"Me gustaría tener una lista de canciones más corta y con temas más importantes"
david demaría. intérprete y compositor
El artista jerezano presenta este mes en el Auditorio Manuel de Falla su último disco, 'Otras vidas' Más sereno y reflexivo, cree que ha sorteado la "ola" de la radiofórmula
David DeMaría no oculta su ansiedad por "tirar ya para abajo". Desde "los madriles" atiende al teléfono deseoso por llegar al sur, donde hoy arranca una gira en Cadiz que a finales de este mes, el 30 de mayo, lo hará recalar en Granada, en el Auditorio Manuel de Falla, para presentar su disco, Otras Vidas.
-Empezó muy joven, guiado por las discográficas, pero ya lleva 20 años en la música ¿es difícil encontrar un estilo propio?
-La esencia... Yo creo que el camino se demuestra recorriéndolo y tallando poco a poco lo que un instrumento y tu voz pueden llegar a causar, porque yo me he hecho músico a base de guitarrazos y empecé a hacer buenas canciones a base de analizarme mucho, de escucharme al tiempo, de reconocer pues que tal o cual cosa no gustase o que no terminase de encajar... Porque vas tallando tu propia obra. Yo he intentado apostar por un estilo popero melódico andaluz pero muy abierto a cosas que estoy dispuesto a hacer y que voy haciendo poco a poco. A mí es que me gustan las guitarras con delay de U2 y Coldplay pero también me gusta una guitarra de naylon y un picado... Lo bonito es haber apostado y haber intentado crecer con cada disco y composición. Es una apuesta de vida.
-'Otras vidas' se titula este disco... ¿Somos capaces de vivir muchas vidas en una? ¿Para ello hay que vivir al límite?
-Pues yo creo que ese es el problema, nos han hecho vivir tan deprisa... Nos da tan poco tiempo a digerir las vivencias y emociones del camino que, al final, queremos vivir demasiadas vidas en una misma. Si somos un poco inteligentes nos daremos cuenta que ese no es el camino, está bien haberlo probado, pero yo, que tengo 38 tacos y he vivido los últimos 20 a una velocidad de crucero, hablo con conocimiento de causa y ahora me quiero parar y disfrutar con madurez y con la misma ilusión de cuando tenía19 o 20 años. ¿Sabes qué pasa? Que nos han hecho del día a día un examen constante y vivimos con tanta sobreinformación a veces... Así que de vez en cuando hay que desconectar el móvil, parar, darte una vuelta con la bici, leer o venirte hoy al Falla a ver a un chavalito de Jerez que, a lo mejor, tiene algo que contar, que lleva 20 años en esto y que, a lo mejor, no lo hemos tomado muy en cuenta.
-¿Por qué dice eso?
-Pues porque yo sueño con enganchar a la gente de mi generación que ha sido más escéptica ante mi obra porque ha habido épocas que, está claro, ha sido mucho más teenagers, pero es que el pop lo marca la radiofórmula y si uno empieza con 20 años a hacer lo que quiere hacer con 30 pues ya estás sacrificando tu propia carrera... Yo he intentado sortear la ola dejando mi esencia en cada disco y en mis directos, sobre todo, pero sin perder la estela de lo que quiere la radiofórmula y el mercado estipulado porque, la verdad, yo no aspiro a realizar la portada de la Rolling Stone, yo lo que quiero que el periódico de mi ciudad tenga ganas de hablar de un artista que sigue con su carrera viva.
-¿De qué decepciones ha salido este disco?
-La decepción se encuentra cuando uno es capaz de mirarse a sí mismo, por dentro. Y lo peor que me ha podido pasar es decepcionarme a mí mismo. Uno llega a la decepción de sí mismo cuando está intentando darlo todo por lo demás y, aún así, se da cuenta de que ni son felices los otros ni él. A mí me ha ocurrido. Entré en un bucle en el que todo el mundo me pedía ayuda y yo la pude ofrecer pero si algún día la dejabas de ofrecer por lo que sea, el culpable eras tú. Y eso me ha pasado con músicos con los que hice hasta la primera comunión, con los que he ido al instituto y formamos el primer grupo. Tío, a mí me ha tocado la parte más dura, yo compongo, toco, preparo la gira, la promoción y tú vienes y me tocas un instrumento... ¡No me exijas más de lo que puedo hacer...! Pero me decepcioné porque podía haber actuado de otra manera, pero aprendí de los errores... Así uno se va equilibrando y encontrando el faro de sus dudas.
-¿Más libre ahora? Y hablo de este disco
-Más libre aún lo que vendrá... Ahora estoy componiendo de nuevo a tope con Víctor Iniesta, el guitarrista de Manolo García y ElBicho, y creo que lo que viene va a ser más cercano, más crudo, más arenoso. Y Otras vidas me encanta, está haciendo el papel que le correspondía, me ha servido, pero uno es inquieto y creativo y tengo ganas de demostrar que sigo madurando como persona y como compositor.
-Ha compuesto más de 200 canciones, ¿qué siente cuando repasa una lista tan larga?
-Pues siente que le gustaría tener una lista más corta y de canciones más importantes porque, a veces, cuando tu obra está demasiado sobreexpuesta también pierde valor. Yo he sido mal llevado y malcriado en temas como las editoriales, la SGAE, los contratos royalties... A un chaval de Jerez que pillan con 18 años y con un padre bombero... Pues te cogen por todos lados... Hay un gazpacho de porcentajes para repartir el trozo de pastel que yo no me enteré de nada... Y esas 200 canciones son un orgullo en lo creativo y en la estima personal como compositor pero es un peso por no haberlo sabido gestionar de otra manera.
-¿Se parecen David DeMaría y David Jiménez? ¿Se quieren, se llevan bien...?
-Ains... Jeckyll y Mr. Hyde... Pues lo llevas intentando quedarte en el papel del centro, e intentando superar muchos prepicios contigo mismo e intentando luchar por ser feliz y hacer feliz, la verdad. Soy una persona que me afecta muchísimo la sobreexposición y, bueno, la hipersensibilidad me caracteriza, por eso escribo las ñoñadas que tengo (ríe), pero cuando se vuelven a la contra, el vinagre de Jerez amarga demasiado, a mí mismo, el primero.
También te puede interesar
Lo último