A la sombra alargada de Pereza por aquello de la consanguinidad (Juancho, su cantante, es hermano de Leiva), Sidecars han encontrado su sitio en el proceloso mundo del rock y el pop nacional. Y más allá de las influencias fraternas lo han hecho por méritos propios, pues el rock de corte urbano y un tanto vacilón que facturan desprende frescura y posee el gancho de las melodías pop de algunos de los referentes en los que se miran: nombres como los de Burning, Tequila, Los Ronaldos, Los Rodríguez, Fito & Fitipaldis y por supuesto Pereza, además de otras clásicas influencias foráneas como las de Rolling Stones, Tom Petty o The Byrds, son los más repetidos cuando uno tira del hilo para buscar sus raíces.

Surgidos en 2006 en el barrio madrileño de Alameda de Osuna, origen también de ilustres como Le Punk o Alamedadosoulna, el grupo consigue en 2008 el galardón al grupo revelación que otorga cada año La Noche en Vivo, la asociación que agrupa a las salas de conciertos madrileñas. En este hecho encontramos la primera pista sobre la especialidad de Sidecars, que ofrecen su mejor cara en directo.

Ese mismo año debutan con un lp homónimo que les vale el reconocimiento de los Premios de la Música como mejor álbum de rock alternativo al año siguiente. En esa misma senda inciden con su continuación, Cremalleras de 2010, y tras pasar los últimos años pateándose los escenarios de media España, el pasado año 14 vio la luz su tercer largo, Fuego Cruzado, un disco producido por el célebre Nigel Walker, legendario productor responsable de gran parte del sonido del pop en español de los últimos 30 años, por no mencionar su deslumbrante hoja de servicios a nivel internacional. Con este álbum Sidecars se consolidan como una de las más solventes propuestas del pop rock de la última generación en España.