Entrevista Marco Mezquida | Pianista

"Si por mí fuera quitaría desde ya todos los hilos musicales del planeta"

  • El brillante músico llevará a cabo este miércoles junto a su inseparable Chicuelo y Paco de Monde un bello dialogo entre el flamenco y el jazz durante la inauguración del Jazz en la Costa

El pianista Marzo Mezquida, en una imagen de archivo.

El pianista Marzo Mezquida, en una imagen de archivo. / G. H.

En 2017, Chicuelo y Marco Mezquida (Menorca, 1987) decidieron lanzarse a transitar del jazz al flamenco y viceversa, conversando desde la guitarra y el piano. Nació Conexión y se convirtió en todo un acontecimiento musical. Más de 80 actuaciones en directo en los escenarios más prestigiosos del mundo: Kölner Philarmonie, Tokyo Jazz Festival o Jazzahead entre otros. Tantas horas de vuelo y de escenarios, tanta admiración mutua, les ha hecho reencontrarse para volver a dialogar con total libertad. No vienen dos sino tres al Jazz en la Costa porque el percusionista Paco de Monde será también pieza clave en este bello engranaje que exhala mar Mediterráneo. Los tres artistas actuarán este miércoles en la apertura del Festival. Antes, Costa Jazz Quartet inaugurará la cita jazzística más refrescante del verano granadino.

-Repite trabajo con Chicuelo... ¿Hay tres sin cuatro?

-Por ahora presentamos No hay dos sin tres, nuestro segundo disco juntos con este trío, pero ya estamos pensando en un tercer disco. Todo llegará si tiene que llegar. Estamos muy contentos de haber podido viajar tanto por el mundo presentando nuestra música en festivales por toda Europa y Japón. Tenemos previsto ir a Nueva York en octubre si no se tuercen las cosas más.

-¿Cómo fue su encuentro y su sintonía?

-Desde que nos conocimos conectamos en el humor y en el deseo de crear un proyecto original formado por composiciones propias. Sentíamos que esa era nuestra mejor y más valiosa aportación al mundo y el resultado de nuestra sincera conexión, y fue una alegría corroborar que no teníamos ningunas ganas de hacer versiones de canciones de otros, como hacen otros dúos de piano y guitarra flamenca. Tanto nuestro primer disco, Conexión, como este ha recibido muy buenas críticas por su sonido personal y nuevo, y porque la música no es solo jazz o flamenco, si no que es la música de Chicuelo y Marco. Marco y Chicuelo.

-¿Cómo lleva un músico tan activo e inquieto como usted la devaluación de la música a banda sonora anónima del mundo, ahora que es cuando más se oye pero menos se escucha?

-La música también es un bien de primera necesidad. Si todos la necesitamos como se ha demostrado, seamos conscientes de que para poder disfrutar de ella debemos cuidar a toda la gente que se dedica a ella en cuerpo y alma. Es nuestra profesión somos gente muy trabajadora, y ya es hora de dejar de pensar que la música es nuestra afición. Debemos dignificar la música y todas las profesiones que giran alrededor de ella. Y si por mí fuera quitaría desde ya todos los hilos musicales del planeta. Se convierten en contaminación acústica, nos insensibilizan a todos, se convierte en ruido y no nos permiten después tener los oídos frescos para poder disfrutar más de la música que queremos escuchar. Es como si estuviésemos picando pipas o golosinas todo el rato antes y después de comer. A la hora de comer no comeríamos con el mismo apetito no apreciaríamos el arte de cocinar.

-Y cómo joven, ¿entiende la refracción de la mayoría de la gente joven al entorno jazzístico, sea implicación activa o receptiva?

-Debemos hacer un esfuerzo entre todos para acercar la música en directo a la gente joven, sea cual sea, pero no solo a los artistas de masas sino a toda la variedad musical que habita en una ciudad. También es importante dejar de pensar que el jazz es una música elitista o para mayores. Estoy convencido de que tanto mi concierto con M.A.P. como el recital con Chicuelo son propuestas que pueden maravillar, entretener, inspirar, motivar o seducir a la gente joven y que quizá estos no van porque no se atreven o porque les da miedo no entender algo. Hay que incentivar la curiosidad en la población joven para que desarrollen su gusto y su criterio, y no solo basen su gusto por lo que el sistema les / nos obliga a consumir, porque nos lo ponen delante de las narices hasta la saciedad.

-Aquí al lado, en Almería, grabó un disco con el nonagenario Lee Konitz. ¿Qué tal la experiencia? ¿Se ve a su edad tocando, grabando y con veinte conciertos al mes?

-A su edad con 20 conciertos al mes no lo creo, pero tampoco dentro de 20 años (risas). Grabar y actuar junto a Lee Konitz fue uno de los momentos más especiales de mi vida, poder compartir con una de las leyendas verdaderas de esta música. Lee ha sido uno de los más preciosos poetas del jazz, con un sonido tan único y personal y con una trayectoria tan extensa. Sin duda la música es una carrera de fondo, no sé cómo será mi carrera, pero intentaremos llegar a la edad que tengamos que llegar lo más frescos posibles y siempre intentando ofrecer la música más hermosa posible.

-Querría preguntarle por dos de sus muchas colaboraciones. Por ejemplo con la contrabajista Valle (que, por cierto, acaba de hacer un trabajo sobre el granadino Carlos Cano; por barrer para casa). En directo en California creo...

-Formar parte durante 8 años del fabuloso quinteto y del trío de Giulia Valle fue una de las experiencias más inspiradoras y de profundo aprendizaje que viví en mi formación. Grabamos varios discos como Berenice, Live at Jamboree o Live in San Francisco. La música de esta gran mujer, tan creativa e inquieta, es fruto de un mundo interior apasionante lleno de energía y dedicación, y su música rebosa de toda esa manera de ser tan vital y volcánica. Formar parte de sus grupos también me dio a conocer a mucha gente y me abrió las puertas para confiar en mí mismo y empezar a vislumbrar un futuro en el que potenciara mis proyectos propios, los discos con mis composiciones, conciertos a mi nombre, y todo lo que conlleva ser líder. De Giulia aprendí mucho, pues es una líder carismática.

-Y con la deliciosa Silvia Pérez Cruz de tan conmovedora voz...

-No es solo su conmovedora voz. Silvia es un portento de la música y de la creatividad. Posee carisma, profunda sensibilidad e inteligencia. Sus tablas en el escenario y fuera, que hacen que transforme la paja en oro. Silvia es una de las más portentosas artistas que he conocido, y poder bailar y volar juntos a dúo ha sido una de las experiencias más brutales que he vivido en un escenario. Nos hemos entendido desde el respeto, el amor y el juego, y he vivido algunos de los mejores momentos en el escenario junto a ella. Nos enchufamos a la música en profundidad desde el segundo uno. Y eso se puede apreciar en nuestro disco Ma Live in Tokyo, grabado durante tres noches de conciertos en el prestigioso Blue Note de la capital japonesa. Silvia tiene el don de escuchar y reaccionar cantando maravillosamente lo que su alma le dicta.

-¡Precisamente todo lo contrario de los borrascosos M.A.P.!

-No necesariamente. Ernesto Aurignac es lo mismo, pero en otra dimensión. Su manera de tocar el saxo, de componer, de expresarse, es la de una fuerza de la naturaleza arrolladora y temperamental. Y Ramon Prats es uno de los más creativos e inquietos maestros de la batería que hay en el mundo. También con ellos nos compenetramos y nos enchufamos desde el primer momento aunque los derroteros estéticos sean diferentes que con Silvia u otros proyectos. Pero ahí radica la cuestión! Mi mayor deseo es que cada grupo tenga su propio sonido personal, trabajado, su concepto, su direccionalidad.

-Por sus múltiples proyectos compartidos... Es un hombre fácil! que gusta compartir experiencias y aventuras. ¿Sintoniza rápido con sus partenaires?

- Creo que esa es mi mayor mérito: la naturalidad de compartir y de conectar con alegría con personas tan diferentes pero tan bellas y tan seguras de sí mismas y de sentir que puedo crear vínculos profundos y sanos junto a ellos, dentro y fuera de los escenarios. No olvidemos que para que un proyecto evolucione sanamente el respeto y la buena sintonía es crucial. El concierto puede durar dos horas, para el viaje puede durar días y la travesía debe ser lo más feliz posible.

-Porque siempre habla, y le leo: de conexión como elemento imprescindible.

-Si hay conexión hay alegría dentro y fuera de los escenarios. Y eso lo siente el público también.

-Y cuando no hay partenaires regresa a las maniobras en soledad, que tiene una colección generosa de discos a piano solo (y me imagino que centenares de grabaciones más en el cajón). ¿Es una forma casi psicoanalítica de expresión para usted?

-A mi me encanta conversar y crear proyectos junto a otra gente, pero sin duda mi formación primera es el piano solo, mi conexión con este instrumento y los monólogos que ofrezco en discos y conciertos. Es mi motor desde que soy jovencito y sin duda necesito de esta formación tan íntima y extrovertida para renovarme. El piano solo me brinda una libertad creativa que siempre deseo cultivar y potenciar. La historia de la música y el amor por tantos estilos de música diferentes pueden aparecer en los conciertos de piano solo, donde muestro mi cocktail más personal.

-Lucía Rey y Costa Jazz le anteceden en estos dos días. ¿Los conoce? ¿Algo qué decir sobre ellos?

-Conozco poco su producción, pero creo que Lucía es una de las voces más interesantes del panorama. Así que deseo que el público disfrute de estos conciertos, de este cartel, y cómo no, os animo encarecidamente a que vengáis a los dos conciertos que voy a ofrecer el 22 y el 23 de julio en este hermoso festival.

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