Farnaz Ohadi: “El flamenco es parte de mi alma, está en mi cuerpo”

La inconfundible voz del Flamenco Persa, llega este 11 de octubre al Auditorio Municipal La Chumbera para presentar su nuevo álbum Breath

Farnaz Ohadi, la inconfundible voz del Flamenco Persa.
Farnaz Ohadi, la inconfundible voz del Flamenco Persa. / G. H.
Daria Zelenska

Granada, 10 de octubre 2025 - 15:20

Farnaz Ohadi, la inconfundible voz del Flamenco Persa, llega este 11 de octubre al Auditorio Municipal La Chumbera para presentar su nuevo álbum Breath. Un viaje vibrante donde el cante flamenco se mezcla con la poesía persa, la fuerza con la emoción. Más que un concierto: una llamada a la libertad y al poder de la mujer.

Pregunta.Ha recorrido un largo y fascinante camino musical —de Chopin y Beethoven al flamenco—. ¿Qué hizo posible esta transformación?

Respuesta. He recorrido un camino musical largo y en constante evolución. Se lo debo sobre todo a mis padres y a su profundo amor por la música. Mi madre siempre amó la música clásica persa y mi padre adoraba la música del mundo, especialmente el flamenco. Empecé a tomar clases de piano muy temprano y más tarde estudié ópera cuando llegué a Canadá siendo adolescente. Mi padre tenía una gran colección de música flamenca y hablaba de ella con profunda admiración, explicando siempre por qué los iraníes nos sentimos tan conectados con esta música. Pero la verdadera transformación ocurrió cuando tenía 13 años y viajamos a Andalucía durante un mes. Creo que fue entonces cuando comenzó mi conexión espiritual con el flamenco. Cuando llegué a Canadá a los 17, empecé a bailar flamenco, lo que me permitió entender mucho más a fondo los ritmos flamencos.

P.¿Es cierto que en Irán la música estaba prohibida durante un tiempo? ¿Tuvo que estudiar en secreto?

R.Sí, la música estaba prohibida, a menos que fuera aprobada por el gobierno, y se utilizaba principalmente como herramienta de propaganda. Las clases de música se toleraban en cierta medida, pero sobre todo para los hombres, no para las mujeres. Culturalmente, los iraníes amamos la música, así que esa ley no impidió que la gente la practicara en secreto, especialmente para sus hijos. Eso también ocurría en mi familia.

P.Hoy es conocida principalmente como cantante, aunque empezó su recorrido en el flamenco como bailaora. ¿Ha dejado la danza por completo o sigue bailando?

R.En realidad bailé más de veinte años. ¡El cante no habría sido posible sin mis años de estudio del baile flamenco! Empecé a cantar cuando mis hijos eran pequeños y no podía bailar o actuar tanto como antes. Ya estaba formándome como cantante de ópera, así que pensé que tal vez no sería tan difícil intentar cantar flamenco. En los últimos quince años, el cante se ha vuelto extremadamente importante para mí. Pero el baile nunca ha perdido su significado. Mis primeros tatuajes están en mis muñecas: uno dice “Música” y el otro “Baile”. No siento que deba elegir entre los dos, porque para mí se completan mutuamente. Sigo bailando siempre que puedo, y continúo tomando clases en Sevilla, sobre todo de bulerías.

P. En FlamencoPersa. ¿Cómo logró unir dos tradiciones y culturas tan diferentes?

R. Siempre he buscado mi voz artística auténtica. Por supuesto, amo profundamente el flamenco: es parte de mi alma, está en mi cuerpo. Pero también me siento igual de conectada con la cultura, la poesía y la música persa. No crecí en España, así que no puedo reclamar el flamenco como una cultura propia, como sí pueden hacerlo los artistas nacidos y criados en comunidades flamencas. Pero he vivido en muchas culturas y tengo una perspectiva única que muchos artistas flamencos no tienen. Puede parecer que Irán y España son mundos muy distintos, pero yo solo veo lo que nos une. Elijo enfocarme en las similitudes más que en las diferencias. La cultura persa, su arte y su poesía están en mi alma tanto como el flamenco. Para expresarme con autenticidad, ninguno de los dos basta por sí solo. Pero juntos abarcan todos los matices emocionales y artísticos que necesito.

P.¿Cómo nació su nuevo proyecto Gira Breath, que presentará en Granada?

R.Este proyecto es muy especial porque representa la primera introducción oficial del FlamencoPersa en España. Es el resultado de casi siete años y medio de trabajo: seis años escribiendo y grabando el álbum Breath y un año y medio de planificación y producción del espectáculo que llegará a Granada el 11 de octubre. Nació como una reflexión sobre todo lo que he vivido y pensado en los últimos diez años. Es mi cuarto álbum. Los primeros se centraban en mi experiencia de crecer en Irán y en mi evolución como artista en Canadá. Este refleja una perspectiva más madura: soy mayor, más segura, más confiada en mi arte. He encontrado mi voz. En el espectáculo habrá mucho baile, también por mi parte —aunque no solo flamenco—. No diré más…

P.¿Cómo comenzó su colaboración con Manuel Liñán? ¿Se conocen desde hace tiempo?

R.He seguido la carrera de Manuel durante mucho tiempo. Lo admiro profundamente, no solo por su creatividad y arte, sino también por su resiliencia, su coraje y su camino personal. Ha trabajado muy duro para crear su propio espacio dentro del flamenco, y respeto eso enormemente. Estaba en Madrid y tuve la alegría de verlo en el escenario del Corral de la Morería. Me quedé después del espectáculo y hablé con él brevemente; fue muy amable. Cuando vi su obra Muertade Amor en la Bienal de Sevilla, supe que era la elección natural. Es feroz, pero también gentil y hermoso en su arte. Sé que crearemos magia juntos en el escenario. También fue mágico trabajar con Jesús Carmona en Barcelona y Madrid. Lo sigo desde sus días como bailarín y luego como director del Ballet Nacional de España. Él y su esposa, Lucía Campillo, tienen un trabajo conjunto hipnótico. Son artistas distintos, únicos y creativos a su manera. Fue fascinante ver cómo interpretaban las mismas piezas de forma tan diferente. Esta experiencia es algo que nunca olvidaré.

P.En Breath fusionan flamenco y música persa. ¿Hubo algún momento o tema que incluso a usted sorprendiera por cómo funcionó esa mezcla?

R.No he perdido el asombro de ver cómo se puede unir la poesía persa al flamenco. El persa es un idioma melódico, con frases largas y abiertas; el español, en cambio, es rítmico y encaja perfectamente con el compás y los acentos del flamenco. Colocar poesía persa sobre esa estructura rítmica es un desafío, y cada vez empiezo con dudas. Pero cuando funciona, me sorprende gratamente. Cuanto más ritmo tiene un palo, más difícil es la fusión. Los palos más libres —como la soleá, el martinete, la seguiriya o la petenera— son más cooperativos que los muy rítmicos. Entre todos, la bulería es el más difícil. Por eso trabajar Anda Jaleo ha sido una delicia: es reconocible para los aficionados al flamenco, y su reacción al oírla en farsi es pura alegría. Es una sorpresa maravillosa cada vez que la canto.

P. En su camino, ¿cuál ha sido el mayor obstáculo —como mujer iraní que canta flamenco— y cómo ha moldeado su arte?

R.El mayor obstáculo fue mi propia mente: preguntarme si siquiera tenía permiso para hacer todo esto. Crecí en una cultura que valoraba la modestia, el silencio y la belleza física por encima de todo. Ser una buena mujer significaba ser vista pero no oída. Tuve la suerte de tener mujeres fuertes y cultas en mi familia que me enseñaron que no debía ser así. Al mudarme a Canadá hace 35 años, comenzó el proceso de desaprender esas ideas, pero fue con el flamenco cuando realmente se deshicieron. Aprendí a darme permiso para existir sin miedo ni disculpas. En Irán decimos que las mujeres son leonas, y esa es mi verdadera naturaleza. El flamenco abraza y celebra eso. Me da permiso para existir con todo mi poder. Una vez que conquisté mi mente, los retos técnicos y musicales se volvieron mucho más fáciles.

P.¿De dónde viene su inspiración, tanto personal como artística?

R.La inspiración está en todas partes. A veces es un poema que captura mi imaginación y busco expresarlo a través de un palo. Otras veces escucho una melodía que se queda en mi mente y se transforma en una escala flamenca. A veces escucho a alguien cantar flamenco y siento que quiero aprender a hacerlo. También pueden ser eventos que me suceden y necesito procesarlos, y el flamenco siempre está ahí para sostener mis emociones. A veces me mueven los acontecimientos políticos, como el movimiento Mujer, vida, libertad en Irán, que me inspiró a escribir la canción Yar. Para mí, la inspiración está siempre a mi alrededor.

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