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Un poco de historia sobre la génesis de la obra

  • Manuel de Falla concibió 'El Retablo de Maese Pedro' como una breve ópera para teatro de marionetas

El Retablo de Maese Pedro fue compuesto en 1923 por Manuel de Falla, cumpliendo un encargo realizado por la Princesa Edmond de Polignac; ésta quería una obra cantada de pequeño formato para ser representada en el salón de su palacio. Falla utilizó como fuente de inspiración el capítulo XXVI de la segunda parte de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, que narra el episodio en el que Maese Pedro llega con su teatrillo de títeres a la venta donde paraba Don Quijote.

Para la representación de su nueva partitura Falla concibió un espectáculo de marionetas en el que los personajes de la venta asistían a la representación del teatrillo de Maese Pedro, que en aquella ocasión estuvo compuesto por figuras planas. La idea había sido fraguada durante una función de marionetas celebrada en la casa de la familia García Lorca el día de Reyes de ese año. En tal función se representó el Misterio de los Reyes Magos con figuras planas, y con títeres de cachiporra el sainete Los dos habladores y el cuento andaluz La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón. La adaptación literaria fue del propio Federico, la música corrió a cargo de Falla, y el diseño escénico y de marionetas lo llevó a cabo el artista plástico Hermenegildo Lanz.

El estreno del Retablo tuvo lugar el 25 de junio de 1923. Para la realización de las marionetas contó con la ayuda de Hermenegildo Lanz, que acompañó a Falla a París a petición de la Princesa; éste esculpió las cabezas de los muñecos del guiñol y parte del decorado y las figuras planas. Artistas como Manuel Ángeles Ortíz y Hernándo Viñes contribuyeron con su ayuda en la puesta en escena. Entre el público asistente se encontraban figuras notables como el poeta Paul Valéry, el pintor Pablo Ruiz Picasso y el compositor Igor Stravinsky.

El Retablo tuvo un considerable éxito desde el momento de su estreno. A París le siguieron ciudades como Venecia, Londres o Madrid, donde en 1924 se representó en versión de concierto. La primera representación escénica en España tuvo lugar el 30 de enero de 1925, en el Teatro San Fernando de Sevilla.

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