El imparable ascenso de Supersubmarina

La frontera entre la música en otros tiempos llamada independiente y la meramente comercial, aquella destinada a las radio-fórmulas, ha venido sufriendo un proceso de disolución que, al amparo de la crisis de la industria musical y el desplome de las ventas de discos, ha acabado por enterrarla hasta hacerla desaparecer. Hoy en día es ya una frase recurrente en el mundillo esa que dice que el indie es el nuevo mainstream. Y uno de los más claros ejemplos de ello son Supersubmarina. Hace apenas tres años aún compartían los mismos escenarios que los grupos del underground en salas de pequeño aforo mientras que ahora encabezan festivales y son programados en suntuosos espacios como el Auditorio Manuel de Falla de Granada, donde hace días que colgaron el cartel de no hay billetes para su actuación del sábado noche. Así pues, un auditorio lleno recibirá a los baezanos, que terminan estos días una extensa gira que comenzó hace ya año y medio, con motivo de la publicación de su segundo álbum, Santacruz (Sony Music, 2012), y que según han anunciado en su espacio web culminará con un concierto en la sala Razzmatazz de Barcelona que será grabado en dvd con la intención de ser publicado. Con este disco el grupo vio como su nombre multiplicaba su exposición en los medios generalistas y el número de seguidores aumentaba exponencialmente con cada nueva actuación.

A medio camino entre el indie pop de guitarras y los grupos de chicos para fans adolescentes, último refugio de las grandes discográficas, Supersubmarina, con sus canciones directas, de frases explícitas y digestión ligera, se han convertido en la gran revelación del pop de los últimos tiempos. Seguramente, cuando empezaron sus primeros ensayos a mediados de la pasada década, aspiraban simplemente a codearse con las luminarias de la escena granadina, vista con romanticismo desde su local, y no imaginaban que la mayor parte de ellos los mirarían pocos años más tarde desde abajo y envidiando los resultados de sus taquillas. En 2008 editaron su primer ep, Cientocero, y al año siguiente el segundo, homónimo, antes de fichar ya en 2010 con la multinacional Sony, que publicaría su debut en largo, Electroviral pocos meses más tarde. Desde entonces el imparable ascenso del grupo ha cambiado sus vidas y ha recibido un nuevo impulso con cada nueva referencia: primero otro ep, Retroalimentación, en 2011, y más tarde el ya mencionado Santacruz, su último trabajo por el momento. Seguro que durante este recién estrenado 2014 tendremos noticias de sus próximos planes. Y el dvd que grabarán la semana que viene parece una buena pista.