La lujuria y la envidia de 'Divinas palabras' en el Teatro Alhambra
Atalaya Teatro pone en escena la obra de Valle-Inclán hasta el próximo domingo
Un clásico de la literatura y de la compañía Atalaya. Divinas palabras, de Valle-Inclán, estará en el Teatro Alhambra hasta el próximo domingo poniendo carne y hueso a unos personajes que ya lo tenían en las páginas.
Nunca antes una compañía andaluza había recibido uno de los mayores reconocimientos a nivel nacional dentro del mundo de las Artes Escénicas. En 2009 Atalaya y TNT han sido galardonados con el Premio Nacional de Teatro como reconocimiento a una larga trayectoria profesional -nada más y nada menos que 25 años- dedicada a la producción, la formación y la reflexión teatral y que ha tenido su cenit en la inauguración de su propio espacio original de exhibición en Sevilla en el año 2008.
Para celebrar este extraordinario acontecimiento Atalaya recupera en el Teatro Alhambra sus Divinas Palabras, obra cumbre de Valle Inclán que la compañía lleva a escena por primera vez en 1998. Once años después Atalaya lo recupera, incorporando nuevos elementos.
En Divinas Palabras el eje del conflicto gira en torno a un enano monstruoso y su madre, que lo pasea de feria en feria para pedir limosna. El horror lo motiva la explotación que sufre el niño por su propia madre y la que hacen todos los familiares cuando ésta muere. Avaricia, lujuria y, por supuesto, envidia convierten las atmósferas oníricas y festivas en ámbitos donde predomina la crueldad y lo grotesco que rinden tributo a la muerte.
En la línea del teatro muy visual al que Ricardo Iniesta tiene acostumbrado al espectador, Divinas Palabras se muestra como una obra rotunda, de gran expresividad, casi una obra pictórica en movimiento en la que se suceden lo lírico y lo grotesco.
El espectáculo, lleno de creatividad y dinamismo, ha sido una de las adaptaciones más aplaudidas por la crítica que no duda en alabar el trabajo de los actores y el ritmo trepidante que sobrecoge al espectador.
En Divinas Palabras, el teatro de texto juega un papel importantísimo, ya que la palabra evoca múltiples imágenes que permite dar al espectáculo una calidad visual y energética. Para el director de la obra, Ricardo Iniesta, en este espectáculo la energía, la palabra y los elementos visuales llegan al espectador. A juicio de Iniesta, la palabra en Valle Inclán es mágica. Asimismo, destaca que la fuerza de la palabra adquiere diferentes colores, tonos y evoca una cantidad de imágenes tremenda. "El teatro de Valle Inclán presenta una sintonía de colores y un ritmo muy especial", comenta Iniesta.
En este espectáculo la palabra despierta los sentidos del espectador, no sólo en el oído, sino también la visión, lo que hace que el espectador se emocione. Según comenta Iniesta, en Divinas palabras "nuestra apuesta es el teatro de texto, donde la palabra es la protagonista".
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