Raíz y rebeldía

La nueva voz del flamenco andaluz Ángeles Toledano propone un nuevo cante en su actuación dentro del Festival de Granada

El Festival de Música y Danza de Granada 2025: programa completo, horarios y escenarios

Ángeles Toledano fue la protagonista del concierto en el Palacio de los Córdova.
Ángeles Toledano fue la protagonista del concierto en el Palacio de los Córdova. / José Velasco/ GPMedia
Gonzalo Roldán Herencia

Granada, 09 de julio 2025 - 11:55

El flamenco ha estado siempre presente en la programación del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, que desde su creación ha integrado este estilo, ampliando las fronteras del folklore andaluz y convirtiéndolo en música universal. Por sus escenarios han pasado las grandes figuras del cante, del toque y del baile, pero también aquellos artistas emergentes que, con el tiempo, se han confirmado como grandes figuras. Tal es el caso de Ángeles Toledano, quien presentó su primer trabajo discográfico, Sangre sucia, en el Palacio de los Córdova con la Alhambra como telón de fondo.

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Festival de Música y Danza de Granada: Ángeles Toledano. Programa: Sangre Sucia (primer álbum de la cantante). Ángeles Toledano (cante y samplers). Instrumentos: Benito Bernal (guitarra) y Manu Masaedo (batería, percusiones y samplers). Coros y palmas: Belén Vega y Sara Corea. Lugar y fecha: Palacio de los Córdova, 08 de julio de 2025.

Ángeles Toledano ha dejado de ser una promesa del flamenco actual para convertirse en un valor en alza: cantante versátil, creadora y defensora del progreso en el cante, la voz clara y elegante de la cantaora embelesó con su arte y su visión actualizada del flamenco al público del Festival de Granada. El concierto comenzó con algunos problemas técnicos, que dificultaron su actuación pero que la artista solventó con naturalidad y gracejo espontáneo. Se dirigió al público para contar sus inicios, casi por casualidad, cuando escuchó una antología del flamenco en casa de su abuela una tarde de verano. Esa casualidad, esas voces que hoy forman parte de su ideario creativo, la han convertido en quien es hoy.

Novedad

Controlando los samplers desde una Sound Box a la vez que cantaba y palmeaba, Ángeles Toledano se erigió en narradora y testigo. Su voz fue evolucionando, a caballo entre el parlamento y el quejío, que la caracterizan y forman parte de algunos temas como Araora. La guitarra ágil y fresca de Benito Bernal, suave y centrada, tejió en ese instante un colchón meditativo para el canto, y así acompañó a la cantante en un homenaje a Enrique Morente por medio de los versos de Naranja y Azahar.

Arropada por la guitarra de Bernal y las percusiones de Manu Masaedo, la artista jiennense se fue desenvolviendo en el escenario con frescura, entregando aquello que lleva dentro y que quiso traer consigo a Granada: una visión renovada del flamenco en la que las bases electrónicas, los sonidos grabados y una cuidada puesta en escena de luces y efectos conviven con el mejor cante de todos los tiempos. Temas como Soleá o Nocturna manzana, presentes en su trabajo discográfico, se entrelazaron con algunas coplas emblemáticas del flamenco, tales como Romance – colaboración de Toledano con Califato 3/4– o Donde se divisa el mar de Camarón de la Isla.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando, a modo de introducción emocional, Toledano recitó el poema de Mario Benedetti No te rindas, con tremendo sentir y gran emoción, enlazándolo con una versión de Me llama de Ketama, donde estuvo arropada por las voces de Belén Vega y Sara Corea en los coros y palmas.

Estas dos cantantes, que Ángeles Toledano considera su círculo de confianza dentro y fuera del escenario, se sumaron en varias de las canciones, confiriendo un trío interpretativo de excepción. Precioso fue el trabajo en X las niñas, y cautivadores fueron los Jaleos compartidos, donde el trío de voces se sentó al frente, a modo de improvisado tablao, para hacer lo que mejor saben: disfrutar cantando, con generosidad y alegría. Cada una de las voces tuvo su momento de esplendor: Belén Vega versionó la copla Que niña tan bonita, mientras que Sara Corea lo hizo con Dile –que popularizara Pedro “el Flamenkito”–; para cerrar los jaleos, Ángeles Toledano interpretó Mamá, tenías razón, que también se incluye en el álbum Sangre Sucia y que es todo un alegato a la maternidad. La percusión cobró especial importancia, más allá del mero acompañamiento, convirtiéndose en una voz más con ritmo propio, portadora de los dos universos que fluyen entre lo tradicional y lo experimental.

Con el tema Seguirilla, un canto íntimo y desgarrador, Ángeles Toledano puso fin a su concierto con el mismo sentimiento y buen hacer con el que lo había iniciado. Dando gracias al público por haberla acompañado, y a la formación musical que la arropa en este proyecto, la cantante interpretó una versión de Qué bonito aquella noche, un tema que grabó para su trabajo discográfico pero que no entró finalmente en Sangre Sucia. Ante la insistencia del público, que aplaudió con entrega, el conjunto interpretó por bulerías Nada ha pasado, pero todo ha sucedido.

Sangre sucia, el recital que Ángeles Toledano ofreció para el Festival de Granada, es un retrato íntimo de la experiencia femenina, relatado desde las sombras, la fragilidad y la rabia emocional, pero también desde la alegría de la amistad compartida y la fiesta. Es un trabajo lleno de honestidad, sin adornos innecesarios, una muestra clara de lo que se puede lograr cuando la tradición flamenca se atreve a mirarse con honestidad.

En un Festival que defiende lo genuino, pero también lo innovador, Ángeles Toledano deslumbró con un discurso universal, una voz comprometida y una propuesta que dialoga directamente con el lenguaje artístico del siglo XXI. Fue una noche para recordar por su coherencia, su belleza y su audacia.

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