El director de cine Miguel Hermoso vuelve a Granada con su primera novela 'Noche cómplice'
Literatura
Se trata de la historia de Lucas Moreno, un respetado periodista granadino cuya vida se desmorona a causa de la misteriosa aparición que experimenta una noche de abril en la pasarela sobre el Genil
"Dejaron de llamarme para hacer películas y aquí está esta humilde novela de un humilde director de cine"
De adolescente, Miguel Hermoso, soñaba enfebrecido con historias que siempre transcurrían en su ciudad. Y cuando aquellos sueños parecían diluidos entre los perdidos pliegues de la memoria, le ofrecieron la posibilidad de rodar en su legendaria Granada. Y no rodar cualquier cosa, sino nada más y nada menos que La luz prodigiosa, una historia sobre la tragedia de Lorca, palpitante, apasionada, inquietante y misteriosa, que exigía un vigoroso ritmo narrativo y vibrante hasta un final verdaderamente sobrecogedor. Una bellísima historia, llena de amor... y de humor y que le había llegado en el momento justo. Afortunadamente, aunque estuvo tentado de hacerlo, no fue capaz de darle la espalda, porque solo esa película puede justificar toda una vida.
20 años más tarde, Miguel Hermoso, vuelve a Granada, como canta su tocayo Miguel Ríos, aunque esta vez no lo hace con un rollo de película, sino con su primera novela debajo del brazo. Noche cómplice, una historia de intriga y misterio, sobre la que nuestro paisano habló con Granada Hoy. No quiere adelantar demasiadas cosas, precisamente para salvaguardar, tanto la una, como el otro. "Una humilde novela de un humilde director de cine", según la describe su autor, aunque muy probablemente equivoque en cuanto a la humildad de su ópera prima, que tiene todos los mimbres para convertirse en un éxito, al igual que lo han sido sus obras cinematográficas.
Noche Cómplice, gira en torno a la historia de Lucas, un periodista, prestigioso y bien considerado en Granada, cuya ordenada y estructurada vida se desmorona, a partir de lo que ocurre una madrugada de abril, cuando se encuentra en uno de los puentes sobre el río Genil.
Hermoso ambienta la historia en su ciudad, que es la nuestra, porque dice que Granada tiene un componente de misterio que le va muy bien a una novela sobre el amor, o mejor dicho, sobre el amor loco al estilo de la nouvelle vague de los años sesenta.
Miguel, que pasó su infancia y juventud en Granada, considera que la nuestra es una ciudad muy curiosa, "con su parte musulmana y su parte cristiana, especialmente carca y cerrada, incluso geográficamente" y cree que esa dualidad influye muy mucho en los granadinos.
Como afirma su autor, Noche cómplice es una historia de Granada "sin la Alhambra y sin malafollá" y, como seguramente muchos se preguntarán, Miguel no la ve llevada al cine, por la sencilla razón de que le resulta muy difícil imaginar lo que ha escrito trasladado a la gran pantalla; al menos él no la dirigiría, recordando así lo que le ocurrió con su obra maestra, la Luz prodigiosa, cuyo guion fue escrito por él, basado en la novela del mismo nombre de Fernando Marías, quien cuando fue preguntado por cuanto se parecía su novela y la película, contestó que absolutamente nada, precisamente porque él entregó su novela a Miguel para que creara una película de ella.
Licenciado en Derecho y titulado en Dirección por la Escuela Oficial de Cinematografía, cuando le preguntas a Miguel Hermoso que cual es su profesión, él te contesta que la de narrador, porque en ella asegura que "nunca te sentirás solo" y además añade que todos los narradores-guionistas del mundo, tienen que ir, al menos una vez en la vida, a la Plaza de la Jmaa el Fna de Marrakech, Patrimonio de la Humanidad y lugar donde se desarrolla la vida pública de aquella maravillosa ciudad, tanto de día como de noche. Y tienen que ir "para ver como los narradores ambulantes, cuyos ingresos diarios dependen de lo que le guste a sus espectadores la historia que les va a contar, son capaces de captar la atención de público hasta el final de esos relatos, ya que si el respetable se aburre y se va antes del final de la historia, el narrador no recibirá ni un mísero dirham".
En la dualidad entre narrador y cineasta, Miguel Hermoso nos confiesa que jamás ha disfrutado de un rodaje, "he sufrido muchísimo -dice- porque es muy complicado dirigir una película cuando tienes las imágenes en tu cabeza y siempre te falta algo". Quizás ese escenario haya cambiado para el Miguel novelista, porque en esa faceta, tal y como le reconociera su amigo, el gran García Márquez, es posible, como le ocurría al Nóbel colombiano, "escribir una novela en siete semanas y necesitar cinco años para corregirla".
Seguro que Noche cómplice no va a ser la única obra literaria de Miguel Hermoso, porque aunque asegura que él vale "lo que valga su última novela", esta obra tiene los ingredientes necesarios para convertirse en un todo un éxito que recompense a la editorial Atlantis la confianza que ha depositado en nuestro paisano y fundamentalmente, porque Miguel es, sobre todo y ante todo, un espléndido contador de historias, ya sea en la pantalla, o en las páginas de un libro y por eso, seguro que nos las seguirá contando durante mucho tiempo.
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