Actual

El hombre que creyó en los superhéroes

Ciencia ficción, 135 min, EEUU, 2012. Dirección y guión: Joss Whedon. Intérpretes: Robert Downey Jr., Chris Evans, Mark Ruffalo, Chris Hemsworth, Scarlett Johansson, Samuel L. Jackson. Música: Alan Silvestri. Cinema 2000, Kinépolis, Serrallo Plaza, Multicines Centro, ArteSiete Alhsur, Ideal Baza, Madrigal.

Que la cultura es también negocio quedó claro desde los talleres flamencos de pintura del siglo XVI y los escenarios teatrales del XVII. Que ese negocio podía adquirir proporciones industriales y generar sus propios productos para las masas quedó claro desde el XIX. El siglo XX, con las formidables industrias editoriales, discográficas, cinematográficas o televisivas pareció culminar este camino. Pero sólo era otra etapa. El XXI está elevando la industria del entretenimiento y la cultura a cifras de vértigo. Véase el caso de los tebeos, poderoso pero en principio modesto producto de la cultura de masas. Cuando, en 1941 Stan Lee se hizo cargo de la editora de cómics Timely Productions nada podía hacer sospechar que medio siglo después, convertida en la poderosa Marvel, se vendería a Apple-Disney por 4.000 millones de dólares. Una cifra que pone precio al valor de los superhéroes en el imaginario colectivo y en la industria cultural. Desde esa compra el cine ha explotado con éxito e intensidad el universo Marvel. La cosa empezó con fracasos -Howard el pato (1986), de la que solo sobrevive la música de John Barry- hasta que Blade (1998) y sobre todo X-Men (2000) marcaron el nuevo rumbo del éxito. Con ellas Marvel se apuntaba a la también difícil historia de la adaptación de cómics al cine que, en su última etapa, comenzó con rotundos fracasos -Modesty Blaise (1966), Barbarella (1968), Flash Gordon (1980)- entre los que únicamente triunfó Superman (1978) surfeando sobre la ola del renacimiento del cine fantástico por obra de Spielberg y Lucas. Fue el inmenso éxito de Batman en 1989 el que desató el furor de la adaptación de cómics al cine, facilitada por las nuevas técnicas digitales y exigida por el nuevo público masivo adolescente que se había adueñado de las salas de cine a lo largo de los 80. El éxito del personaje de DC Comics, su gran rival, animó a Marvel a empeñarse en el cine logrando nueve años más tarde su primer éxito. Desde entonces, aunque parezca increíble, en 12 años se han producido 25 películas basadas en sus personajes. Los vengadores culmina de momento esta trayectoria de éxitos con este congreso de superhéroes tras el que, una vez más, está su competidora DC Comics como inspiración: en 1960 DC creó las primeras historietas que unían a varios superhéroes (La liga de la justicia) y tres años después Marvel la copió con Los vengadores, en cuyos primeros episodios aparecían Iron Man, Thor, Ant Man, Avispa y el Capitán América. En esta serie se inspira esta película que figura entre las mejores adaptaciones de cómics al cine. El mérito es de Joss Whedon, inteligente y creativo realizador cinematográfico (la interesante Serenity) y televisivo (Buzzy cazavampiros, Firefly) que ha escrito un guión que no sólo confía la película a los efectos especiales (apabullantes) y al sonido (ensordecedor), sino que le aporta sentido del humor, ironía y hasta esa ternura que siente el fan por sus héroes como parte de su propia infancia. El argumento -la unión de Thor, Iron Man, Hulk, Capitán América y Viuda Negra para salvarnos a todos de los perversos planes del hermano malo de Thorh- es lo de menos. Con mimbres parecidos se han trenzado horrorosos canastos. Lo importante es el tratamiento, el juego irónico con los estereotipos que encarnan los superhéroes, los diálogos brillantes, hallazgos visuales deslumbrantes en los que la técnica se pone al servicio de la creatividad, la sensación de que la película que estamos viendo es a la vez el tebeo soñado por un niño que lo lee en los años 60 y recordado por el adulto para quien el tacto, el olor, el formato y los protagonistas de los tebeos forman parte de su vida. Joss Whedon, que aúna al devoto de Shakespeare y al fan de los cómics, era ideal para alzar este inteligente monumento a los superhéroes que al mismo tiempo es una entretenida, espectacular y ruidosa película de efectos especiales.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios