Exposición XVI Salón Internacional del Cómic

"Hay más dibujantes que lectores"

  • El dibujante granadino Francis Porcel resume en la Escuela de Arte de Granada sus proyectos más personales de los últimos 10 años mientras trabaja en Kandor Graphics en la creación de 'Goleor'

"Barcelona está por delante de Granada en el cómic porque es más grande y hay más gente, pero hay un montón de granadinos trabajando allí, en proporción no sé qué ciudad es más importante". Es la impresión del dibujante granadino Francis Porcel, que se formó en la Escuela de Arte de Granada y que posteriormente estudió en Barcelona, donde compartió piso con otro dibujante granadino sobradamente preparado, Kenny Ruiz. Este bagaje personal lo muestra en la exposición Francis Porcel, 10 años de cómic, que ayer inauguró en la Escuela de Arte de Granada y que forma parte de la programación del XVI Salón Internacional del Cómic de Granada.

¿Cómo se ha formado en Granada esta generación que integran otros dibujantes que triunfan fuera de España como Juanjo Guarnido y Javier Recio? "Pues no lo sé, no hay mucha industria, no hay lectores, apenas hay tiendas, pero sí hay mucha afición, hay más dibujantes que lectores", concluye Porcel con humor.

Y además está el paraíso Kandor Graphics, donde trabaja desde hace seis años en proyectos de éxito como El lince perdido y La dama y la muerte (que obtuvo en 2010 un Goya al mejor cortometraje de animación). Actualmente trabaja en el proyecto de Goleor. "Es un sueño y da cosa ver cómo va el mundo y verte en tu pequeña isla confortable, parece que no es justo, pero hemos tenido suerte en la vida y podemos vivir de esto", continúa.

Pero cuando termina su horario 'de oficina' comienza su trabajo más personal que protagoniza la exposición, donde recopila sus creaciones desde que salió de la Escuela de Cómic de Barcelona. "Es un trabajo que de alguna manera está en la sombra porque en España no soy muy conocido, pero no me ha hecho falta promoción porque no me falta el trabajo, no me he visto en la necesidad", continúa con sinceridad. "Este año se han acordado de mí en la Escuela de Arte Granada porque llevo ya años publicando, pero en Francia, Bélgica y Canadá". Respecto a su trabajo destacan sus escenarios antes que un personaje concreto. Por eso trabaja a gusto en el mundo de la animación, imaginando decorados. En la exposición hay una selección de sus páginas más significativas, y más que un héroe o una heroína determinados el espectador encontrá la evolución gráfica de un autor que se ha ido adaptando a cada historia usando un grafismo distinto. "Intento meter mucho detalle pero que no quede abigarrado, que siempre haya una lectura muy directa, muy legible, porque los detalles que aporto intentan dar realidad al lugar, meter elementos costumbristas para dar realismo más que espectacularidad", detalla.

La primera parte de la exposición se centra en su primera época como dibujante en la obra La ciudad de los Muertos, "con un mundo fantástico retrofuturista donde una gran ciudad de estilo victoriano ha quedado sumegida bajo los aguas, con una estética que recuerda a las historias de aventuras de los años 50".

El siguiente paso de la exposición lleva a Reality Show, que parte de un guión de Jean-David Morvan y tiene como protagonista al policía Norman K. Barron. Es una historia ambientada en un futuro no muy lejano "en el que la sociedad está pendiente de la televisión y los realitys". La obra cuenta con dos escenarios: la ciudad de Barcelona dentro de 50 años y Granada en la misma época. "He imaginado Granada a mi capricho, no he intentado hacer una predicción y me he imaginado una muestra de lo moderno y lo antiguo, una mezcla a lo Blade Runner pero con elementos de nuestra cultura". ¿Cómo debería ser? "Bueno, aquí se está tendiendo mucho al cubo y las explanadas de cemento pero yo he apostado por una especie de vuelta al neoclásico, como si las estéticas hubieran dado muchas vueltas y hubiese quedado como resultado una amalgama futurista".

Al final de la muestra aparece su trabajo en Les Folies Bergère, una obra en la que continúa trabajando en la actualidad y que trata sobre la Primera Guerra Mundial y la vida en las trincheras, "cuando el hogar es una zanja en la tierra con miseria, barro, orina...". En resumen, 10 años de trabajo de Francis Porcel, un dibujante feliz.

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