Juan Castilla: "Existe una gran pasión por Lorca en numerosos países del mundo árabe"

Las palabras de Federico García Lorca regresaron al Gran Café Tortoni de Buenos Aires casi un siglo después de la visita del poeta de Fuente Vaqueros. Juan Castilla, director del Patronato Lorca, impartía hace una semanas y ante una treintena de personas en el espacio porteño la charla Lorca y el patrimonio lorquiano para poner en valor el potencial turístico de la figura de Lorca y que pone el punto final a las charlas divulgativas sobre el poeta iniciadas en Montevideo el pasado noviembre.

Pregunta.-La visita a Hispanoamérica se enmarcó en una acción de promoción que integra la difusión cultural y el fomento turístico. ¿Cómo consigue el Patronato Lorca equilibrar la misión de divulgación académica y patrimonial de la obra de Federico García Lorca con el objetivo práctico de convertir esa figura en un motor para atraer viajeros a Granada?

Respuesta.-Creo que no se trata de dos objetivos contrapuestos, sino complementarios. La divulgación rigurosa y respetuosa de la figura de Lorca es, en sí misma, la mejor herramienta de promoción. Cuando se ofrece un relato sólido, bien construido, que explica por qué Granada es un lugar esencial para comprender a Federico, el interés cultural acaba traduciéndose de manera natural en deseo de visitar esos espacios. Nuestro papel como Patronato es custodiar el legado con seriedad, pero también saber contarlo, hacerlo comprensible y atractivo para públicos diversos. De hecho, estamos comprobando que cuando las actividades se plantean con vocación divulgativa y con rigor, como está ocurriendo con los ciclos de charlas que hemos iniciado recientemente, la respuesta del público —dentro y fuera de España— está siendo muy positiva y refuerza esa conexión natural entre conocimiento y experiencia de viaje.

P.-El eje central de su intervención fue el ciclo Lorca y el patrimonio lorquiano. ¿Podría profundizar en qué aspectos específicos de este patrimonio abordó en las conferencias?

R.-Me interesaba ofrecer una visión amplia y, al mismo tiempo, muy concreta del patrimonio lorquiano. Hablé de los lugares físicos —las casas, la Vega, los espacios urbanos—, pero también de un patrimonio menos tangible: el simbólico, el emocional, el que se construye a partir de la memoria colectiva y de la recepción internacional de su obra. Intenté mostrar cómo Granada no es únicamente un escenario biográfico, sino un auténtico laboratorio creativo que atraviesa toda la obra de Lorca y que sigue vivo hoy. La excelente acogida de estas conferencias, tanto en el ámbito universitario como en espacios culturales abiertos al gran público, nos anima a seguir desarrollando este formato y a ampliarlo a nuevos contextos.

P.-El Gran Café Tortoni de Buenos Aires, lugar de encuentro de Lorca con la intelectualidad local, fue el escenario de clausura. ¿Qué significado tiene para la Diputación de Granada y el Patronato Lorca revivir a Federico en un espacio tan cargado de simbolismo?

R.-Fue un momento especialmente emocionante. El Tortoni no es solo un café histórico, es un espacio de memoria cultural compartida entre España y Argentina. Volver a hablar de Lorca allí, casi un siglo después, es una manera de cerrar un círculo y, al mismo tiempo, de abrirlo de nuevo. Para la Diputación y el Patronato supone reforzar la idea de que Lorca es un autor profundamente granadino, pero también universal, y que Granada dialoga con el mundo a través de su figura. La afluencia de público y el interés generado confirmaron que existe una curiosidad muy viva por Lorca y por su vínculo con Granada.

P.-¿Qué líneas de colaboración concretas —más allá de la promoción— espera que surjan a corto y medio plazo de los contactos establecidos con la comunidad intelectual de ambas ciudades? ¿Existe un proyecto para formalizar o expandir una red internacional de ciudades con vínculo lorquiano, que pueda generar proyectos conjuntos de gran calado?

R.-Más que hablar de proyectos cerrados, prefiero hablar de caminos abiertos. El contacto con universidades, embajadas, centros culturales y espacios históricos ha sido muy fructífero, y ya se están planteando intercambios académicos, ciclos de conferencias compartidos y colaboraciones editoriales. Estas ideas parten de una experiencia reciente muy estimulante, en la que hemos constatado una receptividad extraordinaria por parte de la comunidad intelectual de Montevideo y Buenos Aires. La posibilidad de articular, a medio plazo, una red internacional de ciudades vinculadas a Lorca es sugerente y encaja bien con una visión contemporánea de su legado, aunque requiere tiempo, consenso y planificación.

P.-Ha tenido la ocasión de visitar la habitación en la que se alojó Federico García Lorca durante sus seis meses de estancia en Buenos Aires en el histórico Hotel Castelar, ubicado en la Avenida de Mayo. ¿Qué sinergias podrían establecerse con Granada a propósito de esta estancia?

R.-Ese espacio tiene un enorme valor simbólico. Las sinergias pueden ir desde proyectos expositivos compartidos hasta acciones de divulgación que conecten ambos lugares como hitos de una misma biografía. Se trata de tender puentes: que el visitante de Buenos Aires piense en Granada y que quien llegue a Granada conozca también esa etapa decisiva de Lorca en Argentina.

P.-Más allá de las misiones puntuales, ¿cuál es la agenda anual de promoción internacional del Patronato en ferias del libro, congresos de hispanistas o encuentros turísticos clave, para asegurar una presencia constante del legado granadino de Lorca en el mundo?

R.-Estamos diseñando una agenda progresiva y realista, basada en la colaboración con instituciones ya existentes y en la optimización de recursos. La idea no es estar en todos los sitios, sino estar bien en aquellos foros donde la presencia del Patronato tenga verdadero sentido: encuentros académicos, espacios culturales de referencia y acciones coordinadas con otras áreas de la Diputación.

P.- ¿Cómo se está trabajando, en colaboración con el área de Turismo de la Diputación, en la promoción y el desarrollo de rutas turísticas temáticas que conecten de manera efectiva los distintos escenarios lorquianos en la Vega de Granada, desde un punto de vista cultural y sostenible?

R.-La Vega es inseparable de Lorca. Estamos trabajando para que las rutas no sean sólo recorridos geográficos, sino relatos bien articulados que expliquen el vínculo entre paisaje, creación y memoria. La sostenibilidad, tanto cultural como medioambiental, es un eje esencial: no se trata de masificar, sino de interpretar y respetar el territorio.

P.-En el acto de toma de posesión del cargo, el 2 de abril de este año, manifestó: “Tengo muchas ideas en la cabeza, pero ahora necesito un tiempo para conocer el trabajo en profundidad”. Después de nueve meses en el puesto, ¿cuál es su hoja de ruta al frente del Patronato?

R.-Tras un tiempo de observación y escucha, la hoja de ruta es clara: consolidar lo que funciona, cuidar las tradiciones que la sociedad granadina siente como propias y, al mismo tiempo, abrir nuevas líneas de trabajo que amplíen públicos y miradas. Algunas de las iniciativas puestas en marcha en estos primeros meses, como los nuevos ciclos de charlas o la apertura de espacios de reflexión distintos a los habituales, están funcionando bien y nos indican que vamos por el camino adecuado. Difusión, educación, proyección internacional y modernización de la institución son los grandes ejes, siempre desde el respeto al legado y al equipo humano que lo sostiene.

P.-El Patronato Lorca y el Consorcio del Centro Lorca son entidades distintas pero complementarias. ¿Cómo planea el Patronato articular una colaboración más fluida y sinérgica con el Centro Lorca para evitar duplicidades y presentar una imagen cohesiva y potente del legado del poeta?

R.-Desde el diálogo y la coordinación. Es fundamental que el visitante perciba una imagen unitaria y coherente del legado de Lorca, aunque existan distintas instituciones. Compartir información, coordinar programaciones y sumar esfuerzos es la vía más eficaz, y en ese camino estamos trabajando con absoluta lealtad institucional.

P.-Cada Casa Museo representa una etapa vital de Lorca. ¿Existe un plan museológico integral que unifique la narrativa y la experiencia del visitante a través de los diferentes espacios lorquianos, o cada uno seguirá manteniendo su autonomía curatorial?

R.-Las casas deben conservar su personalidad, pero eso no es incompatible con una narrativa común. El objetivo es que el visitante entienda que está recorriendo un mismo relato vital y creativo, contado desde distintos espacios. Esa coherencia global es uno de los retos museológicos que tenemos por delante.

P.-En la era digital, la accesibilidad es crucial. ¿Qué proyectos tiene en marcha para la digitalización y catalogación de los fondos documentales y bibliográficos del Patronato?

R.-La digitalización es una prioridad. Estamos avanzando en proyectos que permitan preservar los fondos y, al mismo tiempo, facilitar su consulta a investigadores, siempre con criterios de rigor y respeto a los materiales. Es una forma de abrir el Patronato al mundo sin perder el control sobre un patrimonio muy sensible.

P.-Más allá de las efemérides (como el 5 de junio o el 18 de agosto), ¿cuál es la visión para la programación cultural continua del Patronato, especialmente en términos de artes escénicas, música y exposiciones, que mantenga el legado vivo durante todo el año?

R.-La programación debe ser constante y diversa. No todo puede concentrarse en fechas señaladas. En esa línea se enmarcan iniciativas recientes, como el ciclo Otoño Lorca, que ha cerrado su primera edición con una respuesta muy alentadora de público y crítica, y que nos confirma que hay espacio para propuestas más reflexivas y reposadas fuera del calendario más ritual del verano.

P.-¿Qué acciones de divulgación o concienciación está impulsando el Patronato para poner en valor el paisaje agrario y el entorno natural de los pueblos lorquianos como parte integral e irrenunciable del patrimonio del poeta?

R.-La Vega es un patrimonio cultural en sí misma y, por tanto, siempre está presente en nuestro discurso, tanto en las charlas divulgativas como en las visitas guiadas o en los talleres que se programan. Estamos impulsando acciones que expliquen su importancia no solo como paisaje, sino como espacio vivido y cantado por Lorca. Concienciar sobre su valor es también una forma de protegerla.

P.-Desde su experiencia como arabista, ¿qué elementos del Patronato, quizás infravalorados hasta ahora, planea usted realzar o reinterpretar a través de la óptica de la influencia andalusí y el arabismo en la obra y entorno de Lorca?

R.-Lorca estuvo muy atento a las capas históricas y culturales de Granada. La huella andalusí, el ritmo, la simbología o la relación con el mundo mediterráneo están presentes en su obra y merecen ser leídos con calma y sin tópicos. Desde esa convicción, y aprovechando mi formación como arabista, estamos trabajando en un proyecto novedoso denominado Lorca y el mundo árabe, que aspira a visibilizar una dimensión del poeta aún poco atendida. Existe una gran pasión por Lorca en numerosos países del mundo árabe, una circunstancia que no siempre ha tenido un reflejo institucional. Dar respuesta a esa realidad mediante charlas, exposiciones y acciones de difusión internacional no sólo enriquecerá la lectura de su obra, sino que ampliará de forma natural la proyección del Patronato y de Granada.