Con las más esclarecedoras bendiciones

José Estévez de los Reyes fue un bodeguero jerezano, particular, entusiasta y abierto a todo lo bueno que ofreciese la vida, entre esto, a lo artístico. Mientras vivió fue dando forma a una colección de arte amplia y variada en la que se puede contemplar obras de autores antiguos pero también, piezas importantes de Ignacio de Zuloaga, Joan Miró, Salvador Dalí, José María Sicilia, Antoni Tapies, Oteiza o Fernando Botero, además de una edición completa de la Suite Vollard de Picasso. Antes de su muerte patrocinaba el Premio de Pintura Tío Mateo, cuya última edición se llevó a cabo poco antes de su fallecimiento en el año 2005 y del cual me enorgullezo de haber formado parte de su Jurado. Eran otros tiempos, con Pepe Estévez vivo y con su ingenio y fortaleza de espíritu en pleno convincente proceso.

En febrero de este año, uno de los pabellones de IFEMA que acogía la Fería Internacional de Arte Contemporáneo, ARCO 2015, servía de escenario para la presentación del Premio de Pintura Pepe Estévez; el stand se llenaba con lo mejor del Arte -también con los elementos más notables de la sociedad española-. Se ponían valor las bases de uno de los Premios artísticos más curiosos e inquietantes de los últimos tiempos. La fórmula era tan novedosa que los estrictos argumentarios que rigen ARCO, con Carlos Urroz a la cabeza, se abrieron para dar universal noticia del acontecimiento y servir de rampa de lanzamiento. La idea provenía de María Luisa C. de Azcárate, nuera del recordado empresario jerezano y esposa de José Ramón Estévez, hijo del bodeguero y cabeza visible del Grupo Estévez, uno de los más importantes del marco de Jerez.

No iba a ser un certamen al uso, no hubiera sido lo que Pepe Estévez hubiera querido. Se convocaban dos jurados, uno de expertos, nada más y nada menos que formado por Guillermo Solana, director de Thyssen de Madrid, Fernando Francés, que encabeza el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, allí donde llega lo más granado del arte internacional, Juan Antonio Álvarez Reyes, director del CAAC de Sevilla, el buque insignia del Arte Contemporáneo en Andalucía, Laura Revuelta, la compañera del ABC Cultural, una de las más sabias y doctas críticas de Arte de este país, Elisa Hernando, directora de Arte Global y María Eugenia Álvarez, también directora de Open Studio. A cada uno de estos expertos se les encomienda la elección de siete artistas de los que se encontraban presentes en aquel ARCO 2015.

Es el momento en el que nos encontramos y que ha sido presentado a los medios en esos espacios de edificante espiritualidad que son las Bodegas Estévez.. Como no podía ser menos, dada la sapiencia del jurado y el importante foro de artistas donde elegir, se ha seleccionado un grupo de autores españoles de la más absoluta solvencia creativa y de la máxima trascendencia artística. Son los siguientes, Emilio Gañán, Alain Urruti, Miren Doiz, Miguel Galano, Alberto Pina, Amaya Bozal, Gonzalo Sicre, Miki Leal, Simeón Sáez Ruiz, Antonio Mesones, Nico Munera, Santiago Giralda, Antonio Montalvo, Antonio Ballester, Simón Zábell, Enrique Radigales, José Miguel Pereñíguez, Moisés Mahiques, Ismael Iglesias, Sergio Barrera, Curro González, Cristina Lucas, Chus García Fraile, Hanoos Hanooes, Fermín Moreno, Aitor Lajarín y Toño Barreiro. La selección no presenta resquicio alguno para la duda. Todos los autores son de manifesta y contrastable significación, provenientes de un arte abierto, con los amplios y diversos planteamientos que requieren la creación contemporánea y todos presentes en los mejores catálogos y en las más especialísimas colecciones de ese arte último en el que las argumentacioines son variadas y de la más dispar naturaleza plástica y estética. Junto a ellos, el jurado de expertos ha seleccionado a cinco artistas que formarán parte del Premio al Pintor Emergente y que consistirá en una beca de residencia en un país extranjero para que realicen su obra. Los elegidos han sido los hermanos MP y Mp Rosado Garcés, Bel Fullana, José Díaz, Rafael Macarrón y Guillermo Mora, curiosamante exponiendo actulmente en el ECCO de Cádiz.

Debo decir que la selección de los mismos ha sido redonda, sin ningún resquicio para que pueda ofrecer la más mínima duda. Son representantes de un arte en abierta expansión. Estos artista deberán realizar desde el momento en el que han sido elegidos y hasta el día 15 de septiembre la obra que optarán al Premio y de las cuales, el jurado de expertos seleccionarán cinco de las presentadas, así como los proyectos de los artistas seleccionados para el Premio de Pintores Emergentes. A continuación, un jurado de empresarios con constrastada solvencia en el mundo de la cultura, formado por Hortensia Herrero, presidenta de la Fundación Hortensia Herrero, Yolanda Eleta, directora del Grupo Eleta de Panamá, Ángel Ron, presidente del Canco Popular, José Manuel Pardo, presidente de la Fundación Legálitas y José Joly, presidente del Grupo Joly de Comunicación, serán los encargados de valorar las obras elegidas por el primer jurado y conceder los premios; unos premios que se entregarán en Jerez el sábado 17 de octubre.

Estamos ante un Premio de Pintura único, lleno de entidad, alejados de los cértamenes al uso y valorado desde muchas y diferentes miradas con ojos distintos y absolutamente ciertos. Un premio que va a servir de apoyo al maltrecho mercado de lo artístico y que va a poner en valor esa pintura, a veces, tan denostada, que abre las perspectivas para una realidad creativa que, a pesar de los agoreros, sigue muy viva.

El Premio que lleva el nombre del bodeguero jerezano se va a convertir en todo un referente en el mundo artístico. Nació muy bien apadrinado en la pila bautismal de un ARCO diferenciador, máximo exponente del Arte de nuestro país. Ha visto cómo su realidad ha sido aceptada por los complejos y arbitrarios esquemas de lo artístico, allí donde no todo es demasiado bien conisderado. Tiene, por tanto, un horizonte de diáfanas perspectivas porque sus argumentaciones, como decimos, ofrecen pocas dudas. Por cierto, el premio circula por carretaras de tan amplios arcenes que hasta la obra que se ha buscado para servir de galardón a los premiados merece todas las bendiciones, toda vez que se trata de una pieza escultórica - realizada por la artista Isabel San Martín - de carácter, llena de sentido artístico y absolutamente convincente.

Todo como al recordado Pepe Estévez le hubiera gustado. Como lo vemos, lo definimos.