El hermano de Mario Casas debuta en el cine
Niños, solidaridad y fútbol protagonizan la película 'El sueño de Iván', de Roberto Santiago, una coproducción entre México, Colombia y España que se estrena este viernes en las salas españolas
Con un fichaje estrella como el hermano de Mario Casas, Óscar Casas, con una estrategia de juego limpia para los más pequeños y entrenado en su propia novela homónima, Roberto Santiago chuta a portería El sueño de Iván, película que combina la competitividad del fútbol con la solidaridad. Esta coproducción entre México, Colombia y España se estrena el viernes en los cines españoles y, con ella, Santiago se enfrenta al que considera "un público muy exigente y nada hipócrita" como es el infantil, reconoce en una entrevista. El sueño de Iván es, en realidad, el de muchos otros niños: el de compartir césped con un galáctico del fútbol. Pero Iván, el protagonista, tendrá que entrenarse más duro todavía para un campo más abrupto, el del amor por su vecina Paula.
A sus trece años, Óscar Casas despliega encanto inmaculado todavía sin las hormonas y la musculatura que han hecho famoso a su hermano Mario. "Es mi madre con la que preparo el personaje y a la que le pregunto todo, y cuando está ya todo bien, entonces se lo enseño a mi hermano", explica el joven actor, que se declara madridista a ultranza, aunque no de la actitud de Cristiano Ronaldo.
Casas es el delantero de una peculiar selección: la que forman distintos niños de países diversos reunidos por un sosias de Mourihno con el fin de enfrentarlos a los galácticos por una causa benéfica en el estadio Azteca de Ciudad de México. "Espero que la parte solidaria sirva para concienciar a los niños", explica Casas, quien llega ya con experiencia en series como Águila Roja o la película El orfanato, y que luchará por el amor del personaje de Carla Campra, una joven que no se reconoce "tan descarada" como la Paula de la ficción y que, aunque también suspira por el Real Madrid, su jugador favorito es Leo Messi, del Barca.
Como comentaristas de lujo de este partido cinematográfico, Roberto Santiago ha reclutado a dos viejos amigos: Fernando Tejero, el portero de su filme El penalti más largo del mundo, y Ernesto Alterio, que compartió hazañas con el anterior en Días de fútbol.
"Es una profesión muy 'parodiable', pero cuidado: es una profesión preciosa, en la que hay una gran pasión por lo que se cuenta y lo que sucede en el campo. Aunque nosotros estábamos contando un partido inexistente, contra una pared, una cámara y unos cables", bromea el célebre Emilio de la serie Aquí no hay quien viva.
Alterio recupera su acento argentino para la ocasión. "Allí se vive de una manera muy particular la profesión, se estudian tres años de escuela para poder ejercerla", explica el actor. Pero El sueño de Iván, que por su colaboración con Unicef y con la editorial de libros de textos SM será enseñada en algunos institutos, es sobre todo una reivindicación de la sensibilidad infantil. "Los chavales sufren y viven con la misma intensidad que nosotros", concluye Santiago.
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