Inma Torres: “Opositar es solo una etapa y como tal, tiene un principio y un fin”
Cómo opositar con eficacia cuando tienes poco tiempo y muchas responsabilidades
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A pocos días de que 28.000 personas en España se haya presentado a las oposiciones de la Guardia Civil y en el mes en el que la mayoría de las academias privadas y estudiantes inician sus cursos, llega para muchos el momento de elegir un camino de sacrificio que conducir a un puesto estable de funcionario. Hay una herramienta que puede marcar la diferencia. La matemática, funcionaria y divulgadora Inma Torres, autora de más de 600 artículos sobre gestión del tiempo y organización personal, presenta su nuevo libro Objetivo oposiciones: Consigue tu plaza sin morir en el intento. Es una guía práctica, realista y profundamente humana sobre cómo preparar oposiciones sin renunciar del todo a la vida.
Funcionaria del Cuerpo Superior de Estadísticos del Estado, madre de cuatro hijos y trabajadora a jornada completa, Inma logró superar tres oposiciones en tiempo récord gracias a una combinación de estrategia, constancia y mentalidad clara. Su experiencia —vivida desde dentro, con todas las dificultades que implica opositar en condiciones reales— convierte este libro en una lectura imprescindible para quienes se preparan para el gran día.
En esta entrevista hablará sobre motivación, errores comunes, planificación, conciliación familiar y, sobre todo, sobre cómo opositar sin perderse en el camino.
Pregunta.Inma, usted pasó tres oposiciones con cuatro niños en la casa mientras trabajaba a tiempo completo. Ahora tiene tres plazas de funcionaria de carrera. ¿Cómo pudo hacerlo?
Respuesta.Pues no me considero nadie especial. Quizás mis claves más importantes fueron una buena estrategia, una buena organización del tiempo y conocer las técnicas de estudio más eficientes para rendir al máximo en mis breves huecos para estudiar. Y persistir, claro, no abandonar a pesar de los días de desánimo.
P.¿Qué le motivó a escribir este libro sobre el proceso de opositar en España?
R.RBA, mi editorial, me propuso escribir este libro justo cuando se enteraron de que había conseguido las tres plazas en tan poco tiempo. A mí me pareció una excelente idea: crear el libro que a mí me habría gustado tener durante la oposición, por que positar es un proceso muy duro. Ayudar a que las personas que opositan tengan un camino más claro y acompañado me pareció una motivación más que suficiente para escribirlo.
P.En su opinión, ¿cuáles son los errores más comunes que comete alguien al elegir una oposición?
R.El principal error a la hora de elegir una oposición es no dedicarle el tiempo suficiente a esa elección. Opositar supone mucho esfuerzo como para acabar dándote cuenta de que te has equivocado de camino. Es importante investigar si realmente te interesa el trabajo que harás después, el sueldo, los horarios, la posibilidad de promoción… dónde están los destinos y si te importaría mudarte allí. También valorar bien la dificultad de la oposición elegida: la ratio (la proporción de aspirantes por plaza), el nivel de exigencia, la frecuencia con la que se convocan… Todo eso hay que tenerlo muy en cuenta antes de decidir.
P.¿Qué consejo le daría a quien aún duda entre academia, preparador o estudiar por libre?
R.Aquí hay que hacer un trabajo de autoconocimiento: ¿cómo de independiente soy?, ¿cuál es mi nivel de disciplina?, ¿tengo experiencia como opositora?, ¿de qué recursos dispongo? En el libro detallo los pros y los contras de las tres opciones. En mi caso, me decidí por una combinación de academia y estudio por libre. Aunque esta decisión no es tan importante como la de elegir oposición, es más reversible.
P.¿Podría explicarnos qué es un grupo Mastermind y por qué lo considera clave para el éxito?
R.Un grupo Mastermind es un grupo de apoyo: personas con objetivos similares que se reúnen periódicamente, de forma virtual o presencial. Se trata de un círculo de confianza en el que puedes compartir tus miedos, tus avances, tus frustraciones y también tus éxitos. Lo considero clave. Para mí lo fue. En medio de las subidas y bajadas de ánimo que pueden desestabilizar incluso al más fuerte, es fundamental contar con un buen sistema de apoyo para mantenerse firme. La forma más común de suspender una oposición es abandonarla. Y seguir adelante —incluso cuando no te apetece, incluso cuando dudas— es mucho más fácil si no lo haces sola.
P.¿Qué implica realmente opositar al 100 %? ¿Cómo saber si uno está preparado para ese compromiso?
R.Opositar al 100 % es colocar la oposición entre tus prioridades más importantes; la número uno, o al menos entre las tres primeras de tu vida. Es ilusionarte con lo que quieres conseguir y no aferrarte a excusas o impedimentos. Porque esa es la única manera de no eternizar tu oposición. Creo que la clave para comprometerte a ese nivel está en tener claro el “para qué” opositas. Saberlo con certeza y recordártelo cada vez que flaquees.
P.Usted menciona que "no tener tiempo" no es una excusa. ¿Qué estrategias recomienda para reorganizar la vida personal?
R.Como digo en el libro: “El tiempo no se tiene. El tiempo se organiza, se gestiona y se clasifica en base a unas prioridades.” Por eso creí esencial incluir un bloque completo sobre gestión del tiempo. De hecho, muchas personas que no están opositando compran el libro solo por esta parte y por el bloque “Mentalidad para sobrevivir a la oposición”, que también sirve para cualquier otro reto en la vida. Las estrategias son varias: revisar y cambiar prioridades, hacer hueco a la oposición en tu día a día, eliminar los ladrones de tiempo, simplificar, reducir… Y siempre con la idea clara de que opositar es solo una etapa. Cuando tengas tu plaza, reorganizarás de nuevo tus prioridades y podrás dedicarte a otras cosas. La vida son etapas, y pueden ser muy diferentes entre sí.
P.¿Cuáles son los cambios de prioridades más importantes que hay que asumir para opositar con éxito?
R.El cambio más importante ya lo hemos comentado: poner la oposición como primera prioridad, o al menos entre las tres primeras (en mi caso: mis hijos, mi oposición y mi trabajo). También considero esencial priorizar el descanso y el autocuidado: alimentación, deporte, meditación... Sin esto, nuestro cerebro no rinde, y casi todo el tiempo que dediquemos a estudiar puede ser en vano.
P. ¿Cómo puede una persona hacer espacio para el estudio en un día lleno de obligaciones?
R.Hay que quitar, simplificar. Para ello, lo primero es distinguir entre lo importante y lo urgente, identificar qué es realmente esencial en este momento y eliminar, posponer o delegar el resto. Reducir actividades y compromisos, simplificar la forma de hacer las cosas, eliminar los ladrones de tiempo… son algunas de las claves que explico con detalle en mi libro. Puede parecer difícil, pero recuerda: no es para siempre. Es una fase intensa, sí, pero temporal. Después, ya habrá tiempo para recuperar otros aspectos de la vida y reorganizar las prioridades.
P.¿Qué método simple sugiere para organizar el tiempo de estudio?
R.Con una libreta o agenda y un calendario, ambos siempre a mano, es suficiente. A partir de ahí, propongo una planificación sencilla: diaria, semanal, mensual y anual. No hace falta complicarse más. Lo importante es que esa planificación sea coherente con tus prioridades.
P.¿Es realmente posible opositar y trabajar al mismo tiempo? ¿Qué factores hay que tener en cuenta?
R.Sí, claro que es posible. De hecho, muchos opositores hemos conseguido nuestra plaza compaginando el estudio con un trabajo a jornada completa. No es fácil, no voy a engañar a nadie, pero poder, se puede. Lo importante es tener claro cuánto tiempo real puedes dedicar a la oposición, qué tipo de oposición encaja mejor con tus circunstancias, y valorar aspectos como la frecuencia de convocatorias o la cercanía del examen. Con una buena organización, prioridades bien definidas y expectativas realistas, es posible avanzar. Tal vez el ritmo sea más lento, pero también más constante y sostenido en el tiempo. La clave está, sobre todo, en la eficiencia del estudio. Hay técnicas que pueden multiplicar el rendimiento del estudio, incluso con poco tiempo. Yo misma comprobé cómo dos horas bien aprovechadas pueden equivaler a una jornada completa. También es muy útil aprovechar los fines de semana, los trayectos o los pequeños huecos del día para hacer repasos breves. Todo suma. Pero si hay algo que marca la diferencia, es el enfoque mental: verse a uno mismo como un opositor que trabaja, y no como un trabajador que oposita. Ese cambio de mirada lo cambia todo.
P.¿Qué recomendaciones ofrece a quienes opositan siendo padres o madres?
R.Que aprovechen toda oportunidad, si la tienen, de pedir ayuda; delegar ciertas tareas o reducirlas. Por otro lado, encontrar el equilibrio entre oposición y familia es necesario, y para eso la planificación de las horas es clave. También es importante no caer en la frustración. Ni por no poder estudiar todo lo que se quisiera, ni por no pasar tanto tiempo como se desearía con los hijos. Al final, opositar es una etapa, y como tal, tiene un principio y un fin. Pero además es una lección vital para quienes nos rodean, especialmente los hijos: les mostramos con el ejemplo qué significan la constancia, la disciplina, el compromiso y el sacrificio necesario para alcanzar una meta importante.
P.¿Qué tres aspectos considera esenciales para opositar con hijos y estar “a la altura”?
R.Los que he comentado antes: buscar ayuda, encontrar el equilibrio entre oposición y la familia, y liberarse de la culpa. Opositar con hijos es, si cabe, más complejo que hacerlo mientras se trabaja. Ahora bien, también es cierto que no hay mayor motivación que el deseo de ofrecerles una vida mejor. Y tener una plaza contribuye, en parte, a eso. Ese amor y ese propósito pueden ser un gran motor para estudiar.
P.¿Cómo mantener la motivación durante un proceso tan largo y exigente como el de las oposiciones?
R.La motivación no se mantiene siempre, y es importante no engañarse con eso. Sirve para empezar, para dar el primer paso, pero en la mayoría de los días necesitaremos tirar de fuerza de voluntad: esa capacidad de seguir adelante incluso cuando no apetece, incluso cuando cuesta. Para lograrlo, es fundamental tener hábitos y rutinas bien establecidos, marcarse metas diarias, y aprender a no escuchar demasiado a la mente cuando pone excusas. Simplemente, seguir, paso a paso, un día cada vez.
P.Si pudiera dar un único consejo a quienes se presentan a unas oposiciones en breve, ¿cuál sería?
R.Enfocaros en repasar y hacer simulacros, en afianzar lo que ya habéis aprendido. No es momento de estudiar temas nuevos. Y, sobre todo, estos días toca trabajar la calma. Mantened vuestras rutinas, no cambiéis horarios ni hábitos. Eso da tranquilidad al cerebro y será más receptivo a consolidar lo que repasáis.
P.Pero ¿qué recomendaciones específicas daría usted para quienes se preparan para unas oposiciones?
R.Las oposiciones, al fin y al cabo, son exámenes. Y muchas de las estrategias para afrontarlos con tranquilidad son similares a las que aplicaríamos para cualquier examen, como la selectividad, por ejemplo. La diferencia es que en las oposiciones hay mucho más en juego: meses o incluso años de preparación. Por eso es aún más importante no cometer errores evitables, como llegar tarde, bloquearse por los nervios o no gestionar bien el tiempo y dejar preguntas sin responder. En el libro dedico espacio a estas cuestiones prácticas, y también incluyo estrategias concretas para responder exámenes tipo test, que son muy comunes en las oposiciones. Como matemática estadística, explico incluso un cálculo sencillo para decidir cuántas respuestas conviene dejar en blanco si hay penalización. Pero cuando llega el día del examen, hay algo más importante que todo lo anterior: confiar. Confiar en tu preparación, en el esfuerzo sostenido que te ha traído hasta aquí, en cada hora de estudio que acumulaste. Ese día toca mantener la calma, seguir tu plan y dar lo mejor de ti.
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