En 2013 actuó en la sala El Tren. Repitió en 2014 en la misma sala pero la capacidad de convocatoria de este artista al que no parecen hacerle falta ni las grandes campañas de mercadotecnia, ni la presencia en televisión para fidelizar a sus seguidores, de momento no tiene límites. Por eso vuelve cinco meses más tarde a una sala de mayor aforo, la nueva Industrial Copera de La Zubia. El boca a boca le basta para que se difundan sus cualidades como cantaor. Con 24 años el algecireño Canelita presenta una hoja de servicios que ya quisieran muchos artistas mucho más veteranos. Diez años sobre las tablas y ocho álbumes en su haber avalan su estilo aflamencado que cala hondo entre los suburbios. Su nombre se lo debe al mítico Manzanita que al oírlo cantar siendo un niño le dijo: "tú eres canela fina cantando; te vas a llamar Canelita". Ahí comenzó la carrera de Jonathan Vera, que destaca por fandangos y bulerías, con todo el poso de la tradición flamenca, pero también por tangos y por rumbas, con un deje muy gitano y festivo que encandila a su público, y que le permite afrontar sus discos desmarcándose del flamenco tradicional para acercarse a las baladas e incluso al pop comercial tanto por el tipo de producciones como por la elección de su repertorio, avivando la vieja llama de la discusión entre puristas y renovadores. En su último disco se ha atrevido a estrenarse como autor de algunos de los temas. La naturalidad de su fraseo como cantante no solo le ha hecho hacerse una estrella en los barrios más populares sino que sus discos empiezan ya a licenciarse en países como Francia, Alemania e incluso Japón. El ascenso de este joven cantaor parece imparable, y dentro de algunos años, cuando se haya convertido en una estrella internacional, los que ahora lo ignoran lo colmarán de parabienes.