José Villena: "Granada es una fuente inagotable de inspiración"

José Villena (Granada, 1966) lleva toda su vida moviéndose en el terreno creativo: maquetista, diseñador gráfico durante más de tres lustros y, en los últimos años, ilustrador con ocho álbumes publicados y un sinfín de portadas de libros. Ahora regresa con la segunda edición de Un finde en Granada, un cómic que retrata la ciudad con humor, guiños a la jerga local y apariciones inesperadas, como la de Fray Leopoldo, para que tanto el turista como el granadino se reconozcan en sus viñetas.

Pregunta. ¿Este es su primer libro de cómics? ¿Cómo surgió la idea hacerlo?

Respuesta.Es mi primer título de cómic publicado y el octavo como ilustrador. Hacía tiempo que tenía en mente este proyecto, aunque quizá no en formato cómic. Descubrí que, entre el volumen de trabajos publicados relacionados con Granada, no había ninguno a modo de guía turística narrada en viñetas. Ese fue el momento en que tomé la decisión. Vi en ese vacío una oportunidad para colocar uno de mis libros en una posición de ventas favorable. El turismo es el motor económico de Granada y, como parte de ese engranaje, tiene que dar resultados positivos, pensé.

P.Su cómic comienza con las palabras del protagonista, que describe a Granada como una ciudad mística. ¿Por qué decidió caracterizar a Granada así desde la primera página? ¿Qué representa Granada para usted?

R.Mística o duende. Todas las ciudades tienen alma y Granada, ciudad universal, ofrece al visitante una experiencia sensorial y emocional única e irrepetible. Un paseo nocturno por las callejuelas del Albaicín con la Alhambra iluminada apareciendo sorpresivamente o el sonido del agua en los Jardines del Generalife son recuerdos que el turista siempre guardará en su interior. Es parte de esa mística granadina que se llevará grabada en su memoria. Como granadino de nacimiento, ¿qué creo que puede significar para mí esta ciudad?... Granada es todo. Es el escenario que me ha acompañado desde siempre. Cada rincón está asociado a experiencias vividas: mi colegio de la Virgen de las Angustias cuando era niño, el Albaicín cuando estudiaba Artes Gráficas en el Colegio Ave María San Cristóbal, Puerta Real, en donde se ubicaba la agencia de publicidad para la que trabajaba como diseñador gráfico o, más recientemente, ya superados los cincuenta años, el Cuarto Real de Santo Domingo, en donde presenté mi primer álbum ilustrado publicado. Son sólo algunos de los escenarios y recuerdos asociados. La lista sería interminable.

P.¿Cuál es su formación académica?

R.Aún hoy, a mis 59 años, sigo ampliando mi formación académica. Actualmente estoy en la fase final del Ciclo Superior de Cómic en Escuela de Arte y Superior de Diseño Val del Omar, la misma que me otorgó el título de Técnico Superior en Ilustración en 2016. Mucho más atrás en el tiempo está la titulación de Técnico Especialista en Artes Gráficas. Para los que nos dedicamos a la creatividad, Granada es una fuente inagotable de inspiración, de hecho junto con este trabajo que nos ocupa ahora, hay otros dos títulos míos estrechamente relacionados con Granada: el álbum infantil El balcón abierto de Federico, inspirado en el Lorca niño, y El Rey de Harlem (Poeta en Nueva York), un libro de poesía ilustrada sobre esta obra lorquiana.

P.Usted retrata Granada con tanto detalle que en el cómic aparecen lugares típicos como Isla y Chikito.

R.Al escribir este cómic, siempre he pensado a quién iba dirigido: el visitante. Él ya sabe que encontrará una ciudad con un patrimonio monumental impresionante —Alhambra, la Catedral, el Albaicín…—, pero quizá se pierda algo de la oferta gastronómica con sello netamente granadino. Las tapas y los bares son un importante reclamo, probablemente ya conocidos por el turista. Pero, ¿dónde está la zona de tapas?, ¿cuáles son las más populares?, ¿qué restaurantes son los más emblemáticos?, ¿y qué decir de la repostería? Todo esto hay que señalarlo, ponerle nombre para que el visitante disponga de la información completa. No se trata de hacer promoción comercial de los locales o marcas que aparecen en el libro: el famoso pionono se encuentra en Casa Isla; el Chikito es un histórico restaurante muy ligado a la figura de Lorca; los churros más granaínos están en café Fútbol; la bodega La Mancha es todo un clásico; y los famosos caracoles, en Plaza Larga. Creo que todos estos datos son de gran ayuda para el turista. Nosotros, los granadinos, ya los conocemos.

P.Su libro recuerda a una guía ilustrada que cobra vida gracias a Fernando. ¿De dónde nació este personaje?

R.Un finde en Granada propone un recorrido por la ciudad a modo de guía, que comienza con un paseo por el centro (Catedral y alrededores), continúa por el Albaicín y concluye el último día en Alhambra. Esto, que como usted dice se asemeja mucho a una guía ilustrada —porque lo es—, me planteó un dilema: ¿cómo evitar que el libro se convierta en una enumeración monótona de datos históricos, fechas y lugares? Creo que lo resolví incorporando una trama paralela protagonizada por una familia a la que le suceden diversas peripecias durante su estancia. El pequeño Fernan aporta frescura, espontaneidad y un toque de misterio a la narración, especialmente a partir del momento en que encuentra la manzana y la tijera en la Carrera de la Virgen.

P.¿Cuánto tiempo le llevó crear el libro? ¿Trabajó con una tableta gráfica?

R.¡No sabía en lo que me metía! (jejeje). Intuía que este proyecto me iba a llevar bastante tiempo pero no tanto como más de un año. Avanzaba en el trabajo y no veía el final. Tuve que tener paciencia y mimar las últimas páginas tanto como las primeras. Un finde en Granada ha sido el proyecto en el que he invertido más tiempo. Este trabajo, como los anteriores, sigue los mismos pasos del proceso creativo. Una fase inicial de definición, guión y documentación que da paso a la ejecución gráfica: bocetos, perfilado del dibujo y entintado. He empleado las técnicas tradicionales (lápiz y rotulador) para el dibujo y el entorno digital (Photoshop) para colorear y maquetar. No suelo usar tableta gráfica.

P.Los textos que pronuncian sus personajes son breves reseñas sobre Granada. ¿De dónde proviene ese interés tan profundo por la etnografía local?

R.Algunas de las reseñas a los que usted alude ya me eran conocidas por mi condición de granadino, pero como he apuntado anteriormente, he tenido que documentarme con la ayuda de publicaciones tanto impresas como digitales. Como apunta son breves reseñas (no puede ser de otra forma, es un cómic) y eso ha hecho que esa pequeña labor pedagógica haya sido más fluida.

P.Entiendo que la historia transcurre en mayo, durante la fiesta de las Cruces. En varias páginas aparece una manzana atravesada por tijeras. ¿Qué simboliza ese símbolo?

R.Casi. La historia transcurre los días previos a la celebración de las cruces. La manzana atravesada por una tijera es un símbolo del Día de la Cruz que se celebra el 3 de Mayo y que se coloca en la base de la cruz con un significado muy original: cortar cualquier “pero” a la belleza de la cruz. En Granada, a la manzana se le dice 'pero'. Un juego de palabras como ves. He querido darle especial protagonismo a esta fiesta tan granadina porque también ese símbolo me ha dado mucho juego para la construcción de la trama protagonizada por el pequeño Fernan y que aporta cierta dosis de misterio.

P.¿Cuáles son sus lugares favoritos en Granada?

R.Si te digo la Carrera del Darro pensarás que soy poco original pero, ¿cómo no va a gustarte la que se conside ra una de las calles más bellas de Europa?... Granada está llena de rincones maravillosos, incluso algunos de ellos los he descubierto no hace mucho, como la panorámica del Albaicín desde la Cuesta de los Chinos. Una de las plazas con más encanto es la de Santo Domingo, en el Realejo, y que muy a mi pesar he tenido que dejar fuera del libro. Son tantos enclaves que si hubiesen tenido todos cabida el número de páginas se habría multiplicado por tres. De todas formas, el final deja abierta la posibilidad de una segunda parte y aquí si incluiré mi querido barrio del Realejo, el impresionante Monasterio de San Jerónimo, etc.

P.Por favor, cuéntenos sobre su familia. Supongo que no fue casualidad que eligiera una pareja joven con un niño como protagonistas.

R.No hay nada que identifique a mi familia con la del cómic, que surgió fruto de la necesidad. Nada es casuali dad en esta familia, el padre es profesor de Historia y por tanto se convierte en guía principal de la ciudad, la madre es periodista y va a escribir un artículo sobre su viaje a Granada, de este modo, comparte sus impresiones con los lectores. Incluso los nombres tienen su significado: los hijos Isabel y Fernando (como los Reyes Católicos) y la madre Carmen (como las casas del Albaicín o la plaza del Ayuntamiento).

P.¿Cómo ve usted el desarrollo del arte del cómic en España? Actualmente, este género es muy popular.

R.Es cierto que se vive una especie de etapa dorada del cómic especialmente en nuestro país. Autores a los que admiro como Paco Roca, Javier Olivares o Ana Penyas contribuyen a este éxito del género. Atisbo un futuro muy prometedor. Sí, claro que leo cómics, por supuesto; y como he comentado anteriormente mi apuesta es por el género nacional, el de ahora y también el de antes, soy un admirador de Bruguera (Ibañez, Vázquez, Escobar). Me encanta Mafalda del gran Quino. Soy más de este tipo de cómics de contenido crítico y social que de su perhéroes, manga o anime. Uno de los últimos que he leído fue Contrition de Keko, Carlos Portela.

P.¿Cuáles son sus planes creativos para el futuro?

R.Actualmente estoy trabajando en otro cómic pero muy distinto del que ahora nos ocupa. Vuelvo a meterme en otro charco del que no sé cuando saldré (jajaja). También llevo tiempo dándole vueltas a organizar una exposición con mis trabajos (ya hay material) y quizás ahora sea el momento. Tampoco puedo perder de vista la Escuela de Arte y concluir los estudios superiores de cómic.