Literatura

Cómo los cuentos del folclore eslavo llegaron hasta Sierra Nevada

  • Baba Yaga es uno de los personajes de la tradición oral y los cuentos de hadas que ha inspirado a las esculturas del municipio

Cómo los cuentos del folclore eslavo llegaron hasta Sierra Nevada

Cómo los cuentos del folclore eslavo llegaron hasta Sierra Nevada

En Bulgaria, a los niños se les cuenta que si se portan mal, vendrá Baba Yaga para llevárselos con un saco y comérselos. Es una vieja con dientes de acero que le permiten triturar los cuerpos humanos de los que se alimenta y una pierna de huesos que representa su vínculo con el mundo de los muertos. Vive en una choza sobre dos enormes patas de gallina que le permiten desplazarse por toda Rusia, el país de origen de este personaje del folclore eslavo. Ahora, muchos niños que han visitado la Alpujarra conocen también la historia como podrían conocer la del Sacamantecas. En concreto, aquellos que han pasado por Soportújar para hacerse fotos bajo las enormes patas de la casa de esta bruja.La pieza es una escultura de más de tres metros situada en el área recreativa Barranco Caliente que supera los 3 metros de altura y los 7.000 kilos de peso firmada por José Vera, escultor afincado en la localidad de Órgiva. Pero, ¿cómo ha llegado esta obra que recrea un personaje de la tradición rusa hasta un municipio de Sierra Nevada?

Hace más de una década el Ayuntamiento de Soportújar decidió poner en marcha una iniciativa a a caballo entre lo cultural y lo turístico. A partir de la historia y la rima popular –Soportújar, tierra de brujas– se empezó a desarrollar el Proyecto Embrujo, una actuación integral basada en la puesta en valor del patrimonio antropológico, natural, paisajístico y arquitectónico. La idea se basaba en la rehabilitación, mejora y enriquecimiento de diferentes lugares emblemáticos del pueblo a la vez que se iban tematizando en torno a la identidad antropológica de ser Tierra de Brujas.

La próxima pieza será la Casita de Chocolate del cuento de los Hermanos Grimm

Manuel Romero, alcalde de Soportújar y concejal de Cultura cuando se puso en marcha la iniciativa, explica que la idea de dar cabida a brujas de tradiciones de todo el mundo viene de un cónclave que tenía lugar en la localidad alpujarreña una vez al año. Aunque algunos achacan el sobrenombre de brujos con los que se conoce a sus habitantes al periodo posterior a la Rebelión de la Alpujarras, cuando en Soportújar fue repoblada por colonos del Norte de España y se hablaba de aquelarres, meigas y rituales de noches oscuras, Romero señala el papel de la mujer en las zonas rurales y al papel de la Inquisición.

Escultura de Baba Yaga Escultura de Baba Yaga

Escultura de Baba Yaga / B. R. (Granada)

En esos pueblos en los que la distancias, la orografías y las circunstancias implicaba que no se pudiera contar con las atenciones de un médico, las mujeres desempeñaban el rol de parteras y curanderas, oficios que se transmitían a través de la práctica y la observación directa de generación en generación.

Cuenta Romero que la situación de Soportújar, en plena montaña pero con vistas al mar, convirtió a la localidad en un lugar ideal para reunir a ‘brujas’ de toda Europa en las cuevas del municipio. Ese fue el punto de partida de la iniciativa: la recuperación de ese espacio, aunque lo costoso de la inversión hizo que se tuviese que posponer y hasta la fecha se ha recuperado sólo la parte exterior de la misma, convertida en el la Cueva del Ojo de la Bruja. El lugar se ha ambientado con los útiles propios de la hechicería y en su interior se ha instalado la estatua de una joven hechicera.

Este cónclave europeo es el punto de apoyo que abrió el municipio a tradiciones del folclore de toda Europa, desde las eslavas como Baba Yaga a las narraciones populares celtas o las mismas meigas gallegas. Pero no sólo a historias de la tradición oral, también a las brujas de los grandes cuentos de la literatura universal con la única premisa de soslayar todo lo que supusiese magia negra. “La Casita de Chocolate será la próxima en sumarse”, adelanta Romero sobre la próxima atracción basada en el relato de los Hermanos Grimm. Así, se han ido sumando esculturas repartidas por los lugares más significativos del municipio, rebautizados para la ocasión con nombres como la Fuente de las Brujas, del Dragón o la Era de los Aquelarres.

El boca a boca, las fiestas temáticas municipales y las fotos en redes sociales junto a las esculturas de José Vera han hecho el resto en la campaña de publicidad de este municipio de poco más de 300 habitantes convertido en uno de los enclaves más mágicos del Sur de Europa.

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