Tras haber superado las consecuencias de la ruptura con su hermano Juan Luis y Nacho Mañó como Presuntos Implicados, Soledad Giménez inicia una carrera en solitario con un nuevo disco, La felicidad, título también de uno de los cortes del disco que interpreta junto a Ana Belén.

Minutos antes de presentar las canciones de este nuevo trabajo, el segundo en solitario tras aquel Ojalá, en el que hace casi cuatro años interpretaba sus canciones favoritas, Sole Giménez hablaba de este año y medio durante el que "poco a poco" ha ido "superando una situación dura y escribiendo nuevas canciones", para luego grabarlas junto al productor y músico Javier Limón.

Con él ha vivido "grandes momentos de improvisación, de calidez y calidad, y de libertad, porque es de los que te dejan hacer y que luego, cuando encuentras algún escollo, lo soluciona al instante y se encarga de buscarte los mejores músicos".

"No es fácil para una mujer demostrar que sabe hacer música sin estar acompañada de hombres", asegura tajantemente Soledad Giménez, que firma la mitad de los cortes del álbum, junto a otros como Silba y Abrázame fuerte, escritos por su hermano José Manuel, quien mañana debuta también en solitario con el nombre de Manuel Veleta con el disco La calle del mundo.

Inevitablemente, después de ser durante veinte años la voz de Presuntos Implicados, este La felicidad recuerda a los éxitos del trío valenciano, pero Sole no duda en decir que "la ventaja de trabajar sola es que cuando escribes lo haces en primera persona y la desventaja, que no tienes el apoyo de los de siempre" y lo tienes que encontrar en otra gente.

Sole se muestra feliz y orgullosa al hablar de La felicidad, canción compuesta por Juan Mari Montes y Susana Raya, e interpretada junto a Ana Belén, "la mejor persona y la mejor cantante, y la "primera" que la llamó hace ya 17 años para hacer algo al margen del grupo.