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Los jóvenes creadores no pierden el hilo

  • La sede de Caja Rural acoge una muestra con piezas textiles cargadas de simbolismo

Siguiendo el hilo: Arroparte es el título de la muestra en la que diez alumnos y cinco profesores del Máster Universitario en Producción e Investigación en Arte de la UGR han dado forma a las experiencias y conocimientos adquiridos en este laboratorio textil creando originales piezas, cargadas de simbolismo.

La segunda edición de este taller, nacido en 2012 debido al creciente interés dentro del alumnado de la Facultad de Bellas Artes por trabajar con las materias y técnicas textiles, se celebró del 1 al 3 de julio de 2013. Bajo la coordinación de la alumna de doctorado Mariana Piñar, contó al igual que en la primera convocatoria con la colaboración de la especialista en arte textil contemporáneo Concha Romeu. Y el resultado llega ahora a la sala de exposiciones de la sede de Caja Rural.

El tema principal del encuentro artístico fue la ropa usada y todo lo que ella representa como elemento de identidad del ser humano. Las conclusiones del trabajo realizado durante el laboratorio y la posterior investigación personal de los participantes dieron como resultado 16 piezas, 15 individuales y una colectiva, firmadas por la artista madrileña Concha Romeu, los profesores Carmen Bellido, Luis Casablanca, Fernanda García y Elizaberta López, y las alumnas Laura Apolonio, Ana Crespo, Aida Florido, Maribel Joyanes, Mariana Piñar, Paloma Recio, Marta Rico, Ulli Seidel, Ana María Trujillo y Maite Vroom.

La sala está presidida por una obra en la que han colaborado todos los participantes del laboratorio textil. Se trata de una gran bola formada por tiras de telas de colores con un marcado mensaje solidario. ''La intención, según recuerda Concha Romeu, fue la de trabajar en grupo basándonos en el concepto de la unión hace la fuerza''. La pieza se acompaña de un video documental donde el visitante puede contemplar el proceso de creación del objeto artístico.

Una de las piezas más singulares es la silla que se viste de sofá, de Paloma Recio Moríñigo. La joven ha querido representar con su propuesta una historia de apariencias que como muchas otras termina mal. "La silla ha renunciado a lo que era, por pretender ser otra cosa mejor y al final ha perdido su propia identidad, por eso no tiene ni siquiera asiento".

Murales de hilos, cuadros de vainica, vestidos e incluso una coraza de tela, completan la muestra donde también destaca una original capelina, obra de Ana Crespo, con la que su autora nos habla de la interculturalidad.

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