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'40 años a corazón abierto': la trayectoria de un cirujano cardiaco

El cirujano jubilado del Hospital Virgen de las Nieves reflexiona sobre su profesión.

El cirujano jubilado del Hospital Virgen de las Nieves reflexiona sobre su profesión. / Archivo (Granada)

La palabra corazón nos trae innumerables resonancias sobre el mundo de los sentimientos y la afectividad. El neurocientífico António Damásio, evidencia que sentir es indispensable para conocer. Y es precisamente desde los sentimientos del autor de la obra que presentamos, que nos adentraremos en el conocimiento del apasionante mundo de la Cirugía Cardiovascular. El ejercicio de la Medicina ha ocupado innumerables páginas, literarias o ensayísticas. Es abrupta y descarnada la visión que nos ofrece el libro de Maxence Van der Meersch Cuerpos y Almas; otro es el tratamiento de la enfermedad en La Montaña Mágica de Thomas Mann, como una suerte de camino de iniciación. Entre las obras de ensayistas destacaríamos a Pedro Laín Entralgo, autor de Descargo de Conciencia, de honda franqueza, como lo es también el libro de nuestro escritor, con el que creemos acredita méritos suficientes para situarle en la gran tradición española de médicos humanistas, como lo fueron Marañón o Laín.

Entre el ensayo y la novela, podríamos considerar la obra del eminente cirujano cardiovascular madrileño, Manuel Calleja Hernández 40 años a corazón abierto. Confesiones de un cirujano cardíaco de la Sanidad Pública española. Un libro que es también lo que simboliza el corazón, un libro de sentimientos.

Una brillante trayectoria profesional, iniciada con una formación en la Fundación Jiménez Díaz y completada en EE.UU. y el Reino Unido, su desempeño en 5 grandes hospitales de nuestro país, siendo Jefe de Servicio en 3 de ellos. Autor de 5 libros y de innumerables ponencias y comunicaciones, además de publicaciones en las revistas nacionales e internacionales más prestigiosas. Constituyen la esencia de un currículum que evidencia un profundo conocimiento de la especialidad de la cirugía cardiovascular y que sitúa al autor en la mejor posición para ofrecernos un completo testimonio, veraz y emotivo sobre la misma.

Portada del libro. Portada del libro.

Portada del libro. / (Granada)

No conocemos otros libros que ofrezcan una visión tan completa del desarrollo de la vocación de cirujano cardiovascular en la Sanidad Pública Española teniendo en cuenta circunstancias sociales y personales. La estructura del libro, en sus 27 capítulos, es todo un acierto para presentarnos, de manera amena y cercana, los diferentes aspectos del mundo de la especialidad. Son dos las grandes áreas que vertebran esta obra: La dimensión humana, con historias de la vida profesional del autor y sus sentimientos sobre el desempeño de tan abnegada y exigente especialidad; y por otra parte, los del entorno del Sistema Sanitario y su organización, mejorable sin duda. Para ello el Dr. Calleja se convierte en un cronista que profundiza en todo cuanto le rodea, sin intereses partidistas, tan solo guiado por su afán de llegar a la verdad y al trasfondo de las cosas.

Un estilo elegante y fluido facilita la inmersión en el mundo de la cirugía cardiovascular. Asistimos a la historia de los apasionantes avances en la especialidad. La soledad del cirujano es algo inherente a una profesión en que las decisiones se adoptan en base probabilidades, no siendo posible la certeza absoluta en el éxito de una intervención. Las operaciones tienen el riesgo fatal de la muerte y es entonces cuando el cirujano, a quien todos han agasajado con sus éxitos, se encuentra con una desgarradora soledad. Es algo que ha de ser conocido por la población, ignorante de lo que esconde una profesión tan abnegada. Ello contribuiría a que la actual y desmesurada actitud de agresividad hacia el médico cambiara hacia una mayor comprensión.

Se trata de una especialidad que requiere gran entrega, con una intensa jornada laboral y las guardias o las llamadas nocturnas para intervenciones urgentes; operaciones largas entre ocho y catorce horas, que precisan estar descansado y en las mejores condiciones psicofísicas, para “emplearse siempre a fondo, como si estuviera ante el único paciente que va a operar en su vida”, actuando con rapidez y economía de gestos quirúrgicos y manteniendo la templanza, la sensatez y la determinación. Unas elevadísimas exigencias que en muchas ocasiones ponen al límite las capacidades de resistencia del cirujano. Sin olvidar la importancia de un buen equipo multidisciplinar, como garantía final del éxito.

Personalidades de los cirujanos

Con este libro el lector llega a tener una visión exhaustiva de lo que supone el ejercicio de la Cirugía Cardiovascular en todas sus dimensiones. Interesantes capítulos dedicados a los pacientes y la relación médico-enfermo, los maestros, las personalidades de los cirujanos, lo que supone tener un cargo de responsabilidad, la eutanasia, las enfermeras, los trasplantes y la necesidad de tener una actuación de ir contra reloj, entre otros; constituyen las teselas del más completo mosaico de la especialidad. A través de ellos el lector asiste a la revelación de los aspectos más íntimos y apasionantes del ejercicio de la Medicina.

Conocemos la evolución de una especialidad desde sus primeros tiempos hasta la actualidad y nos acercamos a los grandes cirujanos cardiovasculares de la historia, como el Dr. René Favaloro y su trágico destino; o el Dr. Castañeda.

En este libro de hondas vivencias, no faltan reflexiones sobre el sentimiento religioso provocadas por situaciones límite experimentadas por el autor y que le llevan a considerar que la ayuda al prójimo es lo verdaderamente trascendente en la vida. Aunque el autor se declare agnóstico, no podemos dejar de considerar la espiritualidad inherente en la gran satisfacción que se siente al hacer felices a los demás.

Curioso es el capítulo dedicado a las sesiones clínicas, de fina perspicacia, con trece arquetipos o modos de comportarse en las mismas, desde el erudito, prepotente, farolero, teórico…..hasta el insistente o caritativo.

Apasionantes nos han parecido aquellos aspectos de la cirugía cardiovascular que escapan a una explicación científica y nos abren las puertas hacia otros niveles de comprensión. Tal es el caso de los rasgos o inclinaciones que algunos trasplantados adquieren del donante de corazón.

En su relato, la actitud del Dr. Calleja nos recuerda a la del filósofo, que busca exponer los hechos con total veracidad para llegar a alcanzar una visión verdadera de los diferentes factores que son objeto de su fino análisis.

Desmitificación de la sanidad pública

Mención aparte merece el ejercicio de desmitificación de la Sanidad Pública Española- considerada por los medios y otros actores como una de las mejores del mundo-, señalándonos sus aciertos pero también sus deficiencias, situando el sistema sanitario en sus justos términos y destacando la excelencia de sus profesionales como una de las claves de su éxito. No le importa al Dr. Calleja ser o no políticamente correcto o derrumbar los mitos de que la sanidad española es una de las mejores sanidades del mundo. Asume con valentía las consecuencias de su actitud, sabedor de que la búsqueda de la verdad y tener criterio propio es incompatible con actitudes de complacencia y en ocasiones su precio es la soledad o la incomprensión.

El desempeño de puestos de responsabilidad en la sanidad pública muchas veces es cuestionado si se mantiene una actitud honesta, coherente y aliada con la verdad. El autor nos relata el coste que en su caso tuvo el ser fiel a unos principios a los que no pudo renunciar aún a costa de ser cesado en el cargo. Ello enaltece su condición de gran profesional y ser humano.

Trasplantes

Especialmente interesante nos resulta el capítulo dedicado a los trasplantes en el que con un estilo cercano al thriller nos narra el ritmo trepidante de las actuaciones que suceden desde la recogida, una vez notificada la existencia de un corazón para ser trasplantado, hasta la intervención y trasplante del mismo.

Son también reveladoras las reflexiones del autor al final del libro, evidenciando la gran entrega que requiere la medicina y particularmente el ejercicio de la cirugía cardiovascular, al preguntarse si es compatible con una razonable vida familiar y social. Es bueno que la opinión pública conozca que la fatiga de las largas horas de quirófano no predispone al cirujano en las mejores condiciones para el disfrute de su tiempo libre como otros ciudadanos. Y si a esto le añadimos unos sueldos muy por debajo de la media europea, no nos queda más que reconocer y admirar la gran vocación y entrega de estos profesionales.

Fernando Mesquida Garrido

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