La escultura toma las calles de Salobreña

Bajo la atenta mirada de los vecinos que no pierden la oportunidad de acercarse para ver como se crea una obra de arte esculpida en piedra, los escultores participantes de la segunda edición del festival de arte urbano Artepeazos de Salobreña han iniciado sus propuestas en vivo en el parque La Fuente, donde permanecerán durante toda la semana para elaborar sus obras que luego se colocarán en distintos puntos de Salobreña, Lobres y La Caleta.

Se trata solo de una de las ramas de este encuentro de arte urbano que pone al municipio de la Costa Tropical en el punto de mira internacional durante diez días con artistas internacionales como Selene Frosini, Enrico Ferrarini, Lorenzo Millo y José Manuel Rodríguez Trigueros, que además de la realización de esculturas en vivo formarán parte del primer simposio de esta disciplina artística.

El organizador, Luiz Villaescusa, explica que tras participar en varios simposios de escultura alrededor de Europa, tenía claro que quería trasladarlo a Salobreña para "traer a mi pueblo el arte y la cultura y encima en la calle". La pasada edición fue todo un éxito de participación, que hoy en día sigue atrayendo a curiosos para ver los murales que se hicieron. Este año han querido dar un paso más incluyendo a escultores que dejarán su impronta con varias obras que se quedarán en el municipio. "La escultura es mi pasión. El año pasado se podría decir que fue el test para ver como recibía el pueblo a Artepeazos, y después de la gran recepción traemos un simposio de escultura con artistas de Italia y España".

Y dicho y hecho. El ruido de las radiales, las fresadoras o los cinceles y martillos se han apoderado del parque La Fuente para empezar a dar forma a las grandes piedras previamente colocadas. Aún es pronto para ver lo que cada artista quiere presentar, algún que otro vecino se acerca todo lo que puede para ver de cerca como dan los primeros pasos e intentar averiguar lo que están creando.

José Manuel Rodríguez Trigueros (Orihuela, Alicante) es uno de los artistas escultores que participa en esta edición y señala que "ahora mismo estamos adaptándonos un poco a la piedra. Al final es irregular y hay que darle forma". De hecho lleva buena parte de la tarde haciendo marcas en ella y observando como evoluciona tras los diversos cortes con la radial. "Mi idea es hacer un elemento abstracto, que será un objeto, y un animal que lo abrazará. Es una crítica dentro de la caricatura sobre la contaminación y la naturaleza".

El artista señala entre risas que cree que agotará hasta el último segundo para terminar su pieza de arte, aunque incide en que de momento parece que no será complicado trabajar con la piedra, ya que "es blandita", aunque siguen de cerca la situación meteorológica ya que hay previsión de lluvia a mitad de semana y estas esculturas se están tallando al aire libre.

"La principal diferencia entre trabajar con el barro y la piedra es que aquí el objetivo es quitar material, no añadir. Tienes que confiar en ti mismo, saber que dentro de cada piedra hay una forma esperando salir, y pensar que los primeros días son los que no se entiende nada porque te centras en quitar piedra y volumen, pero después de eso se empieza a ver lo que estás haciendo y se disfruta más".

Sobre Artepeazos resalta que es una forma directa de conectar con el pueblo y que los artistas convivan con los vecinos, y viceversa, y que puedan entablar una convivencia. "Son encuentros muy enriquecedores en todos los sentidos, y una vez que la obra está lista se queda para el pueblo, es una forma de crear un patrimonio, a la vez que se da la oportunidad de que conozcan como se crean las cosas y el esfuerzo físico y mental que hay detrás de cada una de ellas".

Este festival no le pilla de nuevas, pudo seguir de cerca gracias a las redes sociales el transcurso de la primera edición, pero conoce a Villaescusa desde hace una década tras coincidir con él en varios simposios de arte. "Cuando contactó conmigo para proponerme participar en esta edición fue como: ¡Madre mía! Llevas como 10 años hablándome de que quieres hacer un encuentro de escultores, y lo has conseguido. Me pareció un halago y un privilegio que pensara en mí para participar en esto".

Por segundo año consecutivo, Salobreña se convierte en un museo al aire libre gracias a las creaciones de cinco muralistas internacionales -Alba Fabre Sacristán, Iván Floro, Pablo Zabala, Raquel de la Coba y Edgar Goás Blanco (Wedo Goás)-, que intervendrán en fachadas de Salobreña, Lobres y La Caleta, y en el ámbito de la escultura -Selene Frosini, Enrico Ferrarini, Lorenzo Millo y José Manuel Rodríguez Trigueros-.

La programación del festival se completa con conciertos, talleres de serigrafía y pintura a la cal, visitas guiadas y la presentación de una novela gráfica. Además, la Escuela de Arte de Motril realizará una intervención en el Complejo Deportivo Julio Martín Pérez y, durante la clausura, el parque La Fuente acogerá un taller de creatividad impartido por la Universidad de Granada y EducArte.