La leyenda viva más importante de la guitarra española llenó anoche el Teatro del Generalife para cerrar los Festivales de Música y Danza, aquellos que visitó en 2004, hace ya casi una década. Había mucha expectación, y las entradas se vendieron de forma fulminante en el mismo momento que salieron a la venta. Hasta el último día eran muchos los que se acercaban a la taquilla del Festival para ver si se había quedado algún asiento libre, pero sólo los más rápidos pudieron disfrutar anoche de la mágica interpretación de Paco de lucía, que no defraudó en absoluto.

De Lucía estuvo acompañado por Alain Pérez al bajo, Antonio Serrano Dalmas en la armónica, Antonio Sánchez Palomo en la segunda guitarra, 'El Piraña' en la percusión y el bailaor Antonio Fernández Montoya 'Farru'. Los cantaores fueron el motrileño David de Jacoba y el cordobés Antonio Flores Cortés 'Rubio de Pruna'. El flamenco en estado puro que emergía de la guitarra del maestro se mezclaba y dialogaba con los diferentes timbres de su agrupación, llenando el Generalife de virtuosas notas y del sabor más profundo de Andalucía, ortodoxo y renovado a partes iguales.

Paco de Lucía clausuró de forma magistral el ciclo Acordes del Milenio, por el que han pasado artistas de la talla de José Mercé, Dorantes o Israel Galván. También le correspondió cerrar el Festival al completo, poniendo el broche de oro a la cita más importante del año entre Granada y la música, que este año cierra el telón con las seis cuerdas del gran maestro, leyenda pasada, presente y futura del flamenco.