La educación audiovisual
Yolanda Cruz, periodista y guionista, explica en sus clases la fuerza del cine y las series como método educativo
El profesorado debe estar formado a la hora de utilizar productos audiovisuales en sus clases
Aunque actualmente reinen en taquilla los blockbusters cargados de acción, las comedias llenas de estereotipos o el cine de evasión y palomitas, las películas no son solo simples objetos de entretenimiento. Hay funciones muy interesantes que no se tienen en cuenta por ocultarse entre imágenes sin significado más allá de generar espectáculo de fácil digestión. ¿Por qué no utilizar una película o cualquier producto audiovisual con una finalidad educativa? Así lo cree Yolanda Cruz, periodista y directora del festival Visualizame que busca promover la igualdad a través del arte. En una de sus clases magistrales ofrecidas en la Facultad de Comunicación y Documentación de Granada, insiste en la posibilidad de utilizar el cine como recurso educativo de gran valor.
Para Cruz, "el cine es una herramienta educativa óptima sin limitación de la disciplina en la que se emplée". Así, la creencia de que solo las producciones históricas son válidas en la enseñanza queda derogada porque "no hay limitaciones, el cine o el audiovisual en general, puede ser una herramienta educativa" en cualquier disciplina siempre que se sepa utilizar correctamente.
En 2014 se estrenó en cines La Teoría del Todo, película que narra una parte de la vida de Stephen Hawking, uno de los astrofísicos más célebres de la Historia. La producción mezcla una historia de amor con la narración de algunos de los momentos más importantes de su vida, tales como la búsqueda del origen del Universo, logrando el equilibrio en una producción que se llevó múltiples premios que reconocían su calidad. Por otro lado, Martin Scorsese contó el inicio del cine con la invención del cinematográfo gracias a su película La Invención de Hugo, un giro en la carrera del cineasta que logró tratar una de las mayores innovaciones tecnológicas de la Historia con una fábula única.
En estos temas se mezcla el concepto de Historia con el de tecnología, ciencia o astrofísica. El cine, en definitiva, cuenta una historia que puede estar basada en la realidad. Pero siguen existiendo incontable número de ficciones que no tienen su base en el presente, sino que buscan indagar en un futuro desconocido en base a teorías corroboradas pero que no han podido ser comprobadas. Christopher Nolan se adentró en el desconocido mundo de los agujeros negros y los agujeros de gusano gracias a Interstellar, con una resolución que cae en el sentimentalismo puro, pero tratando hipóstesis de gran calado en la comunidad científica.
El cine, al final, esconde contenido educativo que si es tratado correctamente, permite una forma de enseñar materia que de otra manera sería complicado de comprender por parte del alumnado. "Es responsabilidad de los profesores darle un empleo educativo y de consumirlo con criterio en el caso del espectador", explica Yolanda Cruz sobre la probabilidad de que cualquier película pueda ser utilizada en una clase tradicional.
Sobre el uso del cine como recurso educativo, explica que, en el caso de los estudiantes más pequeños, "hay trabajos estupendos en animación que han sido diseñados para la enseñanza de la Historia o de la Biología, como las diferentes sagas deÉrase una vez..., una serie animada de la televisión francesa de 1978 dirigida por André Barillé". Esta 'franquicia' de series de dibujos trasladaban al espectador por el interior y exterior del cuerpo humano, mostrando con recursos estéticos muy logrados cómo funcionaba el complicado organismo del hombre; en otra tanda de episodios, se adentraban en el mundo de los grandes inventores, mientras que en otra etapa se explicaba el extenso periodo de la Historia de nuestro planeta que en los colegios se aprende de forma densa y aburrida.
Quizás Érase una Vez es una de esas series que entrarían dentro del género educativo como tal, género que para Yolanda Cruz existe. "El cine en sí es educativo, o puede serlo", todo depende del trabajo que haya detrás. Un trabajo que depende en parte de los documentalistas, ya que "es una parte de la preescritura imprescindible; es cierto que muchas películas, incluso grandes producciones, no la tienen muy en cuenta y tiene que cuidarse". No son pocas las películas encajadas dentro del cine histórico que presentan fallos de documentación bastante graves.
Pero en los centros docentes el cine no termina de ser implantado en las guías del profesorado, y las asignaturas siguen impartiéndose en gran parte de forma tradicional. El cine queda relegado a un segundo plano, casi como un regalo o un descanso de la teoría pesada y complicada que cada vez más llena los libros de texto. Sobre los deseos de Yolanda Cruz, la periodista querría que "el audiovisual se empleara como recurso educativo en esas edades tan tempranas; sería un alivio pensar que estamos a la espera de ver crecer generaciones de estudiantes con criterio y capacidad para distinguir su mirada, de la del realizador del producto audiovisual".
Quizás una de las mayores taras a la hora de utilizar cualquier tipo de producción audiovisual en la enseñanza sea la construcción de personajes o historias mediante estereotipos. Yolanda Cruz, conocedora de primera mano del tema gracias a su faceta como guionista, opina que el audiovisual puede ser a la vez una herramienta educativa, y un canal de transmisión de estereotipos y conductas normalizadas, "ya que depende de los conocimientos de uso de que disponga el educador, y de la competencia del público".
Así, hay películas que representan mediante estereotipos situaciones como el acoso sexual o el bullying. Cobardes, del director José Corbacho, se adentra en el duro mundo del acoso escolar para ofrecernos una imagen estereotipada del típico abusón de instituto, del acosado inmerso en problemas familiares, y de un entorno que no acaba por comprender la gravedad del tema. Sobre el uso de estereotipos en tramas como la que presenta Cobardes, Yolanda afirma que se pueden utilizar "para detectarlos y generar una reflexión sobre ellos en los estudiantes".
Si al final la literatura funciona en el ámbtio educativo, ¿por qué el cine no aprovecha sus posibilidades? Yolanda Cruz lo tiene claro, se queda con ambos medios de aprendizaje, ya que "los libros requieren de un esfuerzo por parte del lector", pero la posibilidad educativa si se sabe utilizar es tan amplia que ni literatura ni cine se enfrentan entre sí. Queda un mundo por descubrir y en la docencia está el futuro para buscar una nueva forma de educar, un método de enseñanza más activo, con más participación del estudiante a la hora de visualizar contenido audiovisual que le enseñe mediante imágenes ideas y conocimientos que de otra forma no podría adquirir.
Las películas Disney en los centros escolares
En muchos centros escolares se utiliza la animación para inculcar valores y conocimientos en niños de 3 a 5 años. Uno de los recursos más utilizados es la proyección de películas Disney, que desde hace un tiempo están en boca de todos por el simbolismo utilizado en algunas escenas. Yolanda Cruz cree que hay que enseñar a utilizar estas películas para proyectarlas correctamente, puesto que hay "cantidad de mensajes no solo machistas que consumen sus hijos, mensajes que, no son sino ideología, un pensamiento que va a ocupar un papel de peso en el desarrollo de su personalidad. De alguna manera, buena parte de la educación sentimental de esos niños va a ser adquirida a través de esos productos audiovisuales". Es uno de los puntos en los que más incide la periodista y guionista, ya que es deber de los profesores el utilizar correctamente el cine con un valor educativo. Por, la sobreexposición sin control de los pequeños a productos visuales a edades tempranas no es buen método.
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