El director de cine Fernando Franco se acerca a la muerte desde la contención

Efe

San sebastián, 28 de septiembre 2017 - 02:43

El Festival de San Sebastián recibió con un nudo en la garganta y un respetuoso aplauso Morir, la segunda cinta de Fernando Franco, que se dio a conocer con La herida y que de nuevo mete el dedo en la llaga del dolor, esta vez íntimo, inexorable, privado: el de una pareja que se ama.

"Me interesaba retratar una relación que no fuese estándar, sin fisuras, sin grises, blanca o negra, intentando ser riguroso, sin caer en el melodrama, desde el respeto, la contención y la coherencia. No hay un happy end, pero es la vida que sigue", indicó Franco en la rueda de prensa organizada por el Zinemaldia.

Morir habla de una pareja, Luis y Marta, que recibe una terrible noticia, la irrupción de una enfermedad y, de repente, se paralizan sus vidas, se acaban sus proyectos, se quedan solos. La película es un repaso profundo en una hora y cuarenta minutos de la metamorfosis de una pareja a partir del retrato psicológico de sus miembros.

Morir, seleccionada como proyección especial dentro de la sección oficial, pero sin opción a la Concha de Oro, es una historia de amor y dolor que adapta la novela homónima de Arthur Schnitzler, un best seller que Fernando Franco ha limado hasta no dar respiro al espectador.

Marian Álvarez, ganadora de Concha de Plata a la mejor actriz en 2013 por La herida, que también se llevó el Premio Especial del Jurado, asegura que, después de la "intensa experiencia" que fue aquélla, tras Morir no puede evitar sentirse afortunada. "Que te lleguen personajes así una vez es una suerte, pero que te lleguen dos mujeres tan poderosas y con tanta profundidad es maravilloso. Ha sido una experiencia dura, pero enriquecedora, de manera personal y como pareja".

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