Generoso, conciliador, con una mente muy abierta, íntegro a nivel ético, elegante, con un fino sentido para la ironía, transgresor, inteligente, amable, risueño, cercano. Así describen sus amigos más cercanos el hombre que fue Juan de Loxa (1944, Loja - 2017, Madrid) en vida. La antigua Facultad de Medicina acoge hoy, a partir de las 20:00, una mesa redonda en homenaje al poeta y agitador cultural organizada por la Cátedra Federico García Lorca de la UGR. Bajo el título Ojos míos amados han venido para hoy hacerme una fotografía -un verso de de Loxa perteneciente al poema Kodak-, la rectora de la UGR Pilar Aranda y amigos cercanos del intelectual granadino como Elodia Campra, Juan Antonio Díaz, Eladio Mateos, Juan José Téllez y José Manuel Ruiz Martínez esbozarán "un perfil humano, el Juan de Loxa persona, que no se puede separar de su faceta como poeta y gestor cultural", resume Díaz.

El homenaje, cuya promotora es Aranda, se enmarca dentro de una serie de actos en memoria del artífice del programa Poesía 70 "que se están gestando ahora y se irán lanzando en cascada a lo largo del año", adelanta Juan Antonio Díaz, profesor e investigador de la UGR, artista plástico e íntimo amigo de De Loxa. Entre los homenajes póstumos se encuentra una gran exposición "con temas de Juan, desde su propia aportación al mundo del arte y la cultura, hasta la colaboración externa por parte de profesorado y alumnado de la Facultad de Bellas Artes".

La UGR, la única institución que hasta la fecha se ha preocupado de recordarlo, también tiene pensado un ciclo de conferencias más académicas donde explorarán las distintas caras del genio poliédrico que fue Juan de Loxa: el poeta, el gestor cultural, el creador de programas radiofónicos y de revistas poéticas, el aglutinador de distintos sectores de las artes. "Era el puente entre su generación y todas las demás generaciones jóvenes. Cada vez que veía a una persona joven y con talento la apoyaba a muerte, como es el caso de Jairo García Jaramillo y Olalla Castro", destaca el profesor de la UGR.

"Nada más fallecer Juan formamos un pequeño comité para organizar el funeral y después de eso quisimos seguir recordándolo. Nos juntamos un grupo muy amplío y variopinto de amigos y cada uno iba a portando ideas para un homenaje. Pensamos en organizar algo para su cumpleaños, el 23 de abril, pero decidimos que no podíamos concentrar todo en una día. Se diluiría el mensaje. En febrero se hace un pequeño homenaje a nivel local a través de una asociación de mujeres mayores en Pinos Puente que tenía mucha relación con él", explica Díaz, que opina que las instituciones no le prestaron suficiente atención cuando aún vivía. "Juan tenía que haber sido medalla de oro de Andalucía hace muchos años", recrimina.

El poeta y agitador cultural granadino era "una persona que tenía mucha luz, un humanista de los que pocos quedan y, en definitiva, un caballero del Renacimiento", reconoce la periodista y fiel colaboradora en Poesía 70 Elodia Campra, que hoy participará en la mesa redonda donde se esbozará un retrato de Juan en el que también podrá colaborar el público asistente. "Cualquiera de ellos puede contribuir a ese retrato", asegura Díaz.

Apasionado por la vida y la obra de Federico García Lorca, fue el alma de la Casa-Museo de Fuente Vaqueros, a la que con su espíritu de acumulador fue llenando de manuscritos del poeta y de los integrantes de la Generación del 27, con primeras ediciones, cuadros, epistolarios, trajes de las obras de teatro lorquianas. "La Casa-Museo de Lorca no hubiera existido sin él. Es un invento suyo. Es la criatura que llevaba dentro, le dio vida y sigue funcionando con la inercia de Juan, que dejó tantos proyectos, que algunos actuales llevan su sello", explica Díaz.

Durante el homenaje, adelanta el profesor de la UGR habrá sorpresas que harán reír al público, "como le hubiera gustado a Juan", y se contarán muchas anécdotas como la que recuerda Campra: "Vino un hombre a ver un programa de Poesía 70. Éste no paraba de compadecerse por su mala suerte. De repente, minutos antes de empezar nos anunciaron que a Juan le habían dado el Premio Ondas. El hombre se sintió el ser más afortunado, mucho más que Juan y que yo, que no pudimos hacer otra cosa que estallar en risas".