Granada se convierte en un laboratorio para atraer coleccionistas de arte de toda España
El grupo de expertos recorre durante tres días estudios, exposiciones y espacios culturales en una iniciativa pionera que busca conectar el talento local con el mercado del arte contemporáneo
Garaje Bonilla, la nueva galería que abre un punto de difusión del arte granadino en Madrid
Granada se ha convertido este fin de semana en el escenario de una experiencia pionera en el panorama artístico español: un programa creado para traer a coleccionistas de arte contemporáneo de distintas ciudades del país y sumergirlos en el ecosistema creativo local. La iniciativa, impulsada por el galerista granadino afincado desde hace unos años en Madrid Rafa Serrano Bonilla (Garaje Bonilla) y Nacho Tomás (director de la Feria de Arte de Castellón Marte), tiene un objetivo claro: propiciar un encuentro real entre quienes coleccionan y quienes crean, abrir estudios, visitar exposiciones y mostrar la vitalidad artística de una ciudad que aspira a reforzar su papel en el mapa cultural nacional.
“No es una feria ni un encuentro comercial; es un campamento cultural para adultos, una inmersión en el arte que se hace en Granada”, resume Nacho Tomás en conversación con Granada Hoy. Esta primera edición, conciben ambos, funciona como una prueba piloto muy meditada: un grupo reducido —diez coleccionistas procedentes de Madrid, Zaragoza y Castellón— que permite comprobar ritmos, tiempos y dinámicas antes de organizar nuevas visitas ya a comienzos de 2026. Ese segundo encuentro que se organizará en colaboración con la Feria de Arte Lateral, adelanta Tomás, aspira a incorporar también a galeristas y comisarios nacionales para que puedan conocer el trabajo de artistas granadinos y abrirles puertas en otros contextos.
Los coleccionistas se alojan juntos en el hotel Mercader Sedas, en pleno centro, para facilitar los desplazamientos y fomentar la convivencia. “Queríamos que vivieran Granada desde dentro, que compartieran conversación y miradas, que la ciudad fuera también un punto de encuentro entre ellos”, explica Serrano. La idea surgió este verano, durante una conversación informal en la que también estuvo presente el artista Jesús Zurita, que ha colaborado en la selección de estudios. “Por un lado, cada vez escuchaba más a coleccionistas decir que querían conocer obra nueva y espacios nuevos. Y por otro, veía que en Granada existía un nivel artístico altísimo que, a veces, no tiene tanta presencia en galerías o ferias. Era el momento perfecto para unir ambas cosas”, recuerda Tomás.
Programa
El programa, que comenzó el viernes y se prolonga hasta el domingo, se desarrolla con un ritmo tan intenso como cuidado. El punto de partida fue el viernes en una comida de bienvenida en el Restaurante Botánico, concebida para que los coleccionistas se conocieran entre sí antes de emprender el recorrido cultural. Desde allí se trasladaron al estudio de Antonio Montalvo e Irene Sánchez, primera toma de contacto con la creación local. La tarde continuó con una visita a la exposición Escultura, arte de ingenio en el Palacio de los Condes de Gabia, seguida de un encuentro en el Espacio Lavadero. Más tarde conocieron la muestra Viaje a la Luna en el Centro Lorca, antes de culminar la jornada con una cena en casa del coleccionista Rubén Linares, punto de convivencia con una representación del tejido cultural granadino, entre ellos gestores, arquitectos, artistas y representantes institucionales.
La jornada del sábado comenzó con un desayuno en casa del propio Rafael Serrano Bonilla, un gesto que resume bien el espíritu cercano del programa. Después visitaron el estudio de Paco Pomet y el taller del escultor Christian Walter, para continuar en el restaurante El Olivo, donde compartieron impresiones antes de adentrarse por la tarde en uno de los núcleos de creación más singulares de la ciudad: el espacio La Escombrera, donde trabajan Julia Bolívar, Lola González, Marta Lara, José Sanco, Ramón Serrano y Devon Villegas. La última visita del día fue al estudio de Mateo Chica y Ana Sánchez, antes de una cena en El Sota, que incluyó un espectáculo flamenco y un ambiente más distendido pensado específicamente para que artistas y coleccionistas conversaran sin prisas.
El domingo mantiene ese equilibrio entre estudio, patrimonio y conversación. Tras un desayuno temprano, el grupo vuelve a encontrarse con la obra de Antonio Montalvo e Irene Sánchez en su espacio en Silo Eléctrico, y después recorre la Fundación Rodríguez-Acosta, uno de los puntos arquitectónicos y culturales más singulares de la ciudad. Más tarde recalarán en el estudio compartido por Livia Daniel, Julia Fernández, Cristina Ramírez y Blanca Rodríguez, antes de conocer el trabajo de Marta Beltrán y María Dávila, última parada artística del fin de semana. La experiencia culminará con una comida de despedida en la que recogerán impresiones y se afianzarán contactos.
Coleccionistas, galeristas y profesionales
Los organizadores creen que este tipo de encuentros pueden contribuir a que instituciones y agentes culturales vean la necesidad de atraer a Granada a coleccionistas, galeristas y profesionales. “Se trata de que Granada entienda que hay que mostrar la ciudad y su talento. Hay una potencia creativa enorme”, señala Tomás. Para Serrano, la clave está en mimar los tiempos: “Hay que evitar saturar tanto a los artistas como a los coleccionistas. Son casi 25 creadores en dos días y medio. Queremos que vuelvan, que recomienden Granada, que se queden con ganas de más”.
La expectativa ahora es ver si esta primera edición confirma lo que sus impulsores intuyen: que Granada tiene los ingredientes —talento, energía y autenticidad— para convertirse en un destino imprescindible para quienes buscan descubrir el arte que aún no ha entrado en los circuitos más comerciales y a la vez los nombres más pujantes en el panorama internacional.
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