Acostumbrados a que el hip hop que se suele escuchar por aquí es fundamentalmente nacional, con sus particularidades y su idiosincrasia, sus luces, algunas, pero también con sus muchas sombras, básicamente el escaso bagaje de la mayoría de intérpretes y un flow en casi todos los casos como poco deficiente, la presencia de Mobb Deep debe ser considerada un acontecimiento de máxima importancia, palabras mayores. Junto a figuras como Notorious B.I.G. o Nas, Mobb Deep constituyen la piedra fundacional del hardcore rap de la Costa Este norteamericana de los años noventa, cuya influencia sobre todo el que vendría tras ellos en los siguientes veinte años es mundialmente reconocida.

Se trata de un dúo formado por Albert Johnson, artísticamente conocido como Prodigy, y Kejuan Muchita, un mc y productor que usa el alias de Havoc. Procedentes del populoso barrio de Queens, en Nueva York, se conocieron siendo compañeros en una escuela de artes gráficas de Manhattan. Fascinados por el hip hop de la era dorada de los ochenta, deciden intentarlo por su cuenta y en 1993 graban un primer álbum, Juvenile Hell, tras fichar por el sello 4th & Broadway. Con el disco no ocurren demasiadas cosas aunque sí les vale para firmar con Loud Records, que un par de años más tarde publica The Infamous, un disco histórico que contenía Shook Ones Pt. 2, glorioso tema que se convertiría en un himno de las calles neoyorquinas durante la era dominada por el hardcore rap, la segunda mitad de los noventa. Además, el tema sirvió de puerta de entrada a un álbum impecable, duro y sin concesiones que contaba con toda su crudeza la historia de un crimen en las calles de Nueva York.

El éxito de su propuesta fue tal, que prácticamente acabó por devorarlos, pues sus siguientes discos fueron fagocitados por la multitud de artistas de rap que mirándose en ellos, llevaban aún más lejos sus planteamientos. Con la llegada del siglo XXI Mobb Deep comienza a sentir el desgaste de su propuesta, y nada de lo que intentan parece funcionarles. Ni las aventuras en solitario de sus dos miembros, ni la apertura estilística que ensayaron con Infamy, en el que coquetean con el R&B… Ni siquiera el hecho de ser diana de las burlas de un personaje como Jay-Z consigue devolverles su prestigio y popularidad, y para colmo su compañía, Loud Records, entre en quiebra. Su recuperación llegaría a partir de 2005, cuando el sello de 50 Cents, G-Unit, los fichó y les dio a conocer a un público más joven que no había vivido su momento de gloria en los noventa. Y aunque Prodigy tuvo que cumplir una pena de tres años de prisión en 2008, hecho que puso en peligro la continuidad del grupo, finalmente volvieron el año pasado con un nuevo álbum, The Infamous Mobb Deep, que los ha devuelto a la primera línea. Esta noche en la Industrial Copera, historia viva del rap.