La fresca realidad de un arte nuevo

SCARPIA. Crucero del Hospital Real de Granada.

El Carpio es una población de la provincia de Córdoba que el viajero se encuentra en la autovía hacia Madrid, a treinta kilómetros una vez pasada la capital de la provincia. A simple vista es un pequeño pueblo -alrededor de cinco mil habitantes- de los muchos que existen en Andalucía; un pueblo enmarcado entre olivos y con una campiña que ofrece oportunidades agrícolas a sus habitantes; un pueblo como muchos otros de los que llenan esta comunidad tan distinta y con tantos buenos argumentos existenciales. Pero El Carpio no es un pueblo cualquiera en el universo de la creación contemporánea. Allí, desde el año 2002 y sin solución de continuidad se viene celebrando una bella historia de amor donde el Arte toma posición de la villa y sus gentes,de sus paisajes, de sus viviendas, del río, de las plazas, de las azoteas y de todo cuanto existe en el lugar.

Allí todo y todos son elementos vivos de una práctica artística diferente que convierte al pueblo en un gigante escenario expositivo destinado a los postulados creativos novedosos de una serie de artistas importantes que en El Carpio, desde El Carpio y para El Carpio dejan constancia de sus poderosas y determinantes posiciones plásticas.

El proyecto Scarpia tiene un principal valedor: el artista de la propia localidad Miguel Ángel Moreno Carretero; probablemente no podría ser otro, toda vez que el autor multidisciplinar carpeño es, asimismo, un elemento más de esas circunstancias que inciden en este singularísimo proyecto y cuya obra y su ideario generan los mismos esquemas conceptuales del espíritu que subyace en la creación que cada año viene teniendo lugar en la población cordobesa.

Conceptualmente Scarpia está emparentada con las proposiciones artísticas del Land-Art, del Arte Público y Urbano, de las instalaciones y de los proyectos Site-specif; sin embargo, lo que tiene lugar en el Carpio sobrepasa tales situaciones. Es todo más sencillo, más amable, más fresco y, por supuesto, más participativo. Cada año durante dos semanas, el pueblo acoge a los artistas en sus estancias; creadores y espectadores, artistas y lugares, diluyen sus espacios y sus posiciones, habitualmente, diferentes para conformar un status creativo que trasciende mucho más allá de las propias coordenadas físicas de los actos artísticos.

La naturaleza acoge elementos nuevos que transgreden su eterno discurso; el paisaje promueve infinitas pistas para que sobre él se posen las circunstancias de unas obras llenas de episodios efimeros que buscan complicidades ajenas y que, en El Carpio, son fáciles de encontrar para contar con ellas.

No es fácil transportar la realidad de lo realizado específicamente para la localidad a un espacio expositivo, aunque este sea de la importancia museográfica del Crucero Bajo del Hospital Real; no obstante, la exposición reúne planteamientos oportunos que nos sitúan en lo realizado en estos años en El Carpio. Junto a fotografías de algunas de las acciones, el espectador puede encontrarse con algunas de las piezas realizadas y que forman parte de ese trascendente patrimonio cultural que, ya, constituye Scarpia. Una selección muy bien estructurada de los trabajos, imágenes de los procesos constitutivos, de las actuaciones de los artistas y de sus actores - para nada secundarios -intervinientes en unas acciones - efímeras o duraderas- que han convertido la población cordobesa en una auténtica factoría de arte fresco, lleno de intensidad creativa y sin el más mínimo complejo.

Scarpia es un gran proyecto artístico realizado por autores diferentes, que saben lo que quieren, que están muy al tanto de la realidad plástica existente y que, además, buscan la motivación absoluta de los habitantes de un pueblo que, tras el estupor de las primeras ediciones, se sienten verdaderos protagonistas de tan espectaculares acciones.

Intreresantísima exposición la que se presenta en el monumental antiguo hospital renacentista y que viene a completar la muestra de Miguel Ángel Moreno Carretero en La Madraza. Estos sí son los esquemas expositivos que debe poseer una institución como la Universidad de Granada en torno a las artes plásticas. Nos alegramos de ello.