arte

La magia estructural de la cerámica

  • El veterano Espacio de Arte de Santiago Collado acoge una los próximos meses una de las exposiciones "más diferentes y abstractas" de la granadina Mercedes Lirola

El espacio expositivo de Santiago Collado ha cumplido, en estos días, cuatro décadas de absoluta y honesta dedicación al arte en esta ciudad. El sueño ha sido uno de los que, siempre, ha estado al pie del cañón en unos momentos con muchos dientes de sierra en una profesión artística que pasaba, en poco tiempo, del todo a la nada; con épocas de inusitada trascendencia expositiva a las que sucedían otras de escasez absoluta y pocos argumentos en un discurrir que necesitaba mucho más. Algo que, en Granada, se ha visto con demasiada frecuencia y que ha dejado en el ambiente un rastro de excesiva expectación.

Con un entusiasmo desmedido, Santi Collado ha puesto las bases para que el arte tenga un asiento y permanezca abierto a todos los sectores de la sociedad, permaneciendo cercano a los intereses de un barrio muy popular, el Zaidín, y mostrando los caminos de una creación moderna que ha de poseer puertas francas para que las miradas de los menos avezados entren sin obstáculos desvirtuantes. En estos años, mucho y bueno ha tenido lugar en las estancias de un galería hasta donde han llegado artistas granadinos de primera categoría que han compartido cartel con figuras llegadas de fuera con importantes marchamos de calidad.

La artista convence con una cerámica llena de entusiasmo creativo y sabios alcances estéticos

En estos días se ha inaugurado en el espacio de la Avenida de Cádiz una exposición de Mercedes Lirola, la artista granadina que está situando la cerámica moderna en unos perfiles artísticos de importancia absoluta, allí donde los métodos de creación no tienen grados y todos son válidos siempre que encierren una manifiesta verdad artística. La muestra nos conduce por una amplia serie de piezas en las que la autora nos transcribe un apasionante juego abstracto con su inquietante y determinante manifestación plástica.

La porcelana, el barro blanco y el barro refractario, lleno o vacío de esmaltes, son elementos y soportes a los cuales la artista somete a una poderosa -y a la vez sutilísima- intervención que posibilita inesperados encuentros con una realidad artística llena de sentido, dimensión y carácter. Una serie de pequeñas obras, algunas bellas piezas diminutas que se abren voluptuosas a una metáfora visual impregnada de intensa energía creativa surgen determinantes, evocadoras, portadoras de sensaciones, de referencias acuosas que generan misteriosos enigmas donde se presienten los volubles ritmos del agua y sus imprevisibles y bellos desenlaces estéticos.

La ceramista local presenta una muy buena exposición donde las piezas conforman un bello tesoro de joyas diminutas. El poder máximo de la plástica cerámica promueve profundos guiños de suprema intensidad creativa; sus obras son como gestos pespunteados de dulce blancor, sabios pellizquitos de algodón eternizado, borbotones de espuma que, a veces, se ven surcados por huellas insondables serpenteados de poderosos perfiles contrastantes. La autora gestiona felizmente la materia impregnándola de sutileza conformante y sabio poder estructural; dejando que la porcelana y los elementos cerámicos marquen rutas de alta belleza e imprevisibles espacios significativos de absoluta dimensión evocadora.

Como siempre que nos presenta su obra, Mercedes Lirola convence con una cerámica llena de entusiasmo creativo y sabios alcances estéticos.

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