Los ingeniosos experimentos pictóricos de un patafísico

Miguel Mochón abre su mente en Armilla: vuelve hipocondriacos a Los Borrachos de Velázquez y ofrece en su completo menú artístico un particular Fish and Chips

1. Mi-Guel posa tras su cuadro 'En mi mente' 2. La obra '¿Quién friega hoy aquí?', hecha sobre una tapa de lavavajillas. 3. En 'Fish and chips' los chips electrónicos sustituyen a la patatas, 4. 'Los hipocondriacos', una obra realizada en laca de cristal, silicona y collage de fármacos sobre melanina. 5. El 'Elegante Polifemo'.  Fotos: Pepe Torres.
1. Mi-Guel posa tras su cuadro 'En mi mente' 2. La obra '¿Quién friega hoy aquí?', hecha sobre una tapa de lavavajillas. 3. En 'Fish and chips' los chips electrónicos sustituyen a la patatas, 4. 'Los hipocondriacos', una obra realizada en laca de cristal, silicona y collage de fármacos sobre melanina. 5. El 'Elegante Polifemo'. Fotos: Pepe Torres.
Yenalia Huertas / Granada

21 de mayo 2012 - 05:00

Existe una ciencia paródica llamada patafísica que, según la Wikipedia, se dedica al estudio de las soluciones imaginarias y las leyes que regulan las excepciones. En Granada existe un Instituto Patafísico y uno de sus miembros es el armillero Miguel Mochón, alias Mi-Guel: mitad persona, mitad artista.

Mi-Guel, que es maestro de Primaria y director del Colegio San Isidro Labrador de La Malahá, es un pintor autodidacta y se siente especialmente orgulloso de ser patafísico, una faceta a la que da rienda suelta cuando se pone frente a un lienzo, un panel o cualquier superficie en la que pueda experimentar con las formas, los colores, los materiales y las ideas.

En su carta de presentación confiesa que el humor vive con él y que se mantiene alejado de las convenciones del mundo artístico tradicional, y esa lejanía es más que palpable en su última exposición: Mi-Guel Siglo XXI (2000/2012). En ella descubre lo que esconde su mente a través de 19 obras pictóricas sin desperdicio, o mejor dicho, con algunos desperdicios, pues entre los materiales que emplea hay cajas vacías de fármacos, telas de un muestrario, cedés y hasta una pieza de un Mercedes. "También he empleado, por ejemplo, los enchufes de la luz de cuando hicimos la reforma en casa o una plancha de una máquina tragaperras de Recreativos Franco cogida de la chatarra", explica.

Mi-Guel, que empezó a adentrarse en el mundo del dibujo en el colegio y habrá realizado ya unas 200 obras, tiene arte hasta para bautizar sus creaciones. Algunos de sus títulos son: El suicidio del arte (Cuando la inspiración lo abandona, el arte sólo tiene una opción); Kunst macht frei (El arte nos hace libres); Elegante Polifemo (¿Dónde está la normalidad?); o 'Los hipocondriacos' (Personal versión del conocido cuadro de Velázquez).

"El lenguaje artístico, que se supone que es muy ambiguo, yo lo hago súper preciso", comenta Mochón y pone otro de sus títulos de ejemplo. Se trata de la obra ¿Quién friega hoy aquí? , realizada sobre la tapa de un lavavajillas blanco y en la que ha precisado hasta el modelo del electrodoméstico. "¿Y para qué? Pues para eso, para que te sorprendas", señala.

Su original personalidad se refleja claramente en sus cuadros. "Si tienes ojos, sí descubres al que lo hace en lo que hace", admite. De hecho, entre sus obras figura una, titulada En mi mente, en la que prácticamente desnuda el interior de su cabeza y deja al espectador asomarse a su particular mundo interior. En él aparecen varias parcelas perfectamente definidas y separadas en las que irrumpen el espacio, el azar, los peces, la gente, el dinero, las medicinas y hasta un pecho que emerge tímidamente de entre un montón de pétalos de flores.

Durante los 80, se dejó atrapar por el surrealismo, pero a partir de los 90 Mochón se sumergió en el océano de las técnicas, las cuales mezcla a su antojo con resultados brillantes. "Dentro de mi mente hay inconformismo, búsqueda de técnicas nuevas y búsqueda de placer personal", dice el autor, que aconseja a la gente pintar, porque está convencido de que es curativo. "Yo se lo aconsejo a la gente que tenga problemas", agrega.

Para él, que pinta en "horas basura", la libertad es fundamental y lo transmite a la hora de crear. No le gusta perpetuarse en una técnica y va cambiando con frecuencia. En su último trabajo, que firmó hace unos días, ha usado por ejemplo pintura grafitera.

El humor, tan importante en su vida, es, además de un ingrediente básico en sus cuadros, "la mejor vacuna contra la trascendencia", una enfermedad que a su juicio ésta muy extendida en el mundo del arte. "El humor es lo que hace la vida en el planeta soportable. Es lo que hace que puedas levantarte e ir a trabajar y eches un día estupendo. Es lo que hace que vivas bien con tus compañeros de trabajo y con tu pareja. Es fundamental. Si no hay humor, hay malafollá".

La nueva muestra de Mi-Guel, (su ingenioso arte ya ha dado unos cuantos paseos por distintas salas de Granada y Almería desde los años 80) puede visitarse en la Casa García de Viedma de Armilla, de miércoles a sábado en horario de mañana y tarde, y los domingos por la mañana. Mochón estará en la sala Alberti, en principio, hasta el 30 de junio. Y como él mismo dice, si van, "pasen y vean".

stats