El drama lorquiano de la esterilidad

Concha Medina es una de las actrices de Teatro para un Instante acostumbrada a mudar de piel cada semana. Este domingo se mete en el drama lorquiano Yerma, interpretando a la atormentada mujer por la que pasan los años sin quedarse embarazada. No es su caso, ya que tiene un niño de 12 años, pero Medina resalta que Lorca "sabe captar en palabras la grandeza de llevar un bebé dentro y la angustia física cuando se es estéril". "Lo principal en esta obra es que se entienda su palabra, con decir su texto de forma clara y natural ya se tiene mucho avanzado", continúa la actriz aunque, escuchando la dicción de muchos jóvenes intérpretes de éxito en series españolas, no es algo tan fácil como ella lo expresa.

Yerma tiene una mayoría de mujeres en el elenco, "lo que da pie a muchos debates entre nosotras sobre la maternidad". "Siempre será una obra de actualidad aunque ahora es diferente porque parece que si no tienes niños no pasa nada, pero antiguamente, en un ámbito rural, una mujer que no se desarrolla en lo laboral y no tiene hijos era un drama". Así que Yerma refleja la presión social de la casada a la que se le pasaban los años sin tener niños. "Antiguamente no se abordaba con claridad de quién era el problema. Imagínese en el ámbito rural decirle a un hombre que es él el estéril, el que no puede tener hijos", cuenta Medina que, por contra, resalta que Lorca consigue expresar la alegría del bebé. "Pienso en cómo Lorca observaría a las mujeres de su familia para captar esto tan bien".

Y en su inmersión en el mundo lorquiano, Concha Medina se plantea por qué un hombre decide hacer una obra sobre la esterilidad. "Es un hombre emamorado del universo femenino, donde encuentra mucha riqueza de matices, un universo inmenso pero muy constreñido, lo que da mucho conflicto", señala.

Concha Medina lleva trabajando en Teatro para un Instante desde que comenzó el proyecto García Lorca Teatro hace 11 años. Al ser una compañía de repertorio, los protagonismos van cambiando y todas alternan sin asomo de ego papeles principales y secundarios. Hace la Zapatera prodigiosa, Martirio en La casa de Bernarda Alba, una de las tres mujeres de Mariana Pineda, canciones y poemas, Cristinica en los entremeses de Cervantes, Azofaifa en La venganza de Don Mendo... En el caso de La Zapatera, que ya ha interpretado en más de cien ocasiones, sólo tiene que repasar el texto mentalmente antes de cada actuación. Yerma se estrenó hace algo más de dos años y ya se ha representando más de veinte veces, en una ocasión en un congreso sobre la fertilidad. "Es una temática de ayer y hoy que requiere una reflexión sobre las emociones que el autor quiere poner en el personaje", insiste la actriz que estudió Periodismo y que trabajó en distintos medios de comunicación de Málaga. Pero le salió más trabajo en el teatro, algo paradigmático en dos profesiones en continua crisis. "Tenía un hijo y los horarios eran más compatibles con el espectáculo que con la prensa, así que aceptó una oferta de Teatro para un Instante", confiesa. Así que la interpretación le daba una estabilidad y unos horarios razonables que no le ofrecía el periodismo, "también porque Teatro para un Instante es una compañía entrada en la ciudad y la provincia", que no hace giras de meses ni recorre las carreteras más secundarias.

Pero esto no significa que no sea una persona con múltiples inquietudes. De hecho, es cantaora profesional, un arte que "tiene un pie en la luz y otro en la sombra". En este palo tiene diferentes proyectos personales que le sirven para tomar las riendas de su personaje principal: Concha Medina.