Hubo un tiempo en el que casi todo el circo adaptado al siglo XXI parecía reducirse al modelo del Circo del Sol. Emilio Aragón y Productores de Sonrisas han unido fuerzas para demostrar que hay otra fórmula posible, una con sello made in Spain. El resultado ha sido Circlassica, el sueño de Miliki, que puede disfrutarse hasta el domingo en el Palacio de Congresos de Granada y que este viernes ya dejó constancia de que es una fórmula de éxito asegurado . Un tipo de espectáculo entre el clasicismo de los grandes circos tradicionales europeos y el encanto del musical actual -que vive una época dorada- con los grandes temas de Los payasos de la Tele como leitmotiv. Unas canciones que forman la banda sonora de tantas generaciones de españoles que algunas tal vez solo sabrán su origen por búsquedas en Google aunque hayan cantado en muchas ocasiones las letras de Feliz en tu día, Susanita tiene un ratón o el clásico Hola, don Pepito. 

Los dos personajes de ese tema son los protagonistas del espectáculo con el que Emilio Aragón (Milikito para los veteranos y el presentador de Vip Noche además de presidente honorífico en los orígenes de La Sexta para los de mediana edad) rinde su homenaje a su padre, Miliki. Un tributo a su progenitor pero también al mundo del circo y a todos aquellos niños que un día soñaron con ser artistas. 

Argumento

Por eso el protagonista del espectáculo es un niño que da vida a un Miliki de 7 años que fantasea con ser payaso. Su deseo es hacer reír a la gente y componer canciones y así conocer el mundo cantándolas en su maravilloso circo. Una noche escribe su deseo en el Libro de todos los Viajes, y después se queda dormido. El poder de su deseo es tan fuerte que su mundo se transforma en una carpa por la que desfilando varios de los mejores artistas del género.

Ese es el hilo conductor que va enlazando así espectaculares números de acróbatas, malabaristas y trapecistas que actúan en su universo onírico haciendo alarde de algunas de las propuestas más impresionantes de las artes circenses actuales. Y es ahí donde reside el gran acierto de la propuesta que dirige Emilio Aragón: el espectáculo funciona igual para los que se conocen las canciones por edad como para los pequeños que van por primera vez al circo y contienen la respiración con cada pirueta más arriesgada que la anterior, cada voltereta en el vacío, cada cabriola contorsionando el cuerpo en una exhibición de elasticidad a la altura de un atleta olímpico.  

El número de los patinadores es uno de los más emocionantes de 'Circlassica'.

Y entre esa galería de gimnastas se intercalan las actuaciones de esos dos personajes requetefinos y medio chiflados, Don Pepito y Don José, que despiertan a Miliki para guiarlo en su viaje y protagonizar números de clown divertidos a la par que tiernos, como ese original concierto de campanillas con cuatro espectadores como improvisados músicos con el que se empieza a cerrar el espectáculo.

Ellos son sus maestros en el arte de la comedia para que pueda cumplir su sueño y conseguir su ansiada nariz de payaso. Un camino lleno de luz y color en el que sólo tendrá que sortear un pequeño bache bache: Astracán, el príncipe de la anti comedia, quien intentará desviar al pequeño Miliki del recorrido trazado por sus tutores artísticos y que no es otro que el del trabajo y el esfuerzo constante.

El resultado son dos horas de fantasía en estado puro que, a pesar de su larga duración para un montaje familiar, mantienen en vilo a niños y adultos. No en vano Circlassica llega a Granada avalada por el éxito conseguido en Madrid, con 200.000 espectadores. También por el respaldo de una producción de lujo de la mano de los creadores de Circo Mágico o el Circo de Hielo. Una función que mezcla un diseño de vestuario y un escenografía a la altura a la altura de un musical de Disney, con el encanto del nostálgico viaje al pasado y la emoción de un gran espectáculo de circo.