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Un juglar de místico corazón

canciones del alma

Programa: Amancio Prada, Canciones del alma, sobre textos de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús (orquestación de Fernando Velázquez). Orquesta Sinfónica y coro de Radio Tevisión Española. Director: Fernando Velázquez. Lugar y fecha: Palacio de Carlos V, 26 de junio de 2016. Aforo: Prácticamente lleno, pero con claros

En una noche mágica de Festival, la mística y la meditación se dieron la mano con la música de Amancio Prada, un gran conocedor de la poesía del siglo XVI. Bajo el título Canciones del alma el cantante y guitarrista ofreció una selección de su obra junto con el Coro y Orquesta de Radio Televisión Española dirigidos por Fernando Velázquez, quien también se ha encargado de realizar la orquestación de las obras del programa.

Amancio Prada es un cantante y compositor que, durante su larga trayectoria, ha recuperado las letras más destacadas de la literatura española para hacerlas suyas y transmitirlas llenas de significado y sentimiento, acompañado siempre por su inseparable guitarra. Trovador contemporáneo, sus versiones de las obras de Rosalía de Castro, Federico García Lorca, Jorge Manrique o Santa Teresa, entre otros, han sido reconocidas y galardonadas internacionalmente. Cuando todavía resuenan los ecos del quinto centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús el Festival de Granada ha querido dedicar una velada a su poesía y a la de su coetáneo y confidente San Juan de la Cruz. Canciones del alma es un particular homenaje a sendos escritores, recorriendo en este programa algunos de los versos más íntimos y sentidos de su lírica.

La velada se inició con Canto espiritual , creado por Amancio Prada en París en 1972 sobre textos de San Juan de la Cruz y revisado en varias ocasiones hasta su diseño definitivo de 1983; la primera versión fue compuesta para guitarra, a la que se añadió más tarde violín y violonchelo. En esta ocasión se pudo escuchar la orquestación de Fernando Velázquez en primicia, que enriquece la textura inicial con una mayor variedad tímbrica y el añadido de los coros. La versión de Amancio Prada de los textos de San Juan de la Cruz se pueden considerar una poesía que canta, un recitado entonado sobre el punteo audaz y oportuno de su guitarra, y ahora completado con ecos corales y un rico desarrollo tímbrico. El tono sencillo y bello de la voz de Amancio Prada y su perfecta dicción del texto son vehículo idóneo para transmutar la poesía en música en este diálogo entre las almas de dos esposos. El resultado fue íntimo y expresivo al mismo tiempo, pese a los recursos sonoros en el escenario y la gran audiencia que llenaba el Palacio de Carlos V, que aplaudió con profusión el resultado.

La segunda obra de la noche, Esposa de la canción, es más reciente, fruto de un encargo para el centenario que de la escritora se cumplía el pasado año. Se trata de un trabajo más transparente, sin profusión de ornamentos, en el que la transmisión de los textos se lleva a cabo de forma directa y sincera. Una instrumentación más rica y dinámica, en la que se entrevé el oficio cinematográfico del director/orquestador, acompaña este canto de la poesía de Santa Teresa, en estreno absoluto de su versión orquestal para el Festival de Granada. La obra se inicia con un fragmento coral oportunamente interpretado por el Coro de RTVE; en un ambiente atemporal de notas tenidas y suave recitado, este pasaje introductorio resultó el preludio apropiado para la voz de Amancio Prada, que nuevamente con ayuda de la guitarra transformaba los textos teresianos en un canto sincero y emotivo, nacido del corazón místico del intérprete. Durante media hora de interpretación se revisaron algunos de los escritos más inspirados de Santa Teresa, destacando por su belleza y recogimiento los poemas Vivo sin vivir en mi y Vuestra soy, para Vos nací.

Un concierto de dimensiones más breves de las habituales en el Festival, con un repertorio lírico-musical de Amancio Prada, puso el toque alternativo al programa de este año. El aplauso prolongado del público persuadió al cantautor a ofrecer una pieza fuera de programa, acompañada de unas inspiradas palabras en las que hizo referencia a Federico García Lorca; precisamente es el poeta granadino quien inspiró la propina ofrecida, la Salutación elegiaca a Rosalía de Castro, a quien el poeta llamaba su hermana en tristeza, el ángel mojado de Galicia. De Rosalía cantó también Adios, ríos; adios, fontes, orquestada también por Fernando Velázquez.

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