada Hoy, nuestro diario, cumple quince años, y lo hacer con salud y visión de futuro. En los tiempos que corren, en los que lo inmediato está sustituyendo a lo relevante, seguir día a día dando más y mejor información es a la vez un logro y un reto. Por este motivo, y porque siempre es bueno tener una excusa para reunirse con los compañeros y celebrar, la pasada noche el Auditorio Manuel de Falla se llenó con sus directivos, trabajadores, colaboradores, representantes de instituciones y amigos en general para conmemorar este aniversario junto a una invitada de excepción: la Orquesta Ciudad de Granada bajo la dirección de su titular Andrea Marcon.

Desde las páginas de Granada Hoy se ha apoyado muy activamente la cultura en nuestra ciudad, una labor que ha distinguido a nuestro medio a lo largo de sus quince primeros años de existencia. Magdalena Trillo, directora del periódico, incidió en la suerte que tenemos en nuestra ciudad de tener a la OCG como uno de sus referentes culturales, y por tanto su presencia en el escenario para celebrar este aniversario era muy oportuna y deseada.

Como no podía ser de otra forma, el concierto se abrió con una obertura, la de la ópera-monólogo El poeta calculista de Manuel García. Esta obra, arriesgada y excepcional en su género, aborda las disquisiciones de un poeta que, en su mundo onírico, construye un discurso lleno de sensaciones aunque no siempre coherente.

Musicalmente demanda una gran versatilidad y dominio de la técnica en la parte vocal, pero también en la instrumental que le sigue. La obertura de El poeta calculista es un magnífico resumen de la ópera, con una serie yuxtapuesta de secciones contrastantes en las que exige de los instrumentos distintos alardes técnicos. Por ejemplo, para emular el canto errático del poeta los violines desarrollan un discurso ágil y ascendente que les lleva a los armónicos, pasaje que la sección de cuerda de la OCG resolvió a la perfección en un alarde de dificultad y dominio. Andrea Marcon, conocedor de la habilidad y ductilidad de su orquesta, articuló una versión de esta obertura dinámica y llena de contrastes.

El concierto incluyó también la Sinfonía en Re mayor de Juan Crisóstomo Arriaga, una de las obras sinfónicas más tempranas dentro del protoromanticismo español. Única sinfonía conservada del autor, la partitura es equilibrada y está llena de elementos motívicos de gran belleza. Desde el primer acorde de la introducción Andrea Marcon marcó un tempo decidido y enérgico, compensando las fuerzas tímbricas de la OCG para perfilar cada motivo melódico con la perfección de un delineante. Fue, sin duda, todo un despliegue de técnica y coherencia interpretativa. La musicalidad con la que las secciones de la orquesta fueron interpretando cada unidad temática y la calidad en el sonido extraído de sus instrumentos hicieron evidente la enorme calidad sonora de nuestra orquesta. Marcon y la OCG supieron construir el necesario diálogo melódico-armónico en cada movimiento, devolviendo a la vida esta página decisiva de nuestra historia musical.

Fue, en muchos aspectos, una noche llena de buenas sensaciones y bellos momentos musicales, en la que el que firma esta crítica se sintió orgulloso de formar parte de la gran familia profesional de Granada Hoy. ¡A por otros quince años, por lo menos!

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