El mágico viaje de Loreena McKennitt
La cantante canadiense dejó un halo brillante de elegancia y sonidos imposibles en su concierto del Palacio de Congresos
Poco a poco se van apagando las luces y una tenue música anuncia todo lo que está por venir. La larga melena pelirroja de Loreena McKennitt aparece sutil en el escenario con atuendo casi de película artúrica. Abrazando su arpa, comienza el auditorio con el tema She moves throught the fair.
La magia inundó la sala desde la primera aparición de McKennitt. A su aspecto místico y frágil, misterioso hasta convertirse en algo casi inquietante, se le unió una elegante puesta en escena con luces rojas, amarillas y azules y una música que brotaba de los brillantes nueve músicos que la acompañaban, compenetrados hasta el milímetro en cada momento.
El público que abarrotaba el Palacio de Congresos se mostró en todo momento entusiasmado y encandilado por su sencillez y su simpatía. En casi dos horas de concierto, la artista canadiense, de ascendencia irlandesa y escocesa, consiguió transportar a su público a culturas y países lejanos. Y es que en temas como Penelope's Song, la voz y el arpa de la 'Reina del Celta' permitió que la imaginación de todos los presentes volara hacia enclaves de leyenda y fábula. En esta ocasión, la cantante quiso hacer un repaso de su último disco, An ancient muse, del que se pudo escuchar buena parte a través de temas como The Gates of Istanbul o Caravanserai, así como de canciones de trabajos anteriores de que fascinan a sus fans, como The Mummer's, Dancearco, Marco Polo o The Highway Man, de su álbum The Book Of Secrets. An ancient muse está inspirada en la historia del pueblo celta, y conjuga a la perfección músicas de la tradición escocesa, irlandesa, griega, turca, escandinava e incluso española.
Perfección superada sólo por el directo del concierto y los solos de los nueve músicos que la acompañaban: Clive Deamer a la batería, Simon Edwards al bajo, Ben Grossman y Rick Lazar a las percusiones, Brian Hughes a las guitarras, Zoltan Lantos al violín, Caroline Lavelle al chelo, Stratis Psaradellis a la lira y Donald Qan a la viola y el teclado.
Ya han pasado dos años desde sus tres actuacione estelares en Granada, en el marco incomparable de la Alhambra, y por el que la canadiense nunca ha ocultado su fascinación ni el sentimiento tan especial al que la une. El Generalife sirvió entonces de escenario para que la gran musa de la música celta fascinara a su público con su dulce, pero firme voz. De estos tres conciertos que ofreció surgió su Nights from the Alhambra, que se puede escuchar ahora en un DVD, pero la espera hasta la actuación de anoche una vez más en directo a buen seguro que mereció la pena, porque McKennitt sabe brillar con una luz sobrecogedora en el escenario.
Uno de los momentos más esperados llegó cuando la escocesa interpretó The mask and the mirror, canción inspirada en un viaje a Granada de esta virtuosa de la música en 1993. En ella se recrea la ciudad y sus calles de una forma casi imaginaria, como sólo McKennitt sabe hacer.
Anoche, la sala Federico García Lorca, que se inundó de la musicalidad céltica de la cantante canadiense. En su actuación, Loreena McKennitt trasladó al público a escenario de Irlanda, con temas como The old ways, con una melodía céltica de gran espiritualidad modulada por una voz mágica y única. La gira Live in Concert 2008 sólo pasa por algunos países europeos, pero McKennitt no ha querido dejar de visitar España, y, como no, Granada es una de las ciudadeselegidas para recibir a una de las mejores cantantes de música celta del mundo.
Ya en su segundo disco comenzó a mezclar el estilo de la música celta con rasgos de otras culturas del mundo. Quizá por eso, la cantanteno ha dejado de recorrer el mundo, lo que le ha permitido mezclar su música con las de los países que ha visitado. Su carrera está avalada por ocho álbumes de estudio y dos en directo, como Night fron the Alhambra, más de trece millones de discos vendidos, una nominación al Grammy, dos premios Juno, un premio Billboard International Achievement Award y y la grabación de la banda sonora de nueve películas.
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