arte

La forma plástica del proceso creativo

A estas alturas una exposición de José Piñar en una galería importante no puede extrañar a nadie ni supone un acontecimiento porque ya son muchas sus comparecencias en foros de trascendencia. Una muestra suya no es si no un paso más en su significativa trayectoria; una etapa más en esa carrera tan esclarecedora del que es uno de los pintores con un lenguaje más particular de cuantos existen en nuestra pintura.

También es de justicia señalar la labor que viene realizando la galería Mecánica en torno a la creación joven andaluza. Por su espacio de la sevillana calle Cabeza del Rey Don Pedro ya hemos visto transitar el trabajo de grandes artistas de nuestro entorno -Santiago Ydáñez, María Ortega Estepa, Jesús Zurita, Matías Sánchez, Marina Vargas, Fernando Clemente, entre otros-, autores andaluces que están dando trascendencia al arte que se realiza en nuestra comunidad y que se encuentran integrados en lo mejor de la plástica nacional.

José Piñar vuelve a la capital hispalense después de su gran exposición en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en el pasado 2012, con su Remasterizaciones, donde nos ponía en sintonía con una especie de galería de recuerdos de lo que había sido su trabajo hasta ese momento. Ahora, el artista granadino nos conduce por su lógica y sensata evolución pictórica. Sus felices argumentaciones pictóricas siguen vivas pero con unas marcas cromáticas abiertamente potenciadas y generadoras de una pintura que desentraña su realidad procesual, su desarrollo compositivo donde subyace una clara intención casi automática. El artista se deja llevar por la improvisación, por el desarrollo pictórico, por la pura esencia del acto creativo; la forma plástica formula su potestad conformante, las manchas surgen espontáneas yuxtaponiéndose e interactuando en campos de color que dejan traslucir las áreas cromáticas tan habituales de este autor, pero, en esta ocasión, sin las medidas marcas geométricas de otros momentos y generando postulados mucho más abiertos, con más profusión pictórica y mayor argumentación formal.

En la exposición sevillana José Piñar se nos presenta con una pintura más barroca, provocando la mirada del espectador a la que envuelve de pasión formal desde una escena con muchas situaciones de mágico colorismo y con ciertos elementos que generan inquietantes estados evocadores. Ante los acrílicos del pintor granadino -sobre tela y sobre papel- uno se siente invadido de expectación, de poderosa pintura sabiamente estructurada para que ella formule su aleatorio argumento plástico, dejando entrever muchas de las alternativas que promueve el acto de ejecutar la pintura sobre los soportes y ver que el mismo ha cumplido su misión artística.

A José Piñar lo encontramos cada vez con más entusiasmo creador. Su obra está más llena de desarrollos y de desenlaces pictóricos, de fuerza constitutiva, de máximos esquemas y de rigurosas propuestas plásticas. Si su pintura jamás dejó indiferente, ahora plantea, sin reservas, el acto supremo de la creación, ese que, además de convencer la emoción generadora del artista, transmite infinitas circunstancias que convencen unánimemente la mirada del que contempla.

Aggiornamento es una pintura de absoluta acción; es la plasmación de la potencia creativa llevada a su más alto sentido. José Piñar pinta para él, pinta para los demás y lo hace mostrando, sin reveces, el acto de su más absoluto proceso creativo.

Esta exposición es un paso adelante más en su trascendente carrera de máximo artista.

José Piñar Galería Mecánica, Sevilla

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