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'La luz entre los océanos', un faro que no alumbra en la Mostra

La pareja más esperada este año en el Festival de Venecia, Michael Fassbender y Alicia Vikander, sedujo ayer personalmente y decepcionó profesionalmente con La luz entre los océanos, un drama dirigido por Derek Cianfrance que compite por el León de Oro de la Mostra.

Sonrientes y un tanto nerviosos, Fassbender y Vikander recibieron un fuerte aplauso al entrar en la sala de prensa, algo que la película no consiguió en su primera proyección del festival, donde fue recibida con unas tímidas palmas y algunos abucheos.

Una película que muchos consideran una historia de amor pero que para Fassbender es "una historia de la vida". Basada en la novela homónima del australiano M. L. Stedman, la acción se sitúa tras la Primera Guerra Mundial no por casualidad, explicó el actor irlandés, que resaltó la importancia para los personajes de haber pasado por uno de los hechos más terribles de la Historia. "Es una película sobre la vida, sobre gente que hace cosas y toma decisiones con las que no quiere herir a nadie".

El filme cuenta cómo Tom Sherbourne (Fassbender), un veterano de la Primera Guerra Mundial, se aísla del mundo al aceptar un trabajo de farero en una remota isla australiana, donde conoce a Isabel (Vikander), con la que se casa. Tras dos abortos, la pareja comienza a resquebrajarse cuando llega una barca a la isla con un hombre muerto que sostiene entre sus brazos a un bebé. Deciden quedarse con él y ocultar las circunstancias de su llegada, que irán descubriendo poco a poco. "Es sobre la gente que sobrevive y se adapta, que es una de las cosas más alucinantes de los seres humanos, que pueden ser positivos tras vivir hechos terribles", explicó Fassbender. Amy Adams, entretanto, presentó la compleja e interesante Arrival (La llegada), del canadiense Denis Villeneuve, ausente del pase en la Mostra por estar rodando Blade Runner.

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