"No sé si yo descubrí el flamenco o el flamenco me descubrió a mí"

El músico estrena esta noche el proyecto 'Djinn' en el festival Jazz en la Costa y recibe la Medalla de Oro de la Ciudad de Almuñécar

Enrique Novi Almuñécar

17 de julio 2016 - 05:00

Por su compromiso ético y estético, por su incorruptible dedicación a la música, por su humildad y su talento y por los hallazgos que desde hace cuarenta años ha regalado a los aficionados, tanto del jazz como del flamenco, pocos artistas se merecen más que el madrileño Jorge Pardo el premio anual que entrega el Festival de Jazz en la Costa, cuyo programa central inaugura esta noche de domingo. El veterano festival tropical reconoce cada año a un artista de talla mundial, y nombres como los de Kenny Barron, Chucho Valdés, Enrico Rava o Elaine Elias le han antecedido en recibir esta Medalla de Oro de la Ciudad de Almuñécar, que queda reflejada para la posteridad en el camino del 'Bulevar del Jazz' del Parque El Majuelo, sobre cuyas baldosas quedará estampada su firma. Asiduo tanto de Jazz en la Costa como de su hermano mayor, el Festival Internacional de Jazz de Granada que se celebra en otoño, en este concierto Jorge Pardo interpretará por primera vez en directo un proyecto inédito que se denomina Djinn y que se publicará a finales de año. En él, que supone toda un primicia mundial, incorpora sonoridades electrónicas como el sampler y el scratch a cargo de Dj Toner y cuenta con la voz invitada de la cantante Alana Sinkey.

-Parece clara en su biografía su llegada al grupo de Paco de Lucía, pero en aquellos 'turbulentos años musicales' de la transición, ¿cómo fue su descubrimiento del flamenco?

-Lo cierto es que no tengo claro si yo descubrí el flamenco o el flamenco me descubrió a mí. Me encantaban Lole y Manuel, Paco y Camarón, Pepe Habichuela y Morente por su arte y su cercanía generacional, y a pesar de no tocar un instrumento de esa tradición me atreví a formar parte de ese sonido.

-De la bossa, la canción de autor con su hermano, algo de rock incluso pasó la flamenco… y a la música andina e india. ¿Cabe todo acercamiento en este encuentro de músicas y culturas?

-En la historia del arte siempre hay un revoltijo de culturas, los artistas somos, por regla general, gente inquieta que no se asusta de traspasar fronteras. Mi hermano Jesús fue uno de mis compinches en traspasar estas fronteras. Desde entonces parece que hablo más con mi música al alma de las personas que a otra cosa.

-¿Y tiene fondo? ¿Se puede llegar a saturar por exceso de mezcla?

-La esencia nunca satura, solamente el exceso de azúcar o fuegos artificiales puede indigestarse.

-Usted pertenece a una generación hasta cierto punto autodidacta y pasional. Las posteriores han tenido una mayor cantidad de posibilidades de aprendizaje. ¿Cómo ve las siguientes 'promociones tituladas' del jazz español?

-El arte puede surgir en un estercolero o en los jardines de un palacio, no entiende de posición social o ilustración. Un ilustrado puede ser un artista o un petardo, un podrío puede ser un artista o un petardo, nada cambia.

-Me gustaría preguntarle por dos encuentros concretos con artistas de Granada: El Niño de las Pinturas y Dj Toner.

-Siempre me atrae la gente que es activa, con imaginación y compromiso con su arte y con su vida.

-El proyecto 'Djinn' dicen que es de 'metaflamencogroove'… ¿En qué consiste?

-Es bien conocida mi querencia por el cante flamenco, me parece que hay mucho por desarrollar en torno a ello. Las fronteras del flamenco se mueven cada día, hay muchos artistas trabajando en todos sus puntos cardinales. Lo cautivador es llegar a su esencia y poder viajar con esa esencia lo más lejos posible.

-Usted afirma haber plasmado en 'Historias de Radha y Krishna' el sonido de la ciudad, tal y como usted lo oye ahora mismo. ¿Es una reivindicación de la fusión, una corriente que por su propia definición ha de permanecer en constante búsqueda?

-Soy un artista permeable a lo que veo y a lo que oigo, aunque muchas veces entre en contradicción, cuento lo que me sale de… ahí.

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