José Miguel Moreno: "Me gustan los músicos que están o muy por delante o muy por detrás de su tiempo"

José Miguel Moreno es el músico especializado en la interpretación histórica, siendo su repertorio muy amplio (desde el siglo XVI a principios del XX) y lo interpreta con instrumentos de época: vihuela, guitarra renacentista y barroca, laúd renacentista y barroco, tiorba y guitarra clásico-romántica, todos ellos originales ó copias fidedignas. En este campo, el artista es unánimemente reconocido como uno de los mayores especialistas de la actualidad.

Es un visitante habitual en Granada. A finales de julio ofreció un concierto en el marco del Festival de la Guitarra, al que asistió junto a su familia, aprovechando la ocasión para pasar unos días en la ciudad, viniendo desde Madrid.

Pregunta.— ¿De dónde viene este interés por la música antigua?

Respuesta.— Me gusta mucho lo que dedicamos a los instrumentos antiguos, a la música antigua. Me gusta mucho recuperar también los compositores que en su época no fueron famosos por diferentes motivos: eran muy avanzados o eran muy atrasados a su época, pero no coincidían con su tiempo. Pero fueron grandísimos compositores, y he recuperado muchos compositores que eran de la calidad fantástica, pero en su época que no fueron famosos. Ni siquiera muchos de ellos pudieron publicar nada, sino que quedaron en manuscritos. Por ejemplo, David Kellner. Es un compositor apenas conocido.

P.— Usted es multinstrumentalista. ¿Cómo mantiene todo en la cabeza? Porque son diferentes instrumentos, diferentes técnicas...

R.— A base de ilusión. Llevo muchos años, me gusta mucho. Cuando yo empecé, ya tengo casi 70 años, no había nada. Entonces tenías que ver, primero, los manuscritos. Pero luego tenías que buscar la iconografía de los cuadros, los grabados antiguos, para ver qué posiciones de manos usaban. Porque en los manuscritos no siempre decían cómo se tocaba. Es complicado llegar a saber verdaderamente lo que hacían. Creo que hoy en día ya hemos llegado a saber muy bien, pero los primeros pasos eran muy difíciles.

P.— ¿Cómo podía aprender, estudiar e investigar esta música, sólo con manuscritos? ¿Tenía algunos maestros?

R.— No, yo soy autodidacta. Desde los 17 años empecé a dar conciertos por todo el mundo. Y me gustó mucho la labor de recuperar los compositores. Es decir, no hacer conciertos fáciles. Porque puedes hacer un concierto muy fácil. Pero a mí me gustan los conciertos difíciles. Fueron obras muy complicadas para el público normal. Pero al final, es una manera de que conozcan a otros compositores... y les encanta al final.

P.— ¿Eso existe como... la su misión de la vida, no?

R.— Una de mis visiones... porque también destruyo.

P.— Sí. Esa también era otra pregunta: ¿Cómo usted encontraba otro camino. Y dónde estudiaba?

R.— Aún siendo autodidacta, todo empezó porque todo tiene una cosa en común: el sonido. Entonces, para tocar, hay que sacar sonido. Y realmente, el sonido fue lo que me llevó a estudiar ingeniería acústica, por mi cuenta también. Despuéss de años hay muchos másteres por todo el mundo. Y hay muchos alumnos.

P.— ¿Trabajaba varias veces, o varios años, como profesor?

R.— Solo tres como catedrático en el conservatorio superior. Pero aparte de esto tengo muchos alumnos. Sobre todo cuando iba a cualquier país más de dos días, venían alumnos de todos lados. Para presumir: México, Estados Unidos, Canadá... siempre hay búsqueda para buscar aprender.

P.— ¿Cómo trabaja usted? Ahora hay mucha más gente que se dedica a esto

R.— Sí, ahora son muchos especialistas quien tienen el nivel muy bueno. Hay grandísimos jóvenes y muy potentes investigadores, yo he puesto mi granito de arena, para que los jóvenes tengan mucho más fácil. Pero todo por la ilusión. No tiene más valor que la ilusión de hacerlo. Levantarse todos los días por ilusión.

P.— ¿Qué se tiene que hacer para tener éxito? Porque hay muy pocos músicos que tienen éxito. Usted también dijo que no todos los compositores tuvieron éxito en cualquier cosa.

R.— Los compositores no tienen éxito... es lo mismo pasa como en la pintura. Van Gogh no vendió ningún cuadro en su vida, y ahora un cuadro de Van Gogh es el más caro que existe. ¿Por qué? Él estaba por delante de su momento. A mí me gusta los músicos que están o muy por delante o muy por detrás de su tiempo. Es decir, los que componían como los antiguos, y su manera, ya estaba fuera de moda. O los que componían tan diferente que hasta la gente decía que estaban locos. Son mis compositores preferidos, me gusta recuperarlos. He hecho muchísimos discos con grandes compositores... unos 25 o más. Por ejemplo, he hecho discos de Bach. Pero no el Bach normal, sino el Bach esotérico. Por ejemplo, sus sonatas de violín, las tres son muy misteriosas. En las sonatas de violín, por ejemplo, los manuscritos de esa obra son unos acrósticos. Bach en la música escribía con letras en alemán, dejando frases como "estas obras están compuestas a mi Dios que tanto le amo y a la muerte de mi mujer Bárbarara". Entonces, hay musicólogos que empezaron a buscar el sentido profundo de sus acrósticos y salen muchas cosas nuevas. Letras nuevas. Fui el primero que hizo esto. Hice un disco que se llama La oculta filosofía. Realmente fue una musicóloga alemana quien descubrió todo esto, y yo me aproveché para ser el primero en hacer los discos.

P.— ¿Cuántos idiomas usted sabe?

R.— Muy pocos. Inglés y alemán muy mal, entiendo francés y italiano. Pero mi hermano, quien es músico tambien, sabe nueve.

P.— ¿Cuántos meses necesita para construir un instrumento?

R.— Un mes.

P.— ¿Y qué tipo de instrumentos?

R.— Todos. Violines no... pero guitarras, laúdes, tiorbas, archilaúdes. Hago esto porque me ilusiona. Sí me ilusionará a coleccionar mariposas o jugar al fútbol, lo haría... Mi hobby es la música. Yo veo el valor para mí, de que con eso estoy feliz. No tiene más valor que eso.

P.— ¿Hay otras cosas que usted le gusta fuera de música?

R.— A veces hago las cosas raras, por ejemplo, saqué el carnet de conducir hace dos meses en los 69 años.

P.— ¿Qué intereses tiene usted aparte de la música?

R.— Me gustan mucho mis amigos, la naturaleza, montar la bicicleta, estar con mis hijas. Tengo una hija de 35 años que trabajó en el museo de Prado restaurando grandes cuadros. Pero después ella sintió que quería ser novelista. Y ahora escribe libros y vive de ellos mientras trabaja en Patrimonio. Otra de mis hijas es clavecinista, con ella damos conciertos a dúo. Nos encontramos en el centro de Europa y tocamos juntos con repertorio. Ella vive en Suiza y toca el clavecín fantástico. Y con mi segunda mujer llevamos 23 años juntos, ella es más joven que yo. Y nuestra hija pequeña tiene 11 años y le gusta cantar pop. Y canta bien. Quiere ir a La Voz, pero yo no quiero.

P.— ¿Y también toca algún instrumento?

R.— Toca un poco el piano y la guitarra.

P.— El 10 de diciembre usted celebrará su cumpleaños. ¿Se plantea un homenaje?

R.— Me van a hacer homenajes en todos los sitios, pero lo que quiero yo es la tranquilidad.

P.— ¿Cuáles sus planes?

R.— Ser feliz y tener paz. Ahora me gusta hacer todo para mí. Ya no me gusta tanto hacer los conciertos, ya he dado muchos conciertos por todo el mundo. Tengo ganas de seguir aprendiendo. Me gusta mucho construir instrumentos en la casa.