Fotografía crítica y memoria urbana en la nueva exposición de Eduardo Nave

La muestra del fotógrafo valenciano reflexiona sobre la desaparición de la publicidad analógica y podrá visitarse en Granada hasta el 12 de octubre

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Eduardo Nave
Eduardo Nave / G. H.
Daria Zelenska

Granada, 25 de junio 2025 - 14:53

Desde este jueves, 26 del junio, el Centro José Guerrero de Granada acoge Espacio disponible. Una poética de la desaparición, la última propuesta del fotógrafo Eduardo Nave (Valencia, 1976).

La exposición, organizada por la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía a través de la AAIICC y en colaboración con la Diputación de Granada, llega a la capital granadina tras su paso por el Centro Andaluz de la Fotografía en Almería.

La muestra, compuesta por 79 imágenes de distintos formatos, ofrece una mirada crítica y poética sobre las transformaciones de la publicidad en el espacio público. Nave retrata las estructuras abandonadas de antiguas vallas publicitarias, vestigios de un tiempo reciente en el que el cartel impreso dominaba el paisaje urbano.

Hoy, muchas de estas estructuras permanecen vacías, oxidadas y olvidadas a los márgenes de ciudades y carreteras, convertidas en restos arqueológicos de una era analógica que se desvanece ante el avance imparable de la comunicación digital.

“Esta exposición nos invita a mirar con atención cómo la publicidad analógica, que durante décadas llenó nuestras ciudades, está desapareciendo para dar paso a nuevas formas digitales de comunicación”, destacó la diputada de Cultura y Educación, Pilar Caracuel, durante la presentación de la muestra.

En su opinión, el trabajo de Nave representa “una reflexión necesaria sobre la evolución de nuestros espacios urbanos y sobre cómo el arte puede capturar y cuestionar estos cambios que afectan nuestra vida cotidiana”.

Una estética del abandono

El trabajo de Eduardo Nave se adentra en una estética del abandono y la desaparición. Las imágenes, junto con collages realizados a partir de restos de anuncios publicitarios y un audiovisual codirigido por el propio Nave y David Linuesa, conforman una instalación inmersiva que propone al espectador una experiencia física y sensorial.

El proyecto cuenta además con un texto inédito del reconocido filósofo francés Gilles Lipovetsky, quien define la muestra como una “poética de la desaparición” y plantea que las antiguas vallas publicitarias son “metáforas de un consumismo que ha perdido su esplendor”.

“La muerte de las vallas publicitarias clásicas es una metáfora de la muerte de ese tiempo esplendoroso del consumismo, del presentismo hedonista que ignora cualquier ética del porvenir”, escribíо Lipovetsky.

Según el pensador, Espacio disponible nos obliga a confrontar no solo una transformación visual, sino también ideológica: la del capitalismo que devora sus propios discursos.

Entre el documentalismo y la experimentación

Juan María Rodríguez, director del Centro Andaluz de la Fotografía, define la propuesta como “un ejemplo del nuevo y excitante documentalismo que funde a la fotografía con expresiones conceptuales del arte contemporáneo”. Para Rodríguez, el proyecto de Nave “proclama su firme voluntad de apoyo a la nueva creación y a autores que lideran la fotografía de autor en España”.

El proyecto plantea una pregunta inquietante: ¿qué espacio dejamos para la memoria en un mundo diseñado para olvidar? Con esta interrogante, Nave apunta a la fugacidad de los mensajes contemporáneos y a la obsolescencia acelerada de los soportes, incluso antes de que el recuerdo haya podido fijarse en el imaginario.

Eduardo Nave, por su parte, explica que su intención ha sido “documentar esos esqueletos de un pasado glorioso y despedir una forma de comunicación”. En su opinión, estas estructuras abandonadas son parte de una nueva forma de “basuraleza” —neologismo que aúna basura y naturaleza— que, con el tiempo, se ha integrado en el paisaje como elementos tan contaminantes como estéticamente reveladores.

Las estructuras oxidadas que retrata Nave “parecen esperar un anuncio que ya no les llegará”, como “restos desintegrados de una civilización extinguida”. Este paisaje visual fantasmagórico revela cómo el sistema publicitario tradicional ha dejado atrás su envoltorio físico, pero no su impacto cultural.

Un fotógrafo con voz propia

Eduardo Nave es una de las voces más sólidas de la fotografía española contemporánea.

Técnico Superior en Fotografía por la Escola d'Art i Superior de Disseny de València, en 2005 fundó el colectivo NOPHOTO, con el que obtuvo los premios ARCO y Revelación PhotoEspaña 2006. Su obra ha sido expuesta en centros de prestigio como los Encuentros de Fotografía de Arlés (Francia), el Instituto Cervantes de París o PhotoEspaña.

Además, forma parte de colecciones institucionales como las del Ministerio de Cultura, Patrimonio Nacional, el Centro de Arte Dos de Mayo o la Fundación Marcelino Botín.

Desde 2001 es colaborador habitual para medios editoriales nacionales e internacionales y su trabajo es representado por la Galería Daniel Cuevas (Madrid) y la Galería Juan Silió (Santander).

Ha recibido varios premio como el Imagenera de Creación Documental sobre Andalucía 2023 y el Premio de Arte ENATE 2023/24, entre otros. А lo largo de su trayectoria ha participado en exposiciones colectivas e individuales entre las que destacan Encuentros Internacionales de Fotografía de Arles (Francia), Macuf (A Coruña), Instituto Cervantes (Paris), o PhotoEspaña (Madrid).

Espacio disponible permanecerá en el Centro José Guerrero hasta el 12 de octubre. La entrada es gratuita.

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