Azucena Rodríguez presenta el documental de Almudena Grandes: "Pensé que si hacía la película volveríamos a pasar un rato con ella"

El Centro Andaluz de las Letras (CAL) y la Filmoteca de Andalucía se unen en una cita ineludible para los amantes de la literatura y el cine: la proyección del documental Almudena (2025), dirigido por la aclamada cineasta Azucena Rodríguez. Este filme, que aterriza en la capital nazarí como un sentido y profundo tributo, ofrece un retrato inédito de la inmortal escritora Almudena Grandes, una de las voces más queridas y comprometidas de la narrativa española contemporánea.

La velada tendrá lugar el próximo viernes, 14 de noviembre, a las 19:30 horas, en la emblemática Sala Val del Omar de la Biblioteca de Andalucía. Se trata de una oportunidad única porque la proyección contará con la participación de la propia Azucena Rodríguez, quien conversará con el público y compartirá la emoción y los desafíos que supuso dar vida a este proyecto tan personal y, a la vez, universal. La entrada es libre hasta completar aforo, un gesto que subraya la vocación popular y cercana de la obra, reflejo del espíritu de la autora homenajeada.

Retrato humano

Almudena no es solo una crónica biográfica; es, ante todo, un acto de amor y un ejercicio de memoria. El documental se adentra en la vida y el legado de Almudena Grandes, tejiendo con hilos de imágenes, testimonios y material inédito un tapiz que revela su lado más íntimo y conmovedor. La obra captura la esencia de una escritora para quien la literatura era mucho más que un oficio: era un refugio, una forma de resistencia y, citando sus propias palabras, “la manera de entender el mundo”.

La directora, Azucena Rodríguez, ha resumido a este diario la esencia de su obra de forma rotunda: "El documental es la presencia de Almudena".

A lo largo del metraje, la voz inconfundible de la madrileña se convierte en el hilo conductor, permitiendo al espectador acceder a su particular prisma para observar el mundo, la vida, la política y, por supuesto, el arte de escribir. Almudena Grandes, fiel a su compromiso inquebrantable, utilizó su pluma y su voz como herramientas para explorar la memoria histórica, la lucha antifranquista y, de forma notable, la experiencia de las mujeres en la posguerra, como bien plasmó en su célebre saga de los Episodios de una guerra interminable. Su literatura es la prueba de que, para ella, escribir ficción histórica implicaba tomar partido, convirtiéndose en una referencia moral y un faro para la izquierda política y social en España.

"Mi idea era básicamente hacer un documental sobre ella y su literatura y dar cuenta de su grandísima talla como novelista, con lectores por todo el mundo", explica Rodríguez sobre el objetivo inicial de la cinta, cuando la escritora estaba sana. Tras su fallecimiento, el proyecto se centró en "contar su ausencia, el dolor que ha provocado su muerte".

Una amistad y dúo profesional

La presencia de Azucena Rodríguez en la Sala Val del Omar es un valor añadido a esta cita granadina. La directora de cine y guionista, una de las profesionales más versátiles y comprometidas del panorama audiovisual español, compartirá con el público los detalles del proceso de rodaje de Almudena.

Rodríguez, nacida en Almería y licenciada en Ciencias de la Imagen por la Universidad Complutense, atesora una larga trayectoria marcada por una mirada comprometida con la libertad, la memoria y la justicia social. Su debut en el largometraje, Entre rojas (1995), ya la situó en el mapa internacional, y títulos posteriores como Sólo mía (2001) y la adaptación de otra novela de Grandes, Atlas de Geografía Humana (2007), coguionizada con la propia escritora, consolidaron su prestigio.

Sin embargo, Almudena es un proyecto que trasciende lo profesional. La cineasta ha revelado que la idea de la película tomó una nueva dimensión tras la llegada de la COVID y la enfermedad de su amiga. La relación entre Azucena Rodríguez y Almudena Grandes se remonta a los años noventa y, en palabras de la directora, la escritora no era solo una colaboradora o una admirada autora, sino su mejor amiga.

"Hemos tenido más de 20 años" de amistad, señala Rodríguez, quien admite que la pérdida le afectó "mucho" a nivel personal. "Yo he estado tres años haciendo el montaje y viéndola, oyéndola otra vez y sufriendo cada momento su pérdida".

Esta profunda conexión personal, narrada con una emotividad palpable, convierte la cinta en un homenaje forjado desde el dolor de la pérdida, pero, sobre todo, desde un amor incondicional. La directora ha confesado que, durante el montaje, escuchar y ver a Almudena durante horas diarias suponía una paradoja: una presencia constante que hacía más evidente su ausencia irreversible.

"Confío plenamente en esa capacidad milagrosa que tiene el cine de detener el tiempo. Y pensé que si hacía la película volveríamos todos a oírla, a verla, volveríamos en definitiva a pasar un rato con ella y volveríamos a manteneros ahí. De ese modo además mantendríamos viva su memoria", reflexiona la directora sobre la decisión de retomar la filmación tras el fallecimiento de la escritora.

El documental se estructura de manera no lineal, recorriendo las ideas, el pensamiento y la trayectoria de Grandes: desde su irrupción con Las edades de Lulú (1989) hasta su compromiso político, pasando por su concepción de la literatura como el “territorio de la emoción”. Este retrato, íntimo y poliédrico, es un testimonio de su convicción de que la alegría, a la que dedicó una columna memorable, era la meta que merecía afrontar cualquier esfuerzo o error.

La velada del 14 de noviembre en Granada se presenta, por tanto, no solo como una proyección cinematográfica, sino como una conversación íntima con la memoria y un encuentro esencial con el legado de dos mujeres que, desde el arte, han sabido mirar el mundo de frente, con compromiso y pasión.