Novedad editorial

La granadina Andrea Ambel se viste 'de negro' para la publicación de su primera novela

La escritora posa con su libro en la Biblioteca de Andalucía.

La escritora posa con su libro en la Biblioteca de Andalucía. / José Velasco / Photographerssports

Las mujeres ya no escriben novela romántica, las mujeres ahora escriben sobre cualquier género, incluido la novela negra. Un ejemplo es Andrea Ambel, que acaba de publicar Punto Muerto (Atlantis), centrada en el personaje de Oliver Pascal, un inspector de policía que tras tocar fondo, personal y profesionalmente, recala en Noirbaie, donde tendrá por fin la revelación que le hará tomar las riendas de su vida. Hija de psicólogo y periodista, la vida de Ambel ha seguido siempre estas vías, primero dedicándose profesionalmente al trabajo de su padre, y ahora haciendo sus pinitos con la letra escrita. Algo a lo que también ayuda la ingente biblioteca del género que posee, de ahí que no dudase en escogerlo a la hora de debutar en la novela, todo ello pese al asombro inicial de algunos cuando dio la noticia, debido, según explica a este periódico, a las pocas mujeres dedicadas a la novela negra y de misterio, pero "las mujeres podemos ser oscuras y escribir novela negra", explica. 

Pese a todo, sus años en la universidad (estudió Psicología en la UGR) también han influido a la hora de concebir esta novela, especialmente a la hora de elaborar "la psicoesfera" que envuelve tanto a los personajes del libro como a la ciudad donde esta se desarrolla, una esfera que tiene su centro en la emoción "y en particular desde una perspectiva de psicóloga, en la angustia", explica la autora, ya que "vivimos en un mundo en el que todos estamos angustiados, entonces es terapéutico leer este tipo de novelas", aunque a renglón seguido Ambel reconoce que "otras veces no". 

Donde ya empieza un poco a despegarse de sus orígenes es en la lugar en el que se desarrolla la novela, dejando esta parte más a la imaginación y la fantasía, quizá queriendo emular a su admirado John Connolly y su detective Charlie Parker. Según se lee en el dossier de prensa, del libro Noirbaie es "una ciudad, ubicada en el norte de cualquier país, en donde nada sucede por accidente y todo está maliciosamente predeterminado". 

Aunque Ambel reconoce que no le importaría escribir en el futuro una novela ambientada en Granada, "una ciudad llena de contrastes", algo esencial en Punto Muerto, la autora también reconoce las limitaciones que ofrece trabajar sobre una ciudad real, de ahí que haya decidido optar por inventarse un lugar en el que desarrollar la trama, "un cajón vacío" en sus propias palabras, donde tenga más libertada para experimentar y hacer que la historia avance. 

De momento, la historia de Pascal acaba de nacer y su 'madre' no descarta que esta siga avanzando, de hecho reconoce que ya tiene en mente un segundo libro sobre este detective y no descarta, como marca parte de la tradición del género, desarrollar toda una serie de novelas alrededor de su personaje. 

El tiempo dirá si esa serie de novelas da el salto a la televisión o el cine, como han hecho varios de los grandes títulos del género. Mientras tanto, Punto muerto tendrá que seguir compitiendo con otros productos culturales, con especial relevancia del audiovisual, que gana terreno en el campo de batalla de lo macabro.

Pese a todo, la autora defiende a capa y espada la literatura, un tema que asegura "nunca puede fallar" y realza el valor que tiene, en un mundo acelerado como el actual, pararse a leer cinco minutos una página de un libro, en lugar de pasar continuamente de hilo en hilo de Twitter o de story en story de Instagram. 

Punto Muerto ya está disponible, aunque de momento solo en formato digital en la tienda de la editorial. 

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