La producción granadina La Grieta ha sido seleccionada en los festivales internacionales de Toronto, Vancouver, Los Ángeles y Carballo. La Grieta, calificada como una de las mejores producciones audiovisuales españolas para Internet de 2013 por su exploración de los límites del teatro y del cine, cargada de una punzante reflexión social, traspasa nuestras fronteras y se abre hueco a nivel internacional.

Después de conseguir el pasado mes de enero el reconocimiento a la Mejor Obra Audiovisual en Internet en los Premios del Cine Andaluz- Asecan 2014 de la Asociación de Escritores y Escritoras de Cine de Andalucía, la webserie granadina dirigida por Julio Fraga y escrita por Gracia Morales ha sido seleccionada en los prestigiosos webfest, festivales específicos para este tipo de producciones, de Los Ángeles, Toronto y Vancouver. También participará a concurso en el primer festival de este tipo que se realiza en España, el Carballo Interplay.

La Grieta, interpretada por Piñaki Gómez, Larisa Ramos y Antonio Leiva, "impacta por su sutil conciencia social, su original planteamiento escénico, su hábil guión y la potencia de su narración y actuaciones", según explican los responsables de la producción en una nota.

Se trata de una webserie que se desarrolla en seis capítulos breves, de alrededor de cinco minutos cada uno, más un epílogo. En ellos, la tensión, la urgencia, la intriga y el conflicto progresan desde una situación cotidiana hasta llevarnos a finales sorprendentes, pero siempre verosímiles.

Tres personajes están jugando, hasta que algo imprevisto les interrumpe y les amenaza. En cada capítulo el juego y la apuesta son distintos y también varía el contexto. Desde la pasividad a la histeria, La Grieta muestra un abanico de reacciones posibles de un pequeño grupo social ante una misma situación de urgencia y peligro.

Este proyecto apuesta por un lenguaje transmedia donde se ligan los recursos cinematográficos con los teatrales. Siguiendo la huella de una propuesta tan arriesgada como fue Dogville, de Lars Von Trier, se busca crear un espacio donde se conjugue lo explícito y concreto del discurso cinematográfico con la tendencia más implícita, simbólica y abstracta del ámbito escénico.