La exposición Pedro de Mena. Granatensis recorre desde este viernes en la Curia Metropolitana de Granada los grandes hitos de la etapa granadina del reconocido escultor, y de sus orígenes en la ciudad de la Alhambra. La muestra es una nueva sección de la magna exposición que actualmente se ofrece en el Obispado de Málaga, dedicada al imaginero granadino.

La exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 29 de junio de forma gratuita, exhibe once piezas, incluyendo en dicha exposición una obra de quienes fueron sus maestros e inspiradores, como su padre Alonso de Mena, Bernardo de Mora y Alonso Cano.

Entre otras piezas, figuran un Ecce Homo de Bernardo de Mora, de la Capilla Real; la Inmaculada de Alonso de Mena, de la iglesia de San Matías; la Virgen de Belén, que está en la Catedral, y un lienzo de la Virgen de Belén, que está en la Curia, ambas obras de Alonso Cano; la Inmaculada de la iglesia de la Magdalena y el San Pedro del convento de las Capuchinas de San Antonio Abad.

Algunos de los asistentes a la inauguración de la muestra 'Pedro de Mena. Granatensis'.

Es, en este sentido, una nueva sección de la muestra que se inauguró también el pasado 15 de marzo en la sala de exposiciones del Palacio Episcopal de Málaga y en su Catedral. En ella se pueden contemplar ahora 63 esculturas de De Mena, además de dos reproducciones del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de Belén, desaparecidas en la parroquia de Santo Domingo durante la quema de conventos de 1931.

Dos de los atractivos de la misma serán las imágenes de la Magdalena penitente, perteneciente al Museo del Prado pero depositada en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, y el San Francisco de Asís de la Catedral de Toledo.

El horario de visita es, de lunes a viernes, de 10:00 a 14:30; los jueves también por la tarde, de 19:00 a 21:00; y los sábados, de 11:00 a 14:30. La muestra permanecerá cerrada desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección, el Día de la Cruz, el 3 de mayo, y durante el Corpus.

Biografía de Pedro de Mena

Pedro de Mena (Granada, 1628 - Málaga, 1688) aprendió a los 10 años las técnicas de la escultura en el taller de su padre, Alonso de Mena y Escalante. En ese taller coincidió con otros dos grandes artistas que serían destacados escultores del Barroco español y entonces eran jóvenes aprendices, el sevillano Pedro Roldán y el lorquino Juan Pérez Crespo, además de su hermano Alonso de Mena.

A la muerte de su padre en 1646, quedaron ambos hermanos en el taller, que era el más importante de Andalucía oriental en la primera mitad del siglo XVII. El año de 1652 sería una fecha clave, porque Cano se establece en Granada para hacer el programa iconográfico de la virgen del presbiterio de su Catedral y elige como colaborador a Mena. La llegada del escultor con 30 años a Málaga daría un vuelco a su trayectoria, imparable hasta su muerte.