La osadía era inmensa y pasaba, nada más y nada menos, por subir al escenario de la Plaza de Toros de Atarfe a uno de los más grandes nombres de la música de todos los tiempos. Así, y a punto tan sólo de ultimar unos pequeños detalles -según confirma el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Atarfe, Tomás Ruiz-, Granada entera se prepara ya para ser testigo privilegiado el próximo 12 de diciembre de la actuación del maestro Leonard Cohen.

El músico y poeta canadiense, uno de los compositores más influyentes de las últimas décadas, protagonizará la cita más atractiva del calendario de conciertos de la próxima temporada. Alejado durante más de quince años de los escenarios, hace unos meses decidió regresar a la vida 'en directo' con una gira que sorprendió hasta a sus más fieles seguidores y que vivió uno de sus momentos grandes en su reciente paso por el FIB Heineken de Benicàssim donde, ante miles de espectadores de todas las edades, consiguió alzarse con la corona reservada a los grandes con apenas una hora de actuación y diez canciones.

Algo así no sucedía desde mayo de 1993, fecha en la que Cohen viajó hasta Madrid y Barcelona para presentar su álbum The future. Después vendría un largo retiro marcado por su puesta en contacto con la filosofía zen e incluso una importante quiebra económica que a punto estuvo de hacer más duradera de la cuenta su prejubilación musical.

Fue en marzo de este año cuando Leonard Cohen lanzó la bomba de su vuelta a la carretera. Se abriría con una doble cita los días 6 y 7 de junio en la que 'jugaba en casa', concretamente en Toronto, y a la que se irían sumando paradas a un ritmo de vértigo. Una banda de siete músicos encabezada por Roscoe Beck como director musical y un Cohen en muy buen estado de forma se encargarían de convertir la vuelta en algo memorable.

Pero esta gira, si algún reto podía presentar a priori, era el de seleccionar el repertorio más adecuado entre centenas de canciones geniales y que han sido interpretadas y versionadas por artistas como Rufus Wainwright, Nick Cave, Judy Collins, Jeff Buckley, Bono (U2), Michael Stipe (REM), Sting o el mismo Johnny Cash. Así, junto a algunas de las que sería imposible prescindir, como el vals de Dance me to the end of love, la emocionante Hallelujah o la divertida petición de cariño de I'm your man, también están sonando otros clásicos como Bird on a wire, Everybody knows, Who by fire, Suzanne o First we take Manhattan, rescatadas en perfecto estado de gracia de entre más de una veintena de discos.

Para esta primera gira de su nueva etapa, Leonard Cohen ha diseñado un calendario frenético. Sólo como ejemplo, el canadiense tiene cerrados 32 conciertos por toda Europa en algo más de 70 días -del 21 de septiembre al 1 de diciembre- y en lugares que van de Bucarest a Dublín pasando por Praga, Viena, Varsovia, Berlín, Helsinki, Estocolmo, Milán, Bruselas, Londres o París. Porque ni el paso de los años parece frenar la marcha de un músico que se sumará en breve a estrellas como Deep Purple, Mark Knopfler, Roger Waters o Roger Hodgson, que en los últimos meses se han encargado de poner a Atarfe como uno de los referentes a tener en cuenta en las propuestas musicales en directo.

Aunque nadie lo dice abiertamente, ésta podría ser la última oportunidad para ver, chaleco y sombrero incluidos, a uno de los más grandes músicos de todos los tiempos sobre un escenario.