La Feria del Libro de Granada saca del olvido los procesos manuales de edición
La oficina de tipografía de Diputación muestra cómo se realizaban antes las labores para crear un libro o ilustración

Granada/“Cuando compras un libro ves el resultado final, pero para llegar a ese producto final se necesita un proceso muy complejo”, relata Francisco de Paula Martínez, responsable de la oficina tipográfica que recibía a los visitantes en la Fuente de las Batallas, como una especie de antesala a la Feria del Libro en la que mostrar que la tradición sigue vigente pese al avance de las nuevas tecnologías.
De Paula se encargaba de mostrar, ante la atenta mirada de varios curiosos que hacían cola bajo un sol de justicia, cómo se imprimía antes de la irrupción de lo digital: basta con entintar unas placas con una serie de grabados, colocar una lámina encima, y aplicar presión.
Lógicamente, el proceso para un libro es mucho más complicado, pero esa sencilla demostración sirve a De Paula para captar la atención de los viandantes, que se acercan a descubrir la historia detrás de la imprenta que, como todo lo que tiene que ver con la Feria del Libro, tiene nombre de mujer.
“Las mujeres han estado vinculadas desde siempre a la impresión”, relata De Paula, que ha llevado a cabo una labor de investigación y rescate de muchas de ellas, que ocultaban su presencia bajo coletillas del tipo “viuda de” o “mujer de”, relata este trabajador, quien saca a la luz nombres como el de Vicenta Gómez Moreno, que sí usaba su nombre y apellidos, siendo la única en hacer esto.
El de Gómez Moreno no es el único nombre femenino vinculado a este arte, de hecho la oficina está decorada con varios carteles, a imitación de los usados en los nombres de las calles, para que los visitantes puedan descubrir el papel de unas mujeres que trabajaron codo a codo con los hombres.
Junto a De Paula, en una competición sana por ver quién atrae a más personas, se encuentra Hugo Sánchez, quien ofrece una demostración de la serigrafía, una técnica en la que se dibuja en una malla muy fina que se coloca sobre la superficie y sobre la que se aplica pintura para que se filtre.
“Es un intento de que este tipo de trabajos no se pierdan”, relata Sánchez, quien pese a todo es consciente de que la serigrafía está consiguiendo aguantar mejor el paso del tiempo, sobre todo a nivel industrial.
El intento, de momento, parece que funciona, pues son muchos los que se acercaban este domingo al estand. “Cuando ven este tipo de cosas, normalmente le mola mucho, porque descubren cómo se hacen estas cosas”, explica el artista, quien estima que a lo largo del día puede realizar más de 200 de ilustraciones.
Pero no todo son ilustraciones, la oficina de tipografía también permite ver cómo se estampa el texto sobre el papel, concretamente un poema en homenaje a Julia Uceda, uno de los tres nombres que vertebran esta edición de la Feria del Libro.
Al otro lado, en Carrera de la Virgen, los granadinos pueden comprar un libro, ya impreso y probablemente realizado mediantes técnicas digitales, pero en Fuente de las Batallas, aún sigue haciéndose fuerte los procesos tradicionales.
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